La imagen que encabeza esta entrada, perteneciente al blog del dibujante Manuel Bartual, me ha dado pie a una reflexión sobre el negocio de los juegos musicales y como parece que se está yendo un poco de madre.
La cosa es así. El primer 'Guitar Hero' fue un alarde de genio. Un juego con un concepto simple pero tremendamente bien explotado, capaz de hacernos sentir como estrellas de rock aunque no supieramos tocar ni una nota, como es mi caso. Así que ¿quién podría resistirse a ello?
Como siempre que una idea por el estilo triunfa, y en un mercado que, ansioso por aumentar año a año sus cifras de ventas, explota y reversiona hasta la saciedad cada nueva idea, el boom fue fulminante. Lo que empezó con un juego de baile ('Dance Dance Revolution'), evolucionó hacia la reinvención del Karaoke ('SingStar') y finalmente derivó en un juego de tocar la guitarra ('Guitar Hero'), ha dado origen a todo un mercado que comienza a dar síntomas de agotamiento: el de los juegos musicales.
Por una parte, es dificil innovar en un juego cuyas bases se encontraban casi cerradas desde la primera entrega ¿nuevas canciones? bien, es una buena excusa para una nueva entrega, pero antes o después el usuario se cansará de tener que comprarse un juego nuevo cada vez que quiera ampliar el catálogo musical de 'Guitar Hero' (aunque esto ya a ha comenzado a solventarse con la posibilidad de las descargas online).
Así pues, solo quedaba explotar la fórmula hasta la saciedad, en una carrera contra el tiempo antes de que el público objetivo de este tipo de juegos acabara por saturarse: nuevas canciones, guitarras inalámbricas, descargas online, modo cooperativo... y como no, 'Rock Band', el juego que prometió llevar la fórmula más allá aunando en un solo título 'SingStar' y 'Guitar Hero' para crear nuestro propio conjunto musical.
Y esto sin olvidar el otro gran problema que tienen este tipo de juegos: la acumulación de periféricos especiales que terminan relegados a un rincón en el armario. Porque si ya la guitarra de 'Guitar Hero' ocupaba un cierto espacio, no hace falta ni decir lo que supone comprarse el conjunto de instrumentos completos de 'Rock Band' (por no hablar de la polémica que se creo en su momento por su elevado precio) o la batería de 'Guitar Hero World Tour'.
Así pues, el mercado de los juegos musicales es consciente de que no se puede innovar mucho más allá. La solución más sencilla sería lanzar un juego a un precio asequible, compatible con los accesorios existentes, y que nos permita descargar las canciones online, pagando por cada tema de forma separada. Así, solo pagaremos por aquellas canciones que nos interesan, haciendo un buen uso de las microtransacciones.
Pero claro, la posibilidad de seguir haciendo girar la rueda y sacando más y más versiones con pequeñas novedades es muy jugosa. Y mientras la gente lo siga comprando ¿que habría de malo en ello?
No me entendáis mal, considero a 'Guitar Hero' y sus derivados como uno de los juegos más originales de la pasada generación, pero creo que no soy el único al que ya le cansa tanta secuela...
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