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Especial: repasamos la saga 'Alone in the Dark'

Ante la inminente llegada de ‘Alone in the Dark’, el próximo día 20 de junio, nos ha parecido interesante realizar un repaso a una serie determinante en la creación del género de terror en el mundo de los videojuegos. Y es que a pesar de que el término survival horror, con el que hoy en día se conoce a este tipo de aventuras, no sería acuñado hasta la llegada de ‘Resident Evil’ en 1996, Infogrames ya habían comenzado a meternos el miedo en el cuerpo cuatro años antes.

Junto al primer juego calificado como survival horror, ‘Sweet Home’, publicado por Capcom en 1989, Infogrames comenzaría a sentar las bases que definiría un género aún sin nombre con el primer ‘Alone in the Dark’ en 1992. A pesar de su condición de pionera, la saga no goza a día de hoy del éxito y reconocimiento que sí ha acompañado al los ya mencionados ‘Resident Evil’, de Capcom, o a los ‘Silent Hill’, de Konami.

No obstante, la serie siempre ha contado con su buen y merecido elenco de fieles seguidores, quienes hemos ido viviendo las escalofriantes aventuras de Edward Carnby a lo largo de los cuatro títulos ya publicados en diversas plataformas, y con la quinta entrega luciendo fabulosamente bien en su estreno con Atari.

Reinventando las aventuras

La publicación del primer ‘Alone in the Dark’ supuso una revolución en el género de las aventuras en PC, ya no sólo por el hecho de incluir una historia y una ambientación terroríficas, claramente inspiradas en la obra de H. P. Lovecraft, sino también por sus avances técnicos.

En lugar de los habituales fondos renderizandos del género, el título presentaba unos escenarios modelados con un arcaico motor poligonal que ofrecía, sacrificando el más realista aspecto de los diseños 2D, para ofrecer juegos de cámara de pretensiones cinematográficas y posibilidades jugables más profundas.

Vale, es cierto que a día de hoy, da de todo menos miedo; pero su influencia aún sigue siendo claramente palpable en la actualidad. El desarrollo basado en la combinación de la acción de los combates (eso sí, bastante escasos en comparación con los títulos de hoy en día) y el calentamiento de sesera de los puzzles, un transcurso no lineal, la posibilidad de elegir entre dos personajes para afrontar la historia y otros muchos aspectos han sido heredados por decenas de juegos en años siguientes.

Dos años después de su publicación, al tiempo que Interplay lanzaba un port del primer título para 3DO, Infogrames regresaría con ‘Alone in the Dark 2’, aunque en su versión para consolas (PlayStation y Sega Saturn) se publicaría como ‘Alone in the Dark: Jack is Back’. Sin embargo, no todo salió tan bien como se esperaba

El componente sobrenatural, seña de identidad de la anterior entrega, pierde aquí fuelle en favor de enemigos más “reales”, como piratas y bandidos. Además, posibliemente con la intención de hacerlo atractivo para una mayor cantidad de público, el balance entre puzzles y combates se declinó esta vez claramente en favor de los segundos, estando además planteados desde un punto de vista poco ágil y complicado. Además, el juego se hizo marcadamente más lineal en esta ocasión, completando con ello una notable bajada de calidad con respecto al estreno de la serie.

De hecho, la decisión de tomar este cambio de rumbo por parte de la desarrolladora francesa fundada por Bruno Bonell, provocó que varios de los programadores que trabajaron en el título original abandonaran la compañía, para formar Adeline Software International, padres de ‘Little Big Adventure’; pero esa es otra historia. El caso es que se había dado un paso en falso con esta secuela, y había que remediarlo.

La llegada de ‘Alone in the Dark 3’ supuso un evidente regreso a los origenes, con los puzzles recuperando su preponderancia en el desarrollo de la aventura. Publicado en 1995 únicamente en ordenador, se puede decir que cierra la trilogía original de la serie, siendo el último en basarse en el engine gráfico que tan buenos resultados diera en su momento, pero que ya comenzaba a sufrir los achaques de la edad. Esta entrega también sería reeditada, en este caso para Windows 95, bajo el título ‘Alone in the Dark: Ghosts in Town’.

