'Kingdom Hearts 3D: Dream Drop Distance': primer contacto

Guste más o menos, hay que reconocer que ‘Kingdom Hearts 3D: Dream Drop Distance’ es uno de los títulos más esperados de Nintendo 3DS para este 2012. La franquicia, a pesar de haber caído en una espiral de spin-offs para ir completando los muchos huecos de un, a veces confuso, árbol lleno de ramas y de conexiones entre personajes y hechas, sigue teniendo mucho tirón y lo cierto es que esta última entrega para la portátil de Nintendo promete.

Ayer pudimos hacer una toma de contacto para conocer las virtudes desde ‘Kingdom Hearts 3D: Dream Drop Distance’. Un título que saldrá a finales de este año, todavía no hay una fecha oficial, y promete dar mucho de qué hablar. La primera impresión ha sido bastante buena, pero lejos de traeros una simple frase para resumir mi opinión, veamos con detalle lo que pude probar ayer.

‘Kingdom Hearts 3D: Dream Drop Distance’, rellenando los huecos entre el primer y el segundo juego

Aunque la trama no avanza, Square-Enix se ha propuesto una vez más rellenar el espacio narrativo que hay entre sus diferentes juegos. En este caso la historia nos sitúa en un punto entre el primer y el segundo episodio de la franquicia que vieron la luz en PlayStation 2. Los protagonistas, dos viejos conocidos: Sora y Riku.

Guiados por Mickey y Yen Sid, los dos personajes de Islas del Destino deben de entrar en el Mundo Onírico para superar una serie de pruebas para convertirse en maestros de la llave espada. Lejos de ser una prueba sin más, nos encontramos con un ‘Kingdom Hearts’ al uso, es decir, dividido en diferentes mundos temáticos. En este caso, en la demo jugamos al mundo de los Tres Mosqueteros Disney.

Lo primero que nos llama la atención al jugar son los enemigos. Atrás quedan los Sincorazón, nuestros rivales en esta ocasión serán los Devoradores de sueños y dentro de estos las Pesadillas, aquellos que son hostiles. Estéticamente, comparten muchas similitudes con los animales y al menos en la demo no pudimos ver criaturas antropomórficas. Los diseños, muy coloridos, y bastante variados.

Estas criaturas cumplen un papel importante durante el desarrollo ya que además de ser nuestros enemigos, también podremos reclutarnos como aliados que nos ayuden en combate. De este modo, podremos llevar tres con nosotros, aunque en combate sólo podremos usar dos, para realizar diferentes ataques especiales o bien para que nos asistan cuando a ellos les venga en gana.

El desarrollo de la partida también incluye un elemento importante y es el hecho de que en cualquier momento podemos intercalar entre Sora y Riku. No se trata de un simple cambio de cromos donde uno sale y otro entra sino de dos caminos diferentes. Es decir, Sora irá por un lado mientras que Rizu avanzará por otro. Siempre dentro del mismo mundo pero por lugares, objetivos y enemigos distintos.

Cada uno de ellos contará con un estilo de combate diferente. Sora es más rápido, aunque menos potente mientras que Riku será al contrario: algo más lento pero más contundente en los ataques. Además cada uno contará con su propio set de habilidades y objetos.

El salto a Nintendo 3DS, adaptándose al formato portátil una vez más

En cuanto a los controles, la adaptación a la configuración de botones que trae la Nintendo DS ha sido bastante buena. Los giros de cámara se realizan con los gatillos superiores mientras que con los botones de la derecha se realizan los ataques básicos, los especiales y los deslizamientos, los cuales por cierto tendrán un papel importante durante los combates.

Ya sea a la hora de moverse por el escenario para explorarlo como en los combates, los controles, en mi humilde opinión, están muy bien integrados. Tras acostumbrarse a ellos en los primeros minutos de juego no se notan problemas de ningún tipo en cuanto a giros de cámara, ángulos muertos, etc.

La pantalla táctil se utiliza para consultar el mini mapa del escenario, para sustituir o ejecutar habilidad con nuestros aliados y finalmente podamos usarla para hacer ataques especiales puntuales. Pensad en estos últimos como una especie de quick time events donde tendremos que realizar ciertos trazos para conseguir realizar el ataque con éxito.

Los combates por su parte son bastante entretenidos y conservan el espíritu de los dos primeros ‘Kingdom Hearts’. Enfrentamientos veloces donde no sólo basta con machacar el botón de ataque para acabar con todos. Es cierto que en la beta no pudimos disfrutar de combates que pusieran a prueba nuestra habilidad pero la sensación fue bastante buena: rapidez, intensidad y atención en lo que está pasando delante de nosotros.

En cuanto al apartado gráfico Square-Enix ha hecho un gran trabajo. Los desarrolladores han sabido exprimir bien el hardware para traernos un ‘Kingdom Hearts’ que, visualmente, no tiene nada que envidiar a las entregas de PlayStation 2, salvando quizá la riqueza de los escenarios que, lejos de ser diáfanos, a veces si da la sensación de estar un poco vacíos.

Por su parte el 3D se sigue manteniendo como un elemento opcional que nos permite disfrutar de mayor profundidad de campo mientras jugamos. En la beta que he podido probar no existía ningún momento donde el uso de este fuera fundamental para progresar, pensad en este caso cómo ‘Super Mario 3D Land’ si que lo utiliza para indicarnos el camino a seguir.

A modo de resumen. La primera impresión con ‘Kingdom Hearts 3D: Dream Drop Distance’ ha sido realmente buena. No estamos ante un esfuerzo vago por parte de Square-Enix por sacar dinero de una franquicia con mucho gancho sino de un título divertido, ideal para los fans de la saga pero que también nos hace preguntarnos cuándo la historia progresará de una dichosa vez. A poco que sea largo y sepan profundizar en el desarrollo será uno de los mejores títulos del año en Nintendo 3DS.

Vídeo | YouTube