La vida es un sueño... Y las demos, demos son. Ninguna saga rolera creada en Japón ha tenido un empeño tan grande en empujar la épica, el poderío narrativo y los recursos cinemáticos de todo un género de videojuegos como Final Fantasy. Eso sí, en el proceso de alcanzar esos hitos hubo que realizar demos. Referencias tanto en lo tecnológico como a la hora de contemplar las posibilidades ensambladas de cada proyecto. Y pese a que se hicieron varias de ellas, cuatro de las que fueron mostradas de manera pública dejaron una huella muy singular entre los apasionados por los videojuegos.
En VidaExtra te hemos reunido en un mismo sitio cuatro historias muy singulares en torno a la saga Final Fantasy con un denominador común: todas ellas se basan en un proyecto que -a priori- no desembocó en nada. Con matices, por supuesto en cada que caso. En consecuencia, en el momento en el que fueron mostrados generaron más confusión que otra cosa. Lógicamente, sobra decir que pese a que se puede considerar un regalo o aperitivo de cara a los fans, que a veces se les haya puesto la miel en los labios les acabó dejando un sabor más bien agridulce.
A partir de aquí, un inicio: no todas las demos de Final Fantasy ofrecidas o simplemente mostradas tienen el mismo propósito. Ahí tenemos como ejemplo Platinum Demo – Final Fantasy XV, el prólogo interactivo del viaje de Noctis y sus camaradas en Final Fantasy XV. Las que hemos seleccionado fueron creadas a lo grande, mostradas por todo lo alto y, pese a ello, cayeron en saco roto.
De hecho, las demos de Final fantasy que vamos a tratar no son ni esas piezas ofrecidas bajo la forma de una porción jugable -tradicionalmente a modo promocional- ni tampoco esos periodos de prueba gratuita actuales, sino más bien los prototipos o las versiones incompletas de un proyecto, a veces únicamente conceptual. En ocasiones, una simple pero a la vez impresionante sacada de músculo con lo que se puede esperar de la tecnología de la que se disponía en la época. Nuestro punto de partida, de hecho, dio origen a uno de los mayores rumores de la década de los 90.
El alucinante Final Fantasy que jamás llegó a Nintendo 64
El rumor comenzó a esparcirse como la pólvora en Estados Unidos, y de ahí trascendió al mundo entero en verano de 1995. ¿La zona cero? La convención SIGGRAPH de Los Ángeles, el lugar donde Squaresoft mostró al mundo los logros e hitos conseguidos al usar las estaciones Onyx de Silicon Graphics e Indy2 a la hora de ofrecer los combates combates por turnos de Final Fantasy en los que los píxeles y los sprites daban paso a personajes y escenarios 3D. Y no de cualquier manera, que conste: los ataques y reacciones, mostrados en tiempo real, eran alucinantes.
Si lo mostrado realmente ocurrió, ¿dónde está el rumor? Bueno, los asistentes y todos los presentes sumaron dos y dos y el resultado no fue precisamente cuatro.
Para ponernos en contexto la saga Final Fantasy siempre había estado asociada a las videoconsolas de Nintendo y, pese a que la PlayStation original y la Saturn de SEGA llevaban en las estanterías desde 1994 (o meses, según la región) todos asumieron que se trataría de la séptima entrega de la saga de JRPG diseñada para la siguiente consola de la gran N: la Ultra 64. Posteriormente renombrada, de hecho a N64.
Fuera de contexto, y si solo vemos la demo, tiene todo el sentido del mundo. Sobre todo, porque las estaciones con las que fue creada eran las mismas que los desarrolladores de Nintendo y sus socios estaban usando para la N64. Salvo que nos fijemos muy bien en los detalles y el nombre, claro.
El nombre de la demo era Final Fantasy VI: The Interactive CG Game y, en el fondo, era un experimento con el que Squaresoft comenzó a dar el salto de las 2D a esas 3D que veremos en el mítico Final Fantasy VII. Con todo, los protagonistas del metraje son los de Final Fantasy 6: Terra Branford (rubia y con una espada larga), Locke Cole (con un látigo y el pelo más oscuro de la cuenta) y Shadow.
