Puede que no sea la decisión más popular y que teniendo en cuenta el tirón de ventas que supone, también sea un riesgo más que considerable, pero ahora mismo nada me haría más feliz que ver cómo Nintendo abandona 3DS para centrar todos sus esfuerzos en Switch.
Que todo el gasto en publicidad vaya para ella, que todos los esfuerzos técnicos también, que los desarrollos se centren en sacarle todo el jugo a la nueva máquina y que, en definitiva, que Nintendo lance juegos para ella como si no hubiese un mañana.
El juguete (casi) perfecto
Tras las primeras semanas con la nueva consola de Nintendo las sensaciones son magníficas. De hecho no recuerdo haber estado tan contento con una consola nueva desde hace muchísimo tiempo, probablemente desde la primera DS.
Creía que el característico click del logo de la consola hacía referencia al ruido que hacen los Joycon al posarse sobre ella, pero lo que ha hecho click en realidad es mi cabeza. Da igual a qué esté jugando, echo de menos hacerlo en Switch.
El poder hacerlo de cualquier forma, tumbado en la cama, apalancado en el sofá o en el escritorio en los descansos del trabajo, es sólo una de las razones que me han llevado a ello. La comodidad, sus menús, los fantásticos ruiditos que hace cada maldito botón o situación hacen de Nintendo Switch el cacharro más apetecible que he tenido en mis manos en muchísimo tiempo.
Lo que ha conseguido parir Nintendo es una maravilla a la que ahora sólo le falta apoyo. En lo técnico para llegar a donde debería haber aterrizado en su lanzamiento (ya hablamos de todo lo que le faltaba a la máquina aquí), en lo jugable para que, cuando consiga apartarme de ‘The Legend of Zelda: Breath of the Wild’, tenga algo con cara y ojos a lo que hincarle el diente.
El catálogo de 3DS en Switch
La necesidad de olvidarme de 3DS viene precisamente de eso, de querer que todos los recursos de la marca se centren en conseguir que Nintendo Switch triunfe como lo ha hecho la portátil, y es que ahora mismo volver a ella teniendo a Switch al lado es un auténtico drama.
Entiendo hasta qué punto los costes de desarrollo pueden llegar a variar, pero es que no necesito techos gráficos como el de Zelda para ser feliz, es algo que indies como ‘Fast RMX’ o ‘Snipperclips’ ya han demostrado, y propuestas más humildes como ‘Box Boy’, ‘Picross 3D’ o ‘Pocket Card Jockey’ me parecerían un añadido perfecto para Switch.
Pero no nos quedemos ahí, pensemos en lo mucho que perdería Switch si los próximos ‘Phoenix Wright’, ‘Kirby’, ‘Animal Crossing’, ‘Mario & Luigi’ o ‘Pokémon’ acabasen en 3DS. O dicho de otro modo, pensemos en lo que ganarían todos esos juegos en la pantalla de la nueva máquina, aunque los gráficos no fuesen su fuerte de la misma forma que en 3DS nunca lo han sido.
Vayamos un poco más allá y llevemos esa idea hasta las desilusiones, no por juegos que no alcanzaron lo que esperábamos de ellos, por el varapalo que supuso conocer que el siguiente ‘Luigi’s Mansion’ no sería un juego para sobremesa, por sentir más o menos lo mismo con ‘Kid Icarus: Uprising’ o, si apuramos aún más, por ver que 3DS puede convertirse en el cajón de remakes de juegos de Wii U que anticipan ‘Poochy & Yoshi’s Woolly World’ o ‘Super Mario Maker’.
Hay que saber decir adiós
No malgastéis tiempo y recursos en eso, seguid con esa idea si queréis, pero con Switch en mente en vez de 3DS. No vamos a negarle a Nintendo la opción de tirar de remakes con la que ya tuvimos que tragar en los inicios de la actual generación con el resto de compañías, menos aún si eso sirve para que los que no tuvieron Wii U y han sido seducidos por Switch puedan disfrutar de joyas como ‘Super Mario 3D World’, ‘Captain Toad’ o ‘The Wonderful 101’.
Dicen que cuando quieres mucho a alguien tienes que saber también cuándo dejarlo ir. He disfrutado de 3DS enormemente, eso es innegable, pero ahora hay algo mucho más potente y con muchas más posibilidades en el horizonte. Algo que sólo necesita un empujón, un salto de fe, para alcanzar metas mucho más ambiciosas.
Si 3DS muere hoy, puede que a corto plazo no ganemos todos, especialmente los que viven ahora de la portátil y no tienen en mente dar el salto, pero a la larga puede ser lo mejor que le ha pasado a la marca en mucho tiempo.
Después de 6 años, 13 si tenemos en cuenta que 3DS es una mínima evolución de la primera Nintendo DS, creo que la portátil ya ha dado todas las alegrías que debía entregar. Ahora, nos guste más o menos, ha llegado el momento de pasar página.
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