Los habituales al blog recordaréis que ayer comenzamos con una serie de posts especiales sobre las primeras impresiones de 'Metal Gear Solid 4' que aquí un servidor pudo jugar y terminar la semana pasada en París.
En el anterior post hablábamos un poco de en qué situación general histórica se desarrolla la última obra del maestro Hideo Kojima, con qué condiciones comenzamos el primer nivel, con un Snake prácticamente desarmado que ha de infiltrarse entre la batalla para localizar a Liquid. También comentábamos, siempre hasta donde se nos permite, los personajes que aparecen en esta fase de Oriente Medio, tanto buenos como no tan buenos, y demás.
Hoy vamos a ahondar un poco más en varios aspectos que son clave en el desarrollo de la partida, como son el manejo y control de Snake, hablando también del OctoCamo, el Solid Eye y el Metal Gear Mk.II... todos ellos indispensables, algunos más que otros, la verdad, a la hora de desarrollar la trama y la acción de nuestra historia. Así pues, vamos dar un paso más en la enorme profundidad que tiene 'Metal Gear Solid 4'.
Comenzaremos repasando el control del juego y los diferentes puntos de vista que podemos utilizar para batir a nuestros enemigos. Con un mando de PS3 en la mano, podemos hacer con Snake casi todo lo que nos venga en gana: andar, correr, correr encorvado, tumbarnos boca abajo, tumbarnos boca arriba (muy útil para lanzar granadas o disparar a nuestros enemigos cuando nos golpean y caemos al suelo), hacernos el muerto, deslizarnos por el suelo, saltar, escondernos, combatir cuerpo a cuerpo, disparar armas... Todo, o prácticamente todo, lo que se nos ocurra a la hora de intentar superar una dificultar podremos hacerlo con Snake.
Todo esto nos permitirá, como ya hemos comentado otras tantas veces, la posibilidad de elegir un rol más activo en la infiltración, mezclándonos directamente con la guerrilla armada local en su lucha contra la PMC de Liquid, algo que nos podrá beneficiar en ciertos momentos ya que algunos de estos soldados al ver que estamos de su parte, nos cubrirán y harán fuego de cobertura en el momento que lo necesitemos, ayudándonos mucho en nuestra misión. En cambio, podemos optar también por la infiltración clásica, pura y dura, adentrándonos por el interior de los edificios y liquidando a los enemigos de la manera más cautelar y silenciosa posible.
No obstante, la experiencia en el juego nos dirá en cada momento qué actitud es la más recomendable y, como decía -Platón- Aristóteles, "en el término medio está la virtud", así que una incursión mixta, con momentos de acción directa y discreción será lo más recomendable en cualquier caso.
Adicionalmente, para hacernos más llevadero el camino, Snake podrá utilizar armamento pesado que iremos encontrando por todo el mapa, como son lanzagranadas, ametralladoras de suelo, morteros y demás; aunque por otro lado, podremos utilizar también una navaja o un bidón hueco para meternos dentro y rodar sin que las balas enemigas impacten en nuestro cuerpo y oigamos el clásico "Snake? SNAKE?? SNAAAAAAAKE!!?"
Uno de los mejores aliados que nos acompañan durante toda la partida es el traje especial diseñado por Otacón y Sunny Gurlukovich (la hija de Olga Gurlukovich de 'Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty') llamado OctoCamo.
Este traje tiene la enorme virtud de ser totalmente camaleónico, adoptando las texturas y formas de cualquier elemento de nuestro entorno al que nos peguemos más de un segundo. Así, si nos tumbamos en el suelo, en plena arena llena de piedras, el traje se tornará inmediata y automáticamente del mismo color, lo cual nos proporcionará niveles de camuflaje cercanos al 90% en alguna ocasiones y haciéndonos prácticamente invisible a ojos de nuestros enemigos. Pero no sólo funciona cuando estamos tumbados, ya que si nos arrimamos a una pared el traje adoptará rápidamente las formas y colores incluso de azulejos de la pared, haciendo que cuando nos salgamos de ese contexto, se vea a un Snake realmente ridículo con sus pintas de malote y un traje a cuadritos...
Una de las grandes ventajas del OctoCamo es que no emite la radiación infrarroja de los cuerpos, haciéndonos invisible ante las cámaras infrarojas de los Gekkos y otros elementos futuros de los que no puedo hablar. También existen variaciones predefinidas de camuflajes, seleccionables manualmente, que conseguirán que nos adaptemos al entorno y no nos vean... o nos vean menos, claro.
Otro de los regalitos de nuestro amigo el Doctor Hal Emmerich, alias Otacón, será el Solid Eye, un dispositivo óptico en forma de parche para el ojo (en claro homenaje a Big Boss) que nos proporciona grandes cantidades de información, ya que no sólo nos marca la posición de nuestros enemigos en el mapa, sino que también nos da datos acerca de la temperatura ambiente, el grado de humedad o la dirección del viento. Además, incorpora tres modos de visión muy útiles. El normal, en el que vemos nuestro entorno tal como es con la salvedad de que el Solid Eye localiza e identifica todos los elementos del entorno, tipo enemigos (indicando su tipo, la energía...), aliados cuando los haya, munición o raciones y distintos items que podemos encontrar por el camino. Otro modo es el de visión nocturna, muy agradecido para momentos posteriores del juego donde el uso de esta funcionalidad será crucial para poder continuar con el desarrollo de la partida y localizar a nuestros enemigos.
También contaremos casi desde el principio con la inestimable ayuda del pequeño Metal Gear Mk. II, un pequeño robot bípedo con ruedas que tiene la enorme virtud de contar con camuflaje óptico y hacerse invisible. En cualquier momento lo podremos seleccionar en el menú de objetos y explorar nuestro entorno sin miedo a ser descubiertos. Un detallazo de este robot es que una vez que lo estamos usando, el punto de vista subjetivo será desde el robot, y si miramos a Snake con él, veremos cómo lo está controlando con un mando de PlayStation 3. La pena es que si nos alejamos demasiado de Snake con el Mk. II perderemos cobertura y la imagen comenzará a verse borrosa, con lo que podremos explorar nuestro entorno pero siempre dentro de un determinado radio de acción.
Uno de los aspectos negativos tanto del Mk. II como del Solid Eye es que van con baterías, y si los usamos de manera continuada durante mucho tiempo, la energía se les acaba y no podremos seguir usándolos hasta que pase un buen rato. La ventaja que tienen es que si los deseleccionamos y no los usamos, la batería se les va cargando lentamente, con lo que al poco tiempo podremos disponer de ellos a pleno rendimiento.
Y hasta aquí llega esta segunda entrega de nuestras primeras impresiones del juego, que si bien es cierto que no estamos contando demasiadas cosas nuevas, no es porque no queramos, sino porque no se puede y hasta el día 30 no se puede hablar abiertamente de la mayoría de aspectos del juego.
¿La tercera entrega de este especial? Muy pronto...
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