Nunca he soportado las colas. Soy, con toda seguridad, una de las personas con menos paciencia de la historia de la humanidad, así que podéis imaginar mi cara cada vez que leo sobre los servidores y las colas de Lost Ark a las que se están enfrentando los jugadores.
Sin embargo, aunque parece que ahora mismo no haya más colas en el mundo que esas, la realidad es que lo vivido con los problemas de servidores de Lost Ark no es ni nuevo ni tiene fecha de caducidad. Colas en los videojuegos hay desde hace muchos años, y algunos incluso han hecho juegos sobre ellos.
No nos gusta hacer colas, y menos aún en Lost Ark
A nadie le gusta esperar, y en las colas menos aún. No se nos aplica aquí aquello de la sala de espera de la felicidad que recogía Eduard Punset y que sirve para darle sentido al éxito de las loot boxes. Los humanos siempre estamos buscando la forma de evitar las colas, aunque sea bajo decisiones de dudosa moralidad.
La abuela que se acerca con todo el morro a mirar algo para ver cómo puede rebañar tres puestos en la cola, el listo del BMW que se cuela en el último minuto obligando al resto a frenar y perjudicando aún más al atasco, el listo que se tira todo el día ocupando un hueco en el servidor utilizando un autoclicker para saltarse las colas…
Ni unirse a la cola más corta del supermercado nos asegura acabar antes, ni recurrir a trucos egoístas va a solucionar el problema. Las colas de Lost Ark van a seguir ahí hasta que ocurran dos cosas: o más servidores, o menos jugadores. Puede que lo ideal fuesen ambas, pero la historia ya nos ha demostrado que no suelen ir de la mano.
Lost Ark y el miedo a la muerte por éxito
A la larga, quienes acuden a más servidores son los únicos que consiguen capear el temporal, pero a menudo no lo hacen con la suficiente premura y acaban en el mismo punto que quienes deciden esperar a que el flujo de usuarios se reduzca para no tener que invertir más de la cuenta.
En World of Warcraft Classic tuvieron que recurrir a que los propios jugadores reportaran a los avatares que viesen por ahí escondidos de cara a la pared para poder frenar los autoclickers, y en Final Fantasy XIV aún estaban con problemas de saturación de servidores y largas colas seis meses después del lanzamiento de Endwalker.
Quienes tienen suerte sobreviven al problema, los que no acaban en lo que se conoce como muerte por éxito. Hay tantos jugadores que no hay hueco para todos, así que los que sobran se acaban cansando y desaparecen. Los que iban a darle una oportunidad, por contra, se enfrentan a una sobreexposición del juego en la que todo son quejas, críticas y problemas, lo que acaba con las pocas ganas que pudiesen tener de acercarse a él.
Otro tipo de colas en los videojuegos
Si hay una cola famosa en el mundo del videojuego, esa es la que se formó en el primer The Division cuando debías utilizar un portátil para poder continuar con la misión, un error que Ubisoft tuvo que parchear a posteriori para evitar imágenes tan surrealistas como la que tenéis en portada.
Poco después, en el retorno de World of Warcraft Classic, los usuarios se amontonaban para recoger sus recompensas tras una misión, lo que también daba lugar a imágenes tan locas como la que tenéis a continuación.
¿Lo mejor de todo? Los comentarios que pueden apreciarse en esas mismas imágenes de gente quejándose porque hay quienes intentan colarse mientras otros agradecen que los jugadores sean cívicos y se mantengan en su sitio.
Videojuegos de hacer colas
Ya sea por la coña, o por denunciar hasta qué punto resulta estúpido el verse forzado a sufrir las colas también en un entorno virtual, las colas en los videojuegos tampoco han escapado al surrealista embrujo de crear simuladores de todo.
En Waiting in Line 3D, por ejemplo, tienes la oportunidad de hacer cola como si estuvieses en un FPS añejo. Puedes moverte y saltar, pero sólo para moverte en la cola cuando sea tu turno y para celebrarlo después. También puedes atacar a puñetazo limpio, pero sólo sirve para pegarte en la cara y mantenerte despierto.
Más en consonancia con lo vivido en Lost Ark estas semanas está Queue Simulator, un juego en el que ver cómo los números crecen o disminuyen mientras esperas para poder jugar al último MMORPG de moda. Igual que hay gente para todo, también parece que hay videojuegos para todo.
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Imagen | @der_rod
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