Una de las diferencias menos comentadas entre Xbox 360 y PlayStation 3 es que, mientras que en ambas consolas podemos ampliar el disco duro incluido de serie, en Xbox 360 tenemos que hacerlo comprando uno de los (carísimos) accesorios oficiales, mientras que en el caso de PlayStation 3 basta con comprar un disco duro estándar de 2,5 pulgadas e insertarlo nosotros mismos.
Y es que mientras un disco duro estándar de 2,5 pulgadas y 120 GB de capacidad, compatible con PlayStation 3, vale unos 60 euros, el disco de 120 GB de Xbox 360, que podemos comprar por separado, tiene un precio de 180 euros: exactamente el triple.
Pues bien, estas son las razones que encarecen tanto este accesorio (además de la sana necesidad de ganar dinero a toda costa de los fabricantes de accesorios oficiales):
Además de incluir software preinstalado (como demos o juegos de Xbox Live Arcade) el disco duro incluye también parte del sistema operativo de la consola, lo que encarece su precio.
El disco duro debe ajustarse a la carcasa especial que garantiza que la Xbox 360 pueda usar la unidad, lo cual también encarece su precio final.
Llegados a este punto, el precio que paga Microsoft por el disco ha subido unos 40 euros, situándose en la centena. El resto, los otros 80 euros, es el margen de beneficio para fabricantes y distribuidores.
Todo esto podría solventarse si se vendieran carcasas vacías en las qe pudiéramos meter el disco duro que nos diera la gana (como ocurre en PlayStation 3) pero supongo que hay muchos fabricantes interesados en que esto no ocurra.
Así que, si tenéis pensado comprar una consola Xbox 360, tened en cuenta que ampliar su disco duro a posteriori puede salir muy caro, y quizá sea mejor apostar por una unidad de mayor capacidad desde el primer momento...
Vía | Kotaku
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