The Longest Road on Earth es un juego español intimista y lleno de serenidad que busca financiarse en Kickstarter

Un nuevo proyecto indie proveniente de España sale a la luz. Su nombre es The Longest Road on Earth, y ya ha iniciado su campaña de Kickstarter para poder financiar el desarrollo.

Está siendo desarrollado por cuatro personas. Arturo Monedero, encargado de la producción y el diseño narrativo; Beícoli, responsable de toda la música; Mohammed Bakir, animador y artista de entornos; y Edu Verz, programador y encargado tanto de la estética como de los gráficos.

The longest road on Earth

Made by: @ArtMonedero @beibeicoli @AtskaHeart and @verz_edu

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— The Longest Road on Earth (@RoadOnEarth) December 3, 2019

The Longest Road on Earth. Hecho por Arturo Monedero, Beícoli, Mohammed Bakir y Edu Verz. Ayúdanos en Kickstarter. ¡Compártelo con tus seres queridos!

La premisa del título nos lleva a experimentar las vidas de cuatro personas ordinarias. Quieren darle un tono muy intimista pero de total neutralidad, aspecto al que contribuirán la falta de texto y la estética en blanco y negro. Prefieren que los sucesos que se narren queden a la interpretación del jugador.

A nivel jugable también se hace patente esta neutralidad. En The Longest Road on Earth realizaremos acciones mundanas como servir en un bar o encender las luces, "no hay un desafío que manche la experiencia". En la vida diaria, la dificultad no se nos presenta a través de retos mecánicos. Con la música también quieren aportar ese cariz tan humano y sereno.

La meta de crowdfunding que se han propuesto es de 10.000 euros. En el momento de redactar esta noticia han recaudado 2.218 por parte de 75 mecenas, y lleva menos de un día. Espero que consigan su objetivo, porque todo lo que se puede ver del juego me gusta bastante. Las plataformas para las que se ha anunciado son PC y Mac.

No es que el costumbrismo abunde en este medio, y entiendo que a muchos no les atrae demasiado una premisa así, pero también creo que estamos atiborrados de juegos bombásticos e historias épicas. Nunca viene mal un poco de realidad y de calma.