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Con Steam Deck asomando, llegó la hora de que Nintendo Switch se ponga las pilas en aspectos realmente esenciales

Soy amigo de Platón, pero más amigo de la verdad. Esta cita, atribuida normalmente a Aristóteles, hoy tiene para mi una nueva lectura: por mucho cariño que le tenga a mi Nintendo Switch y todos esos buenos ratos que me ha dado, que son una barbaridad, es innegable que hay aspectos que la recién presentada Steam Deck de Valve que han dejado en completa evidencia a la consola de Nintendo. Y eso puede cambiar.

Sony ha dejado atrás las portátiles. El sello PlayStation redobla sus posiciones en PS5 mientras aterriza tímidamente en PC. Por su parte, con Xbox Cloud Gaming la propia Microsoft ya no necesita un sistema con el que jugar sobre la marcha. Con ese panorama, parecía que Switch dominaría sin complicaciones el siempre jugoso mercado de las consolas portátiles. Y no solo eso: la nueva Nintendo Switch OLED sería el impulso clave para superar el objetivo de los 100 millones de consolas vendidas.

Ahora bien, que el largamente esperado nuevo modelo de Nintendo Switch fuese más una edición con mejor pantalla OLED y diseño actualizado, pero con el mismo hardware, fue una decisión que, para variar, provocó una mueca entre aquellos que esperaban -de manera razonable- la llegada de novedades, mejoras o incentivos para hacerse con ella.

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Casualidad o no, horas antes de abrirse las reservas del nuevo modelo de  Nintendo Switch Valve lanzaba la bomba: Steam Deck sería su propio sistema dos en uno (portátil y de sobremesa), y lo más llamativo de todo es que en ella es posible encontrar casi todas las demandas y mejoras que esperábamos encontrar en la nueva consola de Nintendo: mejor hardware, más autonomía, un sistema de chat interno... ¿Qué está pasando aquí?

Steam Deck y Nintendo Switch modelo OLED, una comparación inevitable

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero es difícil entender la experiencia de juego que ofrece Steam Deck a través de su diseño sin referirse a lo que ya hemos interiorizado con Nintendo Switch: la fuerza de ambos sistemas reposa en su catálogo de juegos y su manera de poder acceder a ellos a través de una gran pantalla o sobre la marcha.

La mayor ventaja de Steam Deck es que no tendrás que volver a pagar por los juegos que compraste hace diez años. En caso de que los comprases en Steam, claro. Una vez enciendas la consola tendrás acceso a tu librería de Steam. Desde Skyrim y el DOOM clásico a DOOM Eternal, pasando por indies esenciales como FEZ, Hades o LIMBO. Juegos que, por cierto, también se juegan en Switch.

La segunda mayor ventaja, y esto ya si es un golpe directo contra la consola de Nintendo, es su manera de implementar el mayor activo de Steam: la comunidad. Tan solo hay que echar un breve vistazo a su interfaz en movimiento para darse cuenta de todo lo que, de manera poco justificada, no se ofrece en Switch. O se ofrece con muchas limitaciones.

Nos referimos a un chat de texto dinámico, un sistema eficiente de guardado en nube o una tienda que, hasta la fecha, sigue siendo el mejor modelo a imitar. No solo por la experiencia acumulada de Valve en el terreno de los juegos digitales, sino por la presencia e importancia de la propia comunidad de jugadores en el escaparate de la brutal plataforma de juego de Steam.

Si bien, ambos sistemas ofrecen pantallas táctiles de siete pulgadas (con un solo poquito más de resolución en el caso de Steam Deck y mejor color y contraste en el caso de Switch modelo OLED), sus filosofías son muy diferentes:

  • La apuesta por un sistema Linux optimizado para el juego portátil de Valve multiplican de manera exponencial las posibilidades de todo aquel que quiera investigar con el sistema. Es más, Valve parece no tener muchos reparos en que se use el hardware de Steam Deck como si fuese un ordenador.
  • Mientras que el navegador web de Nintendo Switch ni siquiera está habilitado. Aparece en caso de que necesitemos hacer una consulta externa de un juego como, por ejemplo, los manuales online de los clásicos de SEGA. Y eso, además de ser una faena absurda, impide la entrada de servicios como Netflix o el Xbox Game Pass.

Dicho lo cual, y a falta de echarle el guante a la consola de Valve, el sistema de chat de voz de Nintendo Switch es de traca. Y eso que hay soluciones. Sobre todo, cuando superventas de cantidades astronómicas como Mario Kart 8 Deluxe, juegos como Fortnite y Overwatch o el futuro Splatoon 3 lo deberían convertir en una prioridad absoluta. Títulos que, por cierto, estarán ausentes en la consola de Steam.

