Muy querida Nintendo,
Este viernes será un gran día para ti, y con suerte, para todos los amantes de los videojuegos. Tras dar a conocer al mundo tus planes de futuro el pasado mes de octubre con el sorprendente anuncio de Switch, guardándote eso sí mucha información relevante en la recámara, esta semana toca poner definitivamente todas las cartas sobre la mesa.
Este viernes, imaginamos, nos darás precios para tu nueva máquina, algo de lo que se ha discutido largo y tendido durante los últimos meses, quizás concretarás también tus planes de publicación de juegos para los primeros meses de recorrido e incluso, me tiro a la piscina, puede que te dé por concretar algunas especificaciones técnicas de Switch. Esto último, la verdad, me importa más bien poco.
Hay quien ya está convencido de que se hará tan pronto como le sea posible con su propia unidad, cuando llegue a las tiendas en marzo; lo entiendo perfectamente, porque yo también he actuado así con otros sistemas tuyos en el pasado. Pero, por ahora, no siento esa imperiosa motivación con Switch.
Digo que yo también he sido así porque, desde que tengo independencia económica, he comprado todas tus consolas de sobremesa en el mismo día del estreno. Hacerlo ha sido siempre un acto de voluntad propia, y al tiempo de confianza ciega en tu causa, alimentada en gran medida por esa admiración heredada de la época en la que aún me tocaba pedir a mis padres ayuda para permitirme el lujo de los videojuegos.
No voy a entrar a discutir en si este descenso en mi motivación es cosa mía o tuya, pero sí quiero que hablemos de lo que nos espera por delante. Porque deseo con todas mis fuerzas que te vaya bien con Switch, algo que será bueno para toda una industria que siempre estará necesitada de tu toque. Incluso quienes reniegan de ti están necesitados de él; quizás ellos sean los que más.
De todas formas, déjame ser claro, Nintendo: tampoco te estoy pidiendo que el viernes produzcas tal despliegue de hype como para convencerme de que reserve ya una Switch. Tengo espera. Más bien, prefiero hablarte en esta carta de lo que vendrá más allá de marzo, de esa planificación a medio y largo plazo que, seamos sinceros, no ha sido tu fuerte en las últimas generaciones.
Incluso quienes reniegan de ti están necesitados de tu toque
Me interesa y mucho que, más allá de estos primeros meses de desembarco, cuentes con la estructura y la voluntad necesaria para mantener un flujo constante de juegos nuevos en las tiendas. Me interesa que seas capaz de presentar un sistema atractivo a los desarrolladores, haciendo así que no se vuelvan a dar largos periodos en los que solo podamos que depender de ti para mantener vivo su catálogo.
Te digo esto porque ese ha sido precisamente uno de los aspectos más complicados de aceptar en las dos generaciones pasadas, y por extensión uno de los factores que más ha influido en que Wii U haya sido un pinchazo comercial (que no creativo, ahí sí que hemos tenido momentos muy dignos). Es momento de revertir esa situación, porque tres generaciones seguidas acusando el mismo problema pueden ser demasiadas.
Hay otra cosa que también quería comentarte: me gusta mucho que te hayas lanzado el órdago con un concepto innovador, sé que te gusta apostar por llevar la contra a la industria. No obstante, espero que tanta hibridación de lo doméstico y lo portátil no afecte a la experiencia de consola a la antigua usanza, que es precisamente la que busco en tu oferta. Todos esos chavales haciendo el cabra por ahí en el tráiler de presentación muy bien y tal, pero por favor que tu sistema se pueda disfrutar plenamente como una máquina conectada de forma perenne al televisor.
Antes de despedirme, hay otra cosa de la que quería hablarte. El online. Sé que aquí también te ha gustado desmarcarte de las formas seguidas por tus rivales, pero ambos sabemos que se puede hacer mejor. No cambies tu estilo si no quieres, pero las cosas se pueden hacer más sencillas y directas en lo que respecta al juego en línea. Esta vez ya toca.
Nintendo, te juegas mucho con Switch, y nosotros contigo. Opciones de seguir viva no te van a faltar (no hay más que ver los melocotonazos que has pegado este pasado año con solo asomar la patita al terreno móvil), pero me costaría mucho concebir una industria en la que no existiera una consola doméstica de Nintendo compitiendo por su porción de mercado, y es por ello que espero que esta vez las cosas vayan mucho mejor. A ver si es posible.
Nos vemos el viernes.
PD: Y saca el nuevo 'Zelda' pronto, anda.
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