Una vez más, Nintendo ha anunciado que estas navidades podría haber problemas para hacerse con su consola de sobremesa. Y yo que no me lo creo. Sinceramente, el cuento de la escasez de Wii podía tener sentido el año pasado, con la consola recién salida de fabrica. Pero un año después me suena más a estrategia de marketing que otra cosa.
Porque vamos a ver. Wii no es una consola especialmente difícil de producir en cuanto a componentes. Lleva un lector de DVD normal y corriente, y su arquitectura interna es parecida a la de GameCube (hay quien la llama GameCube 1.5) por lo cual no son componentes tecnológicos demasiados novedosos o difíciles de producir en masa.
Lo único que quizá sea más complicado de fabricar es el Wiimote, pero después de un año en el mercado, el proceso de fabricación debería estar completamente optimizado.
Entonces... ¿A qué obedecen estas declaraciones? Yo tengo mi propia teoría al respecto...
La estrategia es sencilla: generar demanda apelando a la escasez del producto. Si el consumidor sabe que podrá encontrar la consola siempre que acuda a la tienda, meditará su compra con calma o esperará a una eventual bajada de precio. Sin embargo, si de repente recibe mensajes de que el producto puede agotarse, precipitará su decisión de compra de forma impulsiva.
Algo parecido ocurrió cuando salió la PlayStation 3 de 40 Gb. Ante el anuncio de Sony de que el modelo de 60 Gb dejaría de fabricarse, muchos consumidores se lanzaron a comprarlo, antes de que desapareciera de las tiendas, dadas sus ventajas sobre el modelo de 40 Gb que ya comentó Alex en un interesante post.
Todo se basa en desequilibrar la oferta y la demanda, creando la sensación de que existe mucha menos oferta de la que en realidad se tiene y estimulando la demanda hasta que supere a la oferta real disponible.
La cosa funciona así: por una parte, la escasez da la impresión de que la consola es un objeto muy deseado y repercute positivamente en la imagen de la misma. Por otro lado, al oir hablar de la falta de existencias, los consumidores que deseen hacerse con la consola se lanzarán a comprarla en masa, ante el miedo de que efectivamente no haya unidades suficientes.
De este modo, finalmente se produciría la pronosticada escasez, dando la razón a los pronósticos. Si todo sale según lo planeado, la jugada sería redonda para Nintendo.
Parece que en esto Nintendo también está aprendiendo de Apple (además de en el diseño de sus productos).Y es que Apple aplica una táctica similar en los iPod, como ya explicaron nuestros compañeros del Blog Salmon. No soy un experto en mercados económicos, pero seguro que nuestros compañeros sabrían analizar mucho mejor esta estrategia. A ellos les traslado el testigo en caso de que quieran recogerlo.
Volviendo al tema que nos ocupa, opino que de producirse la comentada escasez, no sería un indicativo del éxito de la máquina, sino de un fallo en la distribución de la misma. En Nintendo han tenido un año para solventar dichos problemas, y deberían afrontar la campaña navideña sin problemas de existencias. Al fin y al cabo, lo que interesa es vender el mayor número de unidades posibles... ¿o no?
Por otra parte, también ha surgido la noticia de que la escasez de Wii podría afectar a las ventas de PS3. Y tampoco me lo creo. Excepto casos muy puntuales, no creo que alguien que quiera comprarse la Wii se lleve otra consola si no la encuentra.
A ver, imagináos al típico chaval que va a una tienda especializada a comprar su Wii, con sus 250 euros en el bolsillo. Al llegar, el dependiente le informa de que desgraciadamente la máquina se ha agotado, pero que por 400 euros puede hacerse con una PlayStation 3. ¿De verdad creeis que va a desembolsar 150 euros más para comprarse una consola que no tenía pensado adquirir en un principio?
Y lo mismo ocurre a la inversa. El que quiere comprarse una PlayStation 3 no se la compra simplemente porque es la primera que ve en la estantería o porque hay muchas unidades. Se la compra porque antes ha pensado muy mucho si le interesa el catálogo y la propuesta jugable de la consola. Una compra de 400 euros no se hace así como así, por impulso, sino que es una decisión bastante meditada.
En fin, de una forma o de otra las cartas están sobre la mesa de cara a la campaña navideña. ¿Y vosotros? ¿Habéis pensado ya en que consola os vais a comprar?
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