Durante las últimas semanas os he ido contando mi experiencia con los diferentes modos de juego de League of Legends que van rotando cada cierta cantidad de tiempo. Dos de los que más me han conquistado han sido URF y ARURF, pero en realidad hay otro que me ha cautivado bastante más por su peculiar propuesta: Bombardeo al Nexo.
Sin duda se podría decir que de todos los modos alternativos que existen es el más diferente a todos y desde luego uno de los más divertidos que se le ha podido ocurrir a Riot Games desde que existe el popular MOBA. Tal es el caso que me olvido de ARAM por completo cuando la compañía se anima a traer de vuelta este modo temporalmente.
Porque no todo es planear estrategias y combatir sin parar. El mejor ejemplo lo tenemos con este modo en el que si me dijesen que está inspirado en Mario Party o en otros títulos del mismo tipo, me lo creería completamente. Una apuesta que podría considerarse arriesgada, pero que en realidad ha salido redonda.
El mágico bosque jonio en el que transcurrirán las partidas
Ni el Abismo de los Lamentos ni la Grita del Invocador. En este modo toda la acción transcurre en un mapa completamente nuevo y diferente a cualquier otro. Se trata de un bosque jonio conocido con el nombre de Templo de Lirios y Lotos en el que destaca por su toque tan colorido con árboles por doquier, ríos, arbustos para camuflarse y otros detalles.
Pero si hay algo que llama la atención en él es su pequeño tamaño, por lo que es fácil y resulta rápido llegar a cualquier parte de este lugar que se divide en tres zonas: la línea superior en la que dos jugadores se dedicarán a machacar a las criaturas que habitan por los alrededores; una línea central que deberá de controlar un único jugador; y una línea inferior que protegerán los dos jugadores restantes. Por lo tanto, la función de cada uno variará dependiendo del puesto seleccionado.
Y es que antes de comenzar la partida tocará seleccionar en qué posición quiere jugar cada uno y acto seguido escoger al campeón deseado para disputar la batalla. Eso sí, previamente hay que pasar por una fase de bloqueo en la que se puede seleccionar hasta cinco personajes que no queremos ver ni en pintura en ningún momento. Yo desde luego tengo algunos candidatos por los que me suelo decantar, aunque aquí dependerá más de la línea en la que juegue cada uno para eliminar del terreno a un personaje que pueda ser indeseable.
Aun así, en este modo no es tan determinante decantarse por unos u otros, por lo que en general tampoco pasa nada si uno pilla a su campeón favorito o a alguno que simplemente le apetece jugar. Por otra parte, hay que destacar que las partidas son muy cortas en comparación con el resto de modos, ya que es raro que alguna se alargue más de 20 minutos, a lo que se suma el hecho de que las estadísticas, como la velocidad de ataque o la regeneración de maná, se ve aumentada.
Unas batallas de lo más disparatadas con minijuegos
El objetivo de Bombardeo al Nexo coincide con el mismo que cualquier otro modo de juego, es decir, destruir las torres y la base del equipo contrario para hacerse con la victoria. No obstante, todo lo que sucede mientras tanto es lo que le hace único, porque en cuanto transcurren unos cuantos minutos irán apareciendo minijuegos completamente aleatorios en los que se verán envueltos todos los jugadores.
En total son 11 las pruebas que pueden tocar y que irán produciéndose cada tres minutos aproximadamente, lo que supone una media de entre dos y tres minijuegos por partida, dependiendo de lo que se llegue a alargar. La buena noticia es que el primero de ellos se conocerá en la pantalla de selección de campeón, así que esto también puede suponer un buen motivo de peso para elegir un personaje adecuado para triunfar.
Rey Poro
Por lo que es tan importante ganar es porque los minijuegos brindarán una recompensa de lo más suculenta al que consiga imponerse contra el equipo contrario. Por ejemplo, esto puede suponer la aparición de un cañón por el que saldrán propulsados los jugadores, la invocación del Rey Poro para que nos eche un cable, un carrito de batalla para desplazarse a toda pastilla por el mapa o también un hechizo como la habilidad definitiva de Zilean para resucitar en el caso de morir.
Esto no son más que algunos ejemplos para que os hagáis una idea de por qué son tan importantes, porque son capaces de inclinar la balanza drásticamente a favor de un grupo u otro. Lo malo es que ese factor de aleatoriedad puede resultar un tanto injusto, porque no todos los premios son igual de buenos, lo que supone que a unos les puede tocar un potenciador excelente y a otros una recompensa que no resulte demasiado útil dependiendo del estado de la partida en ese instante.
Un battle royale, el rey de la colina, una carrera de insectos…
Mientras van desfilando los distintos minijuegos la partida transcurrirá con total normalidad, como la de cualquier otro modo. Es cuando comienzan estas alocadas pruebas cuando se puede llegar a desatar el caos dependiendo de la que toque, entre las que está un Battle Royale de distintos tipos. De esta manera, lo normal es que aparezca una ola de fuego que poco a poco irá cubriendo todo el terreno y que naturalmente aniquilará a todo aquel que se cruce en su trayectoria.
Sin embargo, también puede suceder que en este minijuego en cuestión alguien se vuelva gigante o todo se vuelva oscuro y nos volvamos unos cegatos. A su vez, también hay otra prueba inspirada en URF con un combate directo de 5vs5 al mejor de tres rondas, aunque hay otra más con combates entre grupos más reducidos en los que libraremos dos enfrentamientos de 