Durante la pasada generación pude disfrutar de PS3 y Xbox 360 a partes iguales, aunque debo reconocer que el número de horas que invertí en la segunda probablemente triplicaban los de la primera, básicamente porque por la consola de Sony sólo pasaban los exclusivos y por la de Microsoft también lo hacían los títulos third party que caían en mis manos.
Podría parecer que la razón estaba estrechamente relacionada con las resoluciones y la calidad de los juegos para una y otra en el primer tramo de vida de la generación, pero lo cierto es que gran parte de la culpa la tenía la calidad de Xbox Live y, más aún, los problemas de PlayStation Network.
Crónica de una muerte anunciada
Nunca me molestó la cuota de Microsoft porque en la alternativa, jugar gratis online en PS3, implicaba sufrir las idas y venidas de conexión del sistema de Sony.
Creo que cualquiera que haya pasado por ese trámite, el de afortunadamente tener acceso a ambos sistemas y comprobar de primera mano la estabilidad de sus conexiones, estará de acuerdo con ello.
PS Plus supuso el chocolate que pones al principio de la cuchara para endosarle a un crío el puré de verduras que no se quiere comer. Entró perfecto, pero imaginábamos lo que llegaría detrás.
Con la llegada de PS4 quedó más que claro que el pago de una cuota para mantener los servidores en las condiciones idóneas era estrictamente necesario, sólo hay que cambiar el chocolate por juegos gratis y el puré de verduras por una cuota anual que los usuarios más afines de Sony se encargaron de criticar en el pasado por activa y por pasiva.
Hasta aquí todo bien, el no tener que pagar por jugar online permitía que esos citados fallos se viesen con mejores ojos, y al estar pagando un PS Plus cuyo único fin era entregarte juegos gratis las quejas no se podían sumar como sí lo habrían hecho en Xbox Live, donde sólo pagabas por jugar online y los juegos de regalo tardaron una eternidad en llegar.
El problema viene al unir esos dos conceptos con la cuota de PS Plus, ahora no sólo estamos pagando por recibir juegos (si son mejores o peores que antaño es otro tema de debate) sino también por poder acceder a los multijugadores online de los juegos, y encontrarnos con que la situación dista mucho de ser la ideal.
PSN y Driveclub: la gota que colma el vaso
Me repatean especialmente los mantenimientos programados, que hoy volverán a la carga dejando a los jugadores sin conexión desde las siete de esta tarde hasta las dos de la madrugada, principalmente porque es algo con lo que no he tenido que lidiar en Xbox Live o, si se ha producido algún problema, los podría contar con los dedos de una mano.
Ojo, no entro en lo relativo a ataques hacker y demás, que pese a ser un incordio es algo que ni los sistemas más avanzados de seguridad consiguen evitar, pero sí me parece lamentable que problemas como los vividos con 'Driveclub' y su nuevo retraso sigan produciéndose cuando los jugadores están invirtiendo su dinero en recibir el mejor servicio posible.
Mal por las formas, que ni de lejos son las apropiadas al retrasar un juego en el día de lanzamiento y además hacerlo por una vía que está a años luz de ser la ideal, Facebook. Pero peor aún por ser un juego que ya debía haber llegado hace un año y, además, que en Sony hayan estado tan ocupados contando las consolas vendidas que no han sido capaces de calcular el número de usuarios que descargarían la versión gratuita de 'Driveclub' y preparar los servidores para ello.
No tiene ningún sentido, el número de cuotas están ahí y tenían meses para preparar uno de sus lanzamientos más grandes del año, pero además de limitar el uso del juego a aquellos que habían pasado por caja para adquirirlos, ni siquiera ellos se han encontrado con unos servidores estables en un juego en el que el online es prácticamente todo.
Es algo que ya comenté en el análisis, que los servidores habían sufrido de lo lindo durante el tiempo que pudimos probarlo antes de ponernos a escribir y que dudaba mucho que con la ingente carga de usuarios que llegarían después el juego fuese a dar la talla. Lamentablemente el tiempo me acabó dando la razón.
Si quieres, puedes
Siempre puede haber problemas, está claro, de ahí que exista el “c'est la vie” francés o el “shit happens” inglés, pero ahí están juegos multitudinarios como 'Destiny', 'Titanfall' o el reciente 'Super Smash Bros.' de Nintendo 3DS para demostrar que lo único que hace falta es previsión, cariño hacia los jugadores y ganas de hacer las cosas bien. O puestos a rizar el rizo, también sabemos la que se puede liar cuando se mete la pata hasta el fondo, ahí está 'Battlefield 4' para dejar constancia del cabreo.
Llegados a este punto y viendo que vamos de mal en peor y sin vistas a que la cosa mejore a medio plazo, cada vez tengo más claro que la situación de la pasada generación volverá a repetirse.
¿Es un fastidio tener que lidiar con resoluciones inferiores y el tema de las imágenes por segundo en juegos en los que realmente importa? Pues sí, para qué nos vamos a engañar ¿pero para qué voy a seguir pagando por un servicio que funciona al 100% cuando le viene en gana y además me la intenta colar con chocolate caducado en forma de juegos de calidad raspada y títulos con más años que el sol? Así no, Sony. Así no. El día que la cosa cambie ya hablaremos, hasta entonces la nota de PSN no pasa del “necesita mejorar”.
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