'Final Fantasy XV' me está gustando mucho, más de lo que esperaba. Tras haberle dado caña durante horas, debo decir que estoy completamente enganchado a su fórmula, y eso que me había generado alguna que otra duda allá por el lejano mes de marzo de 2015, con nuestro primer contacto.
No sé si logrará figurar entre los mejores 'Final Fantasy', pero por ahora va por buen camino a la hora de asegurarse un puesto alto, y sin duda aplaudo la valentía de Square Enix por arriesgarse con la fórmula de 'Final Fantasy XV', cuando no son pocos fans los que ansían un regreso a sus orígenes, especialmente en lo relativo a los combates por turnos. ¿Creará un nuevo hito?
Es pronto para saberlo, pero parece claro que la compañía nipona seguirá tirando por ese estilo. No hay que olvidar, por ejemplo, que cuando anunció que estaba trabajando en el remake de 'Final Fantasy VII' se tomó ciertas licencias en el terreno jugable, alejándolo de los turnos del 'Final Fantasy VII' original.
No se podía repetir otro Final Fantasy XIII
Cada seguidor de 'Final Fantasy' tendrá su favorito (desde el VI hasta el IX, por lo general), pero lo que está claro es que 'Final Fantasy XIII' fue una mancha en el expediente de Square Enix, y eso que personalmente disfruté 'Lightning Returns: Final Fantasy XIII' (lo único bueno de esa trilogía, a mi juicio). No supo llegar al corazón de los jugadores y recordar por qué nos gusta tanto 'Final Fantasy'.
Pero es un camino que, en cierto modo, fueron dibujando los capítulos desde su salto a PS2. Nunca ha habido unanimidad con 'Final Fantasy X' o 'Final Fantasy XII', y tampoco podemos obviar que en esa generación se produjo otro salto importante: el terreno de los MMO. Algo que también ha influido en la saga.
Final Fantasy XV sabe reírse de sí mismo
No creo haber sido el único que se haya percatado de la metáfora que supone el arranque de la historia de 'Final Fantasy XV'. Parodiado con saña por parte del genial Conan O'Brien (aquí tenéis el vídeo íntegro de YouTube), forma parte de una escena cómica intencionada dentro del propio juego y que irremediablemente se puede interpretar como el largo proceso de desarrollo que ha sufrido.
Dicha escena con el bólido dura, en cualquier caso, un suspiro. Pero el toque cómico, dentro de un mundo en guerra, no desaparece. Igual que ha pasado con cualquier 'Final Fantasy'. Al fin y al cabo la risa es un buen antídoto.
Pero ante todo, por su nuevo sistema de combates
Más allá de una buena historia o una banda sonora que acompañe en condiciones, otro de los aspectos cruciales dentro de un RPG son las batallas. Si no cumple ahí, se nos hará cuesta arriba. Y por suerte el nuevo sistema de combates de 'Final Fantasy XV' engancha tan pronto comprendemos los entresijos de sus mecánicas.
Porque el año pasado, cuando descubrimos que tan solo manejaríamos a Noctis, nos chocó. Pero sus compañeros no están de adorno, ya que podremos pedirles que realicen una destreza (que consume una barra especial que se va recargando: pensad lo que sucede en cualquier juego de lucha actual). Y si entramos en estado de agonía (al borde de la muerte), nos pueden revivir de una palmada.
Lo bueno de este sistema es lo dinámico que resulta, porque podemos intercambiar en cualquier momento entre cuatro armas/magias (todo es personalizable). Y si así lo deseamos, hacer una pausa estratégica para seleccionar algún objeto del inventario, como una poción curativa.
Pero lo que más me ha gustado hasta ahora de 'Final Fantasy XV' es lo relativo a los movimientos que podremos hacer. Desde situarnos en puntos más estratégicos (por lo general, en zonas elevadas) gracias a la habilidad Lux Itineris, hasta realizar acometidas a gran velocidad con Lux Impetus, pasando por las variantes de defensa con las que cuenta Noctis (esquivar, bloquear y, si se hace a tiempo, contraatacar). El único punto negativo sigue siendo la cámara.
Y por todas las distracciones que hay disponibles
Pero un RPG no puede estar completo sin sus misiones secundarias o minijuegos, y aquí 'Final Fantasy XV' también va sobrado. Empezando por el minijuego de pesca de Noctis (como amante del 'Breath of Fire IV', me ha alegrado mucho esto), todos los platos que puede cocinar Ignis, o las batidas de caza con el objetivo de ser los mejores cazadores del mundo de Eos, entre muchos más aspectos.
Hay mucho por hacer aquí, y su mapa es extenso y también desentraña muchos secretos, como iremos descubriendo poco a poco a medida que hablamos con los habitantes de cada zona. Sin olvidar todas las habilidades que podemos desbloquear a base de PH (Puntos de Habilidad que se consiguen al subir de nivel, cumplir misiones y acciones tácticas, o simplemente ganando la simpatía de nuestros compañeros) y la forma en que potenciaremos las magias.
Por ahora 'Final Fantasy XV' va por buen camino.
Y a vosotros, ¿qué os está pareciendo?
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