En esta ocasión, dejaremos las mansiones encantadas y los piratas, para viajar al salvaje oeste, donde poniéndonos una vez más en la poligonal piel de Edward Carnby, nos veremos obligados a investigar la misteriosa situación de un pueblo californiano dominado por una terrible raza de vaqueros zombies. Descrito así, suena bastante gracioso.

Adaptándose a los nuevos tiempos

Tras esto, la llegada de la nueva hornada de survival horror encabezada por ‘Resident Evil’, claramente basados en los juegos de Infogrames, relegarían a la serie a un ostracismo, del que no se vería liberada hasta cinco años después, cuando la compañía se decidiera a volver a traerla a la vida. Publicado como ‘Alone in the Dark: The New Nightmare’, su desarrollo sería encargado a Darkworks, y llegaría tanto a PC, como PlayStation, Dreamcast y PlayStation 2. Además, visitaría por primera vez el terreno portátil en Game Boy Color

Curiosamente, esta nueva entrega de la serie toma más elementos de ‘Resident Evil’, producto inevitablemente inspirado en los juegos de Infogrames, que de cualquier otro título previo de la saga. De la obra de Capcom se heredan, entre otras cosas, los escenarios prerrenderizados, diciendo así adiós a los entornos poligonales que marcaron el transcurso de la primera trilogía.

Una vez más, al principio de la aventura se nos permitirá elegir entre Carnby o una fémina, la arqueóloga Aline Cedrac, para desentrañar los misterios de una isla maldita. Sin embargo, el verdadero protagonismo de la obra se lo llevó la linterna, objeto en el que sus creadores hicieron un especial hincapié.

Para implementar el efecto del haz de luz de la linterna sobre fondos en dos dimensiones, los programadores usaron el “truco” de incluir varias capas de la imagen prerrenderizada con distintas iluminaciones, mostrando las más claras o las más oscuras según hacia donde orientáramos al personaje poliginal. Y la cosa les funcionó.

Por desgracia, la calidad general del título no pudo calificarse más que de meramente pasable, principalmente debido a que Darkworks se preocuparon más de intentar emular a los juegos de terror más exitosos del momento, que de recuperar la verdadera esencia del título original, quedando como un juego falto de señas de identidad y estilo propio.

Aun así, lo peor estaba por llegar: en 2005 el incansable Uwe Boll adaptaría la franquicia a la gran pantalla, “inspirándose” principalmente en ‘The New Nightmare’. Con Christian Slater en la piel de Carnby, y Tara Reid como Aline, lo mejor que se puede decir del filme, que costó 20 millones de dólares no recuperados, es que es malo hasta decir basta. Cosechó numerosos premios en los concursos al mal cine, entre ellos dos Golden Raspberry y tres Stinkers. Eso sí, en su banda sonora, plagada de grupazos de metal, sí que hay bastante calidad.

Presente y futuro

Estos últimos y desafortunados productos han provocado que la licencia no tenga entre las nuevas generaciones de jugones todo el buen nombre que su pasada reputación merecería. De ahí la necesidad de dar este rápido repaso a todo lo que ha supuesto ‘Alone in the Dark’ hasta nuestros días, una semana antes de la llegada del quinto miembro de la familia.

Muchos cambios para la ocasión: nuevos responsables (Eden Games / Atari), nuevo aspecto para el protagonista (una vez más) y paso esta vez a los escenarios urbanos. Eso sí, compartiendo nombre con el título que diera el pistoletazo de salida a la franquicia hace ya 16 años; confiemos en que las coincidencias no se queden en el nombre, y la aventura consigua recuperar las buenas formas a la hora de meter miedo que un día tuvo.

Sitio oficial | Alone in the Dark

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