Ha pasado casi una semana desde que Diablo IV recibió su Temporada 5, cuyo nombre completo es Temporada de las Hordas Infernales. De hecho, mi compañero Sergio Cejas (Beld) compartió una publicación muy detallada con todas las novedades. Muchos jugadores hemos regresado a Santuario para ponernos al día y disfrutar de todo el nuevo contenido.
La última vez que jugué a Diablo IV fue durante el lanzamiento de la Temporada 3, que fue la Temporada de los Autómatas. Por si no lo recuerdas, fue cuando los jugadores obtuvimos un pequeño autómata como acompañante que podíamos mejorar y modificar para realizar diferentes funciones. Decidí prescindir de la clase Nigromante y elegí el Druida como principal durante la temporada.
Recuerdo que llegué a completar la trama de la Temporada de los Autómatas, pero no aguanté demasiadas horas de juego, pocas para los estándares de Diablo IV. Ahora he regresado con la Temporada de las Hordas Infernales y he superado mi anterior marca. La razón es muy sencilla: he vuelto a lo que me gusta de verdad y estoy gozándolo.
El Nigromante, mi vieja confiable
El Druida no terminó de convencerme durante la Temporada 3 y ahora sé que el mago y pícaro tampoco me gustan, y eso que he probado las versiones que más se adecúan a mi estilo de juego: fuego con las sierpes y arquero respectivamente. El Bárbaro sí que me convenció durante el lanzamiento, pero le falta una característica que considero casi indispensable para jugar cómodo.
Sabía que si intentaba jugar con otra clase que no fuese el Nigromante en la Temporada 5 iba a cansarme tan rápido como en la Temporada 3. Tenía la esperanza de que Blizzard hubiese añadido la clase de Cruzado de Diablo III durante mi ausencia desinformada, pero fue un sueño que duró lo que tardé en acceder al menú de selección de clases.

Puesto que Blizzard sigue resistiéndose a añadir a los Caballeros Penitentes como clase de Diablo IV, creé a una nigromante. Incluso dentro de mi elección conservadora intenté innovar al probar las configuraciones de sombra y hueso, que incluyen maldiciones en área y prescindir de los bichitos. Eché mano de la web D4Builds probar las diferentes construcciones meta del personaje.
Nunca me ha gustado utilizar guías para mis construcciones de personaje en videojuegos de rol. Lo he hecho en ocasiones puntuales, como por ejemplo las raids de World of Warcraft. Tampoco importa. Creo que duré alrededor de 5-10 horas probado cosas nuevas. Luego me agobié y decidí volver a mi construcción de siempre: priorizar a las invocaciones.
No importa el RPG que juegue. Siempre acabo decantándome por el mismo estilo de juego: tantas invocaciones como sea posible. En World of Warcraft elijo el Brujo o el Cazador, en The Division 2 llevo 100% electrónica con dron de ataque y torreta, en Outriders escojo el Tecnomante por sus torretas, en Destiny 2 utilizo el hechicero con las Bestias de Hebras y el espíritu de fuego... Y si no puedo invocar, me quedo en retaguardia mientras lanzo a mis compañeros a vanguardia.

Sé que no es la clase más popular de Diablo IV y tampoco el estilo de juego del Nigromante más poderoso, pero llevo acumuladas +200 horas y no existe otra cosa que me divierta más. Me encanta arrasar las estancias de las mazmorras con mi ejército de no-muertos, como Aragorn en la Batalla de los Campos del Pelennor en El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey.
He conseguido reunir a 12 invocaciones de no-muertos gracias a diferentes mejoras del Nigromante, tanto en sus habilidades como en las piezas de equipo. He leído que algunas personas han llegado a los 14 no-muertos. Ahora mi nueva motivación en Diablo IV es lograr lo que todavía no he conseguido con mi personaje principal: llegar al máximo y potenciarlos hasta tal punto que mi labor consista en mantenerlos y aumentar su daño con ataques.

De hecho, he encontrado una habilidad de equipamiento que aumenta un 25-40% del ataque, si mal no recuerdo, a costa de que las invocaciones absorban 1 de maná por segundo. Así que en el momento de escribir esta publicación juego prácticamente con las habilidades básicas y que no requieren mucho maná, porque el 95% del tiempo la tengo casi agotada. Genero el maná justo para que puedan seguir absorbiendo y haciendo un daño demoledor.
Esta construcción de personaje, que está a años luz de estar bien configurada y ser eficiente para los jugadores más hardcore, es muy pertinente para esta temporada. Mi ejército de no-muertos se ventilan a las Hordas Infernales en el modo oleada a una velocidad de vértigo. Y completo muchas mazmorras en Mundo 3 corriendo, sin golpear a ningún enemigo. Mi única labor es pasar cerca de los enemigos para debilitarlos con maldiciones (con una habilidad pasiva de una pieza de equipo) y mis invocaciones hacen el resto. Literalmente pasan encima de cualquier cosa.
Sobra decir que esta build que adoro con toda mi alma tiene un pequeño problema: basta que mi adversario fije su atención en mí o que haya muchos enemigos con un jefe para que todo se vaya al carajo. No puedo dar órdenes a mi ejército, así que dependo de lo rápido que eliminen al resto de enemigos y vuelvan a centrarse. Si el jefe está solo y sobrevivo lo suficiente, el ejército lo rodea y mata a puñaladas como si fuese Cesar en el senado romano.
Así que una vez más he vuelto a Diablo IV con la mentalidad de probar cosas nuevas y una vez más he acabado haciendo exactamente lo mismo de siempre: una construcción de personaje basada en invocar a minions que arrasan con todo a su paso. Ahora sé que lo único que podría sacarme de esta clase sería un Caballero Penitente o Cruzado... o quizás el Espiritualista de Vessel of Hatred. ¿Qué clase os gusta jugar a vosotros y por qué? Os leo en comentarios.
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aslydin
Me quedé con la intriga... Dices que el bárbaro le falta algo indispensable para que te convenza pero no dices qué, ahora no podré dormir por tu culpa, por cierto es mi clase favorita jeje.
szpy
Tú problema no es acabar haciendo lo mismo, tú problema es que no sabes jugar, por qué lo digo? Muy sencillo, vas por necro con minions, lo cual tú prácticamente no haces nada al hacer estos literalmente todo el trabajo, como dices has probado clases más complejas y no te gustan, normal, teniendo que hacer más cosas con esas clases que con necro pues eso, pero ese es el error, porque el resto de clases son muy divertidas de jugar, por ejemplo el picaro a dagas con trampas e imbuicion entre otras.
catoira
Mira si jugas diablo 4, 1 ves o 2 veces o 3 veces, con tu clase preferida, y despues jugas 1 ves con las otras clases el juego ya murio, primero entre temporadas ponen cambios minimos, segundo las misiones secundarias son las mismas, y con otros juegos en el mercado yo no entiendo por que alguien en su sano juicio jugaria diablo 4 mas de 2 o 3 meses, 🤷♂️.
Rancid1989
Por qué todo el mundo se empeña en lo mismo. La gloria de Diablo pasó. Este juego es un truño para sacar los cuartos, astilla de la misma rama del 3 y del inmortal.
Yo ya lo asumí y a seguir adelante, porque lo que es este juego, es un despropósito y una perdida de tiempo.