Más allá de sus similitudes (empezando por las estaciones de carga) y las notables diferencias de hardware y de filosofías, hay aspectos concretos que las hacen únicas como consolas:

  • El diseño de Steam Deck innova con un doble abanico de control en el que nuestros dos pulgares tendrán acceso a una cruceta de botones, un stick y un trackpad
  • Mientras que Nintendo renueva con el modelo OLED su apuesta por los Joy Cons. Pese a que éstos serán los mismos que los anteriores modelos. Lo cual es bueno y malo a la vez, y la Gran N es plenamente consciente de ello.

Mini-mandos colmados de magia y posibilidades que, desafortunadamente, no están siendo lo suficientemente aprovechados.

Una vez más, el prometedor futuro de Nintendo no reposa en su hardware, sino en sus juego

Decir que Nintendo no se mide con las otras grandes es una verdad a medias. Definitivamente, la Gran N tiene su propia manera de abordar la industria del videojuego y lleva décadas sentando cátedra en cómo hacer las cosas bien. Pero eso no quita que también haya tenido que adaptarse a los tiempos. A veces, a marchas absurdamente forzadas.

En muchos casos, se puede decir que ha tardado demasiado y no siempre de la mejor manera. Switch es la primera consola de Nintendo sin bloqueo regional y, siendo justos, el servicio online de Nintendo tiene un amplio margen de mejora.

Por otro lado, que la eShop de Nintendo Switch no incluyese apps de entretenimiento como Netflix (aunque es posible ver YouTube) ha servido para asentar su carácter e identidad como consola y le da todo el protagonismo a su mayor atractivo: sus juegos. Porque la saga de Mario, The Legend of Zelda o el incombustible fenómeno de Pokémon son algunos de los grandes pilares sobre los que se sostiene el éxito de la consola Nintendo. Un éxito arrollador.

Que no haya una aplicación de Twitch en Nintendo Switch o una manera sencilla de compartir nuestras partidas en internet en pleno 2021, y con la brutal fuerza que tienen los contenidos dedicados a los videojuegos, no ha sido obstáculo para unas cifras escandalosas.

Dicho lo cual, con una Switch ya está muy bien asentada y que, desde ya, tiene que medir su hardware y su software (pero no sus juegos) con Steam Deck, se abre una oportunidad de oro: plantearse lo no se está ofreciendo a sus usuarios y cómo incorporarlo a sus atractivos. Y, a la vez, reforzar sus propios puntos fuertes.

  • Nos referimos a darle más protagonismo y uso a unos Joy Cons que, desde el lanzamiento de Nintendo Switch Lite, han  perdido un notable protagonismo. Juegos como Super Mario Party, Ring Fit Adventure o Just Dance son ejemplos a seguir. Y seguimos soñando con un nuevo Wii Sports.
  • El retorno de las sagas exclusivas, lideradas por la secuela de Breath of the Wild y Metroid Prime 4 o el referido Splatoon 3. Los arrolladores vendeconsolas de Nintendo.
  • Nuevas oportunidades para los grandes clásicos. Títulos, como Skyward Sword HD, que merecen una nueva oportunidad de brillar. Pero también el sobresaliente catálogo de Wii U y las consolas clásicas. El nuevo tratamiento de Link's Awakening es una gozada y los relanzamientos Deluxe de New Super Mario Bros. U, Captain Toad o Donkey Kong Tropical Freeze citas obligadas.
  • Ideas nuevas y experimentales con las que seguir desatando la creatividad del jugador. Desde los sets de Nintendo Labo a Estudio de Videojuegos, pasando por Mario Kart Live. Entre otros.
  • Por último, pero no menos importante, el aval de ofrecer un extra de confianza al gran público. No ya a través de un Sello de Calidad de Nintendo que no tiene demasiado sentido a día de hoy, sino a través de una marca totalmente reconocible para generaciones enteras de jugadores de todo el mundo.

Por supuesto, las conversiones a medida para Nintendo Switch de juegos absolutamente imprescindibles como The Witcher III, la trilogía de Bioshock, Dragon Ball FighterZ o DOOM Eternal deberán medirse en calidad y rendimiento con las de un Steam Deck que no solo contará con ventaja de hardware, sino también bien arropado en funciones online, ventajas de la plataforma Steam y hasta mods.

Steam Deck tiene sus propias ventajas, claro, a lo que hay que sumar el aliciente de poder trasladar nuestras partidas y progresos de PC por guardado en nube y la muy agresiva -e irresistible- manera de posicionar las rebajas de Steam.

Es decir, si compré GTA V por capricho y a un precio irrisorio en PC y llevo cientos de horas jugadas, ¿merece la pena esperar una posible versión a medida de Switch? ¿Incluso si no sale a precio de novedad? La consola de Valve, quizás, sea la respuesta y solución más adecuada.

¿Veremos cómo Nintendo toma nota de todo y adapta Switch y sus futuros modelos al nuevo escenario que nos deja Steam Deck? Bueno, la realidad es que por muy imposible que nos parezca ver algo tan esencial como un buen sistema de chat de voz y texto en Nintendo Switch, sigue habiendo más opciones de que eso sea una realidad que de ver un Half-Life 3. Al menos, este año.

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