Pero, claro, como dirá Hironobu Sakaguchi, aquella demo jamás se planteó para ser el siguiente Final Fantasy, ni tampoco para un juego que llegará a la consola de Nintendo.
Después de que se completó FF6, el personal tuvo algo de tiempo libre. Luego comenzamos a pensar en qué nuevo hardware había y qué queríamos hacer con nuestras próximas creaciones, y creamos una película como experimento. En ese momento estábamos trabajando con las estaciones de trabajo de Silicon Graphics, que tenían un software de renderizado diseñado para hardware de última generación.
Por esa razón, pensamos que sería bueno si pudiéramos continuar usando esta configuración para nuestro próximo juego. Con el software Silicon Graphics, pudimos desarrollar gráficos para cualquier hardware. Sin embargo, para nuestros propósitos, no queríamos el renderizado lento cuadro por cuadro que toma muchas horas; queríamos desarrollar una forma de renderizar las imágenes en tiempo real para nuestro nuevo juego
La razón de existir de esa demo era doble: además de ofrecer al mundo un vistazo de lo que ya se estaba logrando en las oficinas de Squaresoft, ésto les ayudaba a planificar cómo y de qué manera debían lucir las batallas, los juegos de cámara y la estética en la siguiente entrega. Pero, claro, el gran golpe de efecto es que no mucho después se anunciará una brutal alianza que cambiará las tornas del panorama: Square y Sony se alían y los próximos juegos de Final Fantasy únicamente llegarán a PlayStation.
Final Fantasy VI: The Interactive CG Game jamás se planteó para ser un videojuego completo y Square nunca insinuó que Final Fantasy llegase a N64, por mucho que lo mostrado fuese en esa misma dirección. Aquello derivó en que los fans de la saga hicieron un éxodo a la consola de Sony a partir de la séptima entrega. Y los que no eran fans, como en el caso Europeo donde no había llegado la franquicia, quedaron alucinados con las aventuras de Cloud en aquel JRPG con gráficos y secuencias de alucine.
Con todo, Final Fantasy VII sí acabó llegando a las consolas de Nintendo. Más concretamente en 2019 y para Nintendo Switch. Hubo que esperar nada menos que 22 años para que los rumores de que el séptimo Final Fantasy, el primero en 3D, asomase por las consolas de Mario, Link y Donkey Kong.
Cuando Sony mostró el remake de Final Fantasy VIII para PS2
Lo de los remakes de Square Enix ya viene de muy atrás. Especialmente en lo que respecta a Final Fantasy: el juego original que dio origen a la saga ha sido rehecho, replanteado y hasta reimaginado para numerosos sistemas y solo el año pasado nos llegó tanto en formato de action RPG multijugador como a través de un remake en clave de Pixel Perfect con un apartado artístico clásico absolutamente actualizado y nuevos sprites creados por el artista original. Pero esta iniciativa no siempre se ha cumplido y en ocasiones se ha llegado a jugar con la ilusión de los fans.
El contexto, como veremos, es algo trascendental en todas estas historias. Ahora estamos en 1999 y todavía queda un año para que se lance la exitosa PS2. Una máquina que heredará el tremendo éxito comercial de la primera sobremesa de PlayStation y de la que se esperaban grandes cosas: Sony había prometido que su poderío gráfico equivalía a las películas de Pixar e incluso había rumores de que Sadam Hussein planeaba hacerse con unos cuantos cientos de consolas para incorporar la revolucionaria tecnología a su fuerza militar.
Aquellos rumores no eran del todo cierto, pero le sirvieron para desbancar en tiempo récord a una DreamCast recién salida y, de manera progresiva, quedarse por completo con el público objetivo de las videoconsolas SEGA.
Ahora bien, pese a que Sony ya estaba hablando del futuro de los videojuegos, lo cierto es que en ese mismo año Square Enix acababa de lanzar uno de los JRPGs más atrevidos jamás hechos: Final Fantasy VIII. Y lo cierto es que a nivel visual era una locura: los modelos cabezones de Cloud y compañía habían sido sustituidos por impresionantes personajes estilizados y un apartado visual de verdadera vanguardia. ¿Por qué esperar con ilusión por una PS2 cuando aquello ya se veía de escándalo? Bueno, la respuesta llegó con la Final Fantasy VIII technical demo.
Mostrada al mundo desde Japón en el propio 1999, Square Enix hizo un remake de una única escena de Final Fantasy VIII: el vals que Squall y Rinoa comparten en el juego y que en su día nos dejó boquiabiertos en la primera PlayStation, con su transgresor sistema de captura de movimientos y su cuidadísima presentación, había sido rehecho con el hardware de PS2 a unos alucinantes 60fps.
Aquello lucía como una cinemática sin serlo: no se mostraban polígonos y tampoco había signos de fatiga por parte del software en los movimientos más delicados. Y pese a que actualmente el resultado no brilla con la misma luz que entonces, supuso y sigue suponiendo un hito técnico y la promesa de cómo lucirá Final Fantasy VIII de salir en PS2.
¿El problema? Que Square no tenía planes de hacer un remake de Final Fantasy VIII. Y no solo eso: con el tiempo supimos que el código del juego completo se perdió.
No solo nos quedamos sin el remake de uno de los títulos más emblemáticos de toda la saga, sino que durante demasiados años éste estuvo ausente mientras las entregas anteriores y posteriores regresaban con alguna que otra mejora añadida. Apareciendo en PSN en versión digital, eso sí, y logrando rescatando su juego de cartas por separado. Por suerte, no hay mal que cien años dure.
En junio de 2019 se anunció el remaster (que no remake) de Final Fantasy VIII con un aspecto mejorado para los sistemas actuales. La espera, sobra decir, se hizo eterna. Y pese a que nos quedamos sin esa revolucionaria versión de PS2 que tan bien lucía, hay que reconocer que los años y el nuevo tratamiento le han sentado especialmente bien a Squall Leonhart y Rinoa Heartilly.
El remake de Final Fantasy VII... ¿Para PS3?
La mayor y más cruel troleada de Square Enix que jamás se recuerda, de lejos, sucedió en el E3 de 2005. Y su razón de ser, por cierto, no es muy diferente a la de Final Fantasy VIII technical demo.
Durante el evento en el que se presentará al mundo la PS3, la propia Sony se llevará un mando con forma de plátano, varias consolas no funcionales a modo de exhibición y un aperitivo de cómo lucirán los juegos en ella en forma de demos. El más significativo: un esplendoroso remake de Final Fantasy VII que fue celebrado entre vítores y aplausos.
Lo malo, como habrás deducido por las dos historias anteriores, es se trataba de una demo del juego. Ni más, ni menos. Pese a moverse en tiempo real, su única pretensión era ofrecer un vistazo al aspecto de los futuros juegos de la nueva PlayStation. Eso sí, el tratamiento que recibió aquel proyecto fue de verdadera superproducción.
Final Fantasy VII technical demo ofrecía los mismos contenidos de la escena de apertura del clásico de 1997 con dos matices esenciales:
- El apartado artístico y visual no tenía nada que ver con la estética del Final Fantasy VII lanzado en PlayStation, sino que estaba alineado con el estilo de los juegos que llegarán a partir de entonces.
- Y, sobre todo, pese a los elementos cinemáticos, todo lo mostrado se movía en tiempo real con el hardware que usará PS3. Nada de animación digitalizada, pese a que aquello lucía (y sigue luciendo) irreal.
De nada servía que seis años antes Square y Sony hubiesen repetido la jugada con Final fantasy VIII, incluyendo el propósito de comerle la tostada a la emergente nueva consola ya lanzada (en este caso Xbox 360), dado que -por mucho que se negase por parte de ambas compañías- los rumores de que se estaba haciendo un remake del clásico de culto sonaban más fuertes que los motivos por los que se hizo la demo. Y, como es natural, esto era un arma doble filo mientras los fans no se olviden de lo mostrado.
De hecho, el primer efecto colateral es que Square decidió que había que sacar lo antes posible un Final Fantasy en PS3: la demo la realizó el mismo equipo que estaba dando forma a Final Fantasy XIII -bajo la dirección de Motomu Toriyama- y finalmente se tomó la decisión de llevar el juego a la PlayStation de siguiente generación, confirmándose exactamente un año después.
Lo cual, por otro lado, ni evitó que se siguiese hablando del remake mostrado de Final Fantasy VII, ni tampoco derivó en las consecuentes e incesantes negaciones de Square Enix derivadas. Otra cosa es que en Sony y Square se arrepintiesen de aquella demo: en 2014, casi una década después, Yoshinori Kitase afirmó que "era lo correcto en ese momento". Un año después, y con PS4 en el mercado, el tan ansiado remake se hizo oficial.
Final Fantasy VII Remake tardará nada menos que cinco años en llegar a PS4. Cuatro y diez meses, si nos ponemos tiquismiquis. Eso sí, luciendo de narices dividiendo los contenidos originales en una cantidad de entregas que no fue confirmada hasta 2022. Y pese a que es una auténtica obra maestra, la cual celebramos tanto en PS5 como en PC, lo cierto es que casi 20 años después de aquella demo de PS3 no tenemos muy claro cuando se completará el renacer del clásico.
El fascinante caso de Agni's Philosophy y WITCH - Chapter 0 [cry]
Cerramos con un cuarto caso realmente singular frente a todos las anteriores. Si bien, Square ha ofrecido infinidad de demos en torno a Final Fantasy de manera pública -y otras tantas jamás mostradas- y lo más parecido a lo que ofrecen los casos anteriores (además de prólogos y benchmarks) no tienen una historia realmente interesante detrás, la cinemática de Agni's Philosophy merece un rinconcito en ese basto universo creado para Final Fantasy.
La primera vez que se mostró el corto Agni's Philosophy fue en el E3 2012, y no fue la última: en febrero de 2013 se volvió a enseñar en una conferencia de Sony relacionada con el poderío visual de PS4 combinado con la tecnología de vanguardia de la propia Square Enix: el motor Luminous. La premisa: mostrar cómo lucirá el futuro Final Fantasy.
De hecho, esa doble declaración de intenciones aparece tanto en el nombre del vídeo como ha quedado preservado en la web oficial de Agni's Philosophy - Final Fantasy Realtime Tech Demo. Pero, ¿realmente se trató alguna vez de un videojuego de Final Fantasy? Como en los tres casos anteriores -y pese a lo ocurrido con el remake de Final Fantasy VII- los planes siempre fueron mostrar el poderío de Square y, ya puestos, qué esperar de las consolas de Sony.
Eso sí, como dato curioso, pese a que se promovió en el contexto de PS4. el vídeo creado en tiempo real de Agni's Philosophy se ejecutó en un PC usando una única tarjeta gráfica Nvidia GTX 680 con 16 GB RAM.
Sin embargo, el modo en el que se abordó este proyecto no fue una simple exhibición sin más: Agni's Philosophy se creó como una obra propia creada "a través de la lente de la serie Final Fantasy" y, para la ocasión, se creó un nuevo mundo en el que la magia y la ciencia coexisten. Square se tomó tan en serio el trabajo que incluso creó un pequeño contexto del conjunto, sus personajes y el universo en el que todo transcurre.
Pero lo más singular de todo es que, pese a que jamás se llegó a hacer el videojuego de Agni's Philosophy, el proyecto tuvo una secuela: dos años después, en mayo de 2015, volveríamos a ver a Agni a través de una nueva demo titulada WITCH - Chapter 0 (cry), dirigida por Hajime Tabata y que funcionaba en un PC con Microsoft Windows 10 gracias al extra de potencia de cuatro tarjetas Nvidia Titan X (GTX).
¿Volveremos a ver a Agni en una nueva demo? Bueno, siempre nos quedará el consuelo de que Square Enix dejaron escondida una referencia en al menos un juego a su existencia: uno de los FATEs (Full Active Time Event) de Final Fantasy XIV tiene el curioso nombre de Agni's Philosophy. ¿Casualidad? En absoluto.
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