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Sega América pensaba que Sonic era una basura y pretendía que una pasa animada de plastilina lo solucionase

Mark Cerny de PlayStation fue el encargado de mostrar el diseño definitivo a SEGA

Hubo un momento en el que Sonic era un niño con el pelo azul perdido en un mundo asediado por pesadillas y con enemigos tan simplotes como uno con forma de mano y otro con forma de piedra. Pero lo más curioso de todo aquello no estaba sólo en su particular origen, sino en lo que los estadounidenses al otro lado del charco habrían deseado que fuera.

El personaje de Sonic les parecía tan malo que la única solución viable que veían era acudir a un ejemplo que les tocaba mucho más de cerca: una pasa de dibujo animado hecha de plastilina capaz de dar susto al miedo. Como sabréis, Sonic terminó siendo lo que a día de hoy conocemos, pero esta es una de esas historias que vale la pena recordar.

El origen de Sonic

En 1991, Sonic the Hedgehog llegaba a Sega Megadrive para convertirse en su juego de lanzamiento, primero a Estados Unidos en junio, y luego a Europa y a Japón un mes después. El dato del lanzamiento en territorio norteamericano antes que en Japón es clave para esta historia, pero primero vamos a detenernos un poco en lo que ocurrió previamente.

Apenas dos años antes de que aquello ocurriera, el creador de Sonic, Naoto Ohshima, estaba trabajando en el arte conceptual de un proyecto llamado Twin Stars. En él, dos hermanos gemelos que vivían en un mundo de ensueño debían luchar contra un monstruo de pesadilla.

Pese a que el proyecto terminó cancelado para ser transformado en otra cosa, de aquella idea nacieron los mundos tropicales, loopings y velocidad que luego darían forma a Sonic. Cuando a Ohshima se le encargó trabajar en algo distinto, aprovechó lo aprendido y creado para dar forma a aquél nuevo juego.

Tras algunas iteraciones en las que el personaje de pelo azul pasaría de transformarse en un simpático conejo al erizo que todos conocemos, Sonic alcanzó su diseño definitivo y, para informar a Sega América sobre los planes de los nipones con su nuevo personaje, les hicieron llegar unos primeros bocetos que, bueno, digamos que no fueron santo de su devoción.

El diseño de Sonic era insalvable

El encargado de mostrar a los americanos lo que sería el diseño de su nueva mascota fue Mark Cerny, arquitecto de las últimas PlayStation, pero para sorpresa del que terminaría siendo el genio de Sony, el diseño no gustó en absoluto y, pese a que terminaron eligiendo al erizo en vez de a Eggman en un concurso sobre la nueva mascota porque era “el menos malo de los dos”, no pretendían que aquello quedara así.

“Cuando pregunté sobre el diseño me dijeron que era insalvable, que el diseño del personaje era tan malo que no había comentarios que pudiesen ayudar a convertirlo en algo salvable.
Lo que escuché fue que planeaban lanzar un proyecto para educar a Sega Japón sobre cómo debería ser un buen personaje. Estaban inspirados -o querían sumar al proyecto- por Will Vinton, que entre otras cosas se había hecho famoso por crear el anuncio de las pasas de california (California Risins)”.

Cerny explica también en el libro SEGA Master System: A Visual Compendium que, pese al evidente enfado de los americanos, aquella propuesta no terminó llegando a ningún sitio. Sega Japón siguió a lo suyo y el juego terminó saliendo con un Sonic que demostró ser todo un pelotazo y una máquina de hacer merchandising.

A su éxito ayudó notablemente que, tras dos meses en el mercado, la agresiva bajada de precio de Megadrive catapultó las ventas de la consola y la popularidad del erizo, convirtiéndose así en la mascota oficial de la marca en todo el globo y callando varias bocas por el camino a los responsables de Sega América.

En VidaExtra | Esta es la historia más rara que he encontrado sobre el origen de un personaje de videojuego. Como era de esperar, es de Sonic

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