'Pure'. Análisis

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Velocidad, diversión y espectáculo. Creo que son ingredientes más que suficientes para garantizar que ‘Pure’ es uno de los mejores juegos de conducción arcade que han aparecido en el mercado este 2008 que ya va terminando.

El pasado mes de septiembre nos veíamos sorprendidos por una demo que prometía ser la antesala de uno de los juegos más divertidos y espectaculares del año. Con unos gráficos rozando la excelencia, una diversión sin límites y un sencillo control que nos permite hacer cosas espectaculares, ‘Pure’ se ha convertido en uno de los juegos imprescindibles para los amantes de la conducción sin quebraderos de cabeza.

¿Te atreves a montar en un quad y dar saltos de vértigo en plena carrera? Así es Pure. Entretenimiento en estado puro.

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Pure nos llegó de la mano de Disney Interactive el pasado mes de septiembre, aunque es obra de Black Rock Studio, los responsables de otras franquicias importantes como ‘Moto GP’ y ‘ATV Offroad Fury’. Su planteamiento es bien sencillo: colocarnos en lo alto de un quad (o ATV, aunque yo prefiero decir quad), y realizar carreras muy rápidas con saltos vertiginosos donde en algunas ocasiones llegar el primero a la meta no es lo más importante.

Muchos podrían confundir o incluso comparar este juego con ‘MotorStorm’, ya que su estética puede ser parecida, pero en el fondo son dos juegos diametralmente opuesto, aunque ambos sean de carreras y aparezcan quads. De hecho, en ‘Pure’ sólo vamos a conducir quads. No vamos a ver ni un coche, ni un camión, ni una moto ni nada que no sea exclusivamente un quad.

Desde el principio, la primera vez que ponemos el juego, nos veremos ya montados en el vehículo, en un completísimo y sencillo tutorial que nos enseñará con unas voces y textos en un perfecto español cómo realizar los movimientos más básicos en un sencillo circuito. Una de las claves de ‘Pure’ está en los saltos y en este tutorial nos enseñan a realizarlos correctamente con su correspondientes precargas y posteriores acrobacias aéreas.

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Una vez superamos el tutorial podemos comenzar el juego de verdad, donde el modo Tour Mundial destaca por encima de los otros, llamados Evento Único, donde jugaremos una carrera suelta, y el Modo Prueba, donde correremos solos en la pista para poder conocer el circuito y practicar saltos. También tenemos acceso al modo online, donde podremos competir hasta 15 jugadores simultáneamente a través de Internet.

El Tour Mundial consta de 10 grandes eventos, todos ellos a su vez divididos en varias carreras. Su dificultad va in crescendo y en las últimas fases del juego deberemos conocernos al dedillo todas las pistas porque si nos costará sudor y lágrimas conseguir acabar en primera posición. Pero, atención, que quedar en primera posición en muchas carreras no depende de completar el primero las vueltas correspondientes y llegar a la meta antes que nadie, no. En muchos eventos deberemos completar la carrera habiendo conseguido el mayor número posible de puntos durante la carrera, y estos puntos no se consiguen de otra manera que haciendo acrobacias en el aire. Y cuanto más locas u originales sean, mucho mejor.

Para hacer acrobacias espectaculares, que es lo que prima en este juego, deberemos primero ir rellenando nuestra barra de entusiasmo realizando otros saltos más pequeños y menos llamativos. Conforme los vayamos encadenando, nuestra barra se irá rellenando y tendremos acceso a acrobacias cada vez más difíciles y largas, por lo que hacerlas en saltos pequeños no merece la pena porque acabaremos talegando contra el suelo y perdiendo todo ese entusiasmo que habíamos ido consiguiendo. Cuando consigamos llenar nuestra barra accederemos al salto especial, donde cada corredor hace un salto único y espectacular digno de verse a cámara lenta.

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Pero como en ‘Pure’ lo que predomina por encima del resto de cosas es el espectáculo, no nos valdrá con aprendernos el truquito de tener dos o tres saltos en nuestro repertorio y ya está. No. Aquí si te repites mucho siempre con las mismas acrobacias se te puntuará más bajo que si te arriesgas con otras nuevas o más atrevidas, por lo que se incentiva el espectáculo y el riesgo, algo que está muy bien siempre.

Pero no todo es tener más puntos que los demás haciendo piruetas, sino que también existen multitud de carreras donde sí que será importante llegar a la meta ocupando un puesto de cabeza. En este tipo de carreras los saltos también son importantes, no por los puntos, sino porque son nuestro combustible y nuestro acelerador, por lo que si vamos realizando grandes saltos durante la carrera iremos más rápido, repondremos combustible y, seguramente, acabemos llegando de los primeros a la línea de meta.

Correremos a lomos de nuestro quad, el cual deberemos ir personalizando desde el primer momento e ir añadiéndole mejoras que conseguimos cuando terminamos las carreras. La mayoría de las piezas suma puntos a las especificaciones de nuestro quad, pero a veces algunas suman de un lado pero restan de otro, por lo que deberemos elegir por ejemplo entre un mayor agarre de las ruedas en detrimento de la velocidad, etc.

Todas las carreras se desarrollan en escenarios abiertos y al aire libre, ya sea en las boscosas montañas de Wyoming, en la toscana italiana o en pleno desierto. Lo más importante es que siempre correremos sobre tierra y barro y que en absolutamente todas las pistas hay al menos un salto enorme donde poder lucirnos a nuestras anchas mientras caemos al vacío.

Ni que decir tiene que en este juego no vamos a encontrarnos físicas realistas ya que la inmensa mayoría de acrobacias serían imposibles en el Mundo Real, pero sí que es cierto que para ser un juego tan arcade, su sistema de físicas es muy creíble y en ningún momento da la sensación de estar ante un juego fantasioso o por el estilo.

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Hablando ya de algunos aspectos más técnicos del juego, comentar que su música es muy buena y que encaja perfectamente con el planteamiento del juego, y que en todo momento nos acompaña y nos ambienta para los grandes momentos que este juego nos depara.

No querría terminar sin hacer una mención especial a los espectaculares gráficos que luce ‘Pure’ en todo momento. Creo que puedo afirmar sin miedo a equivocarme que ‘Pure’ tiene uno de los acabados gráficos más excelentes de la actual generación de consolas, superando en nitidez, belleza y tamaño a otros juegos que se jactan precisamente de eso. ‘Pure’ es un espectáculo visual constante, lleno de detalles y tremendamente personalizable.

Como conclusión, decir que para mi gusto ‘Pure’ se ha convertido en un juego muy recomendable, que rebosa calidad por sus cuatro costados y que promete diversión, velocidad y espectáculo sin límites. Como nota negativa, porque no existe el juego perfecto, comentar que no tiene modo para dos jugadores a pantalla partida y que, quizá, el Tour Mundial se nos puede hacer algo repetitivo en sus últimos niveles. Pero nada más allá de la realidad.

Un auténtico juegazo que os recomiendo a absolutamente todos los que tengáis una Xbox 360, una PlayStation 3 o un buen PC en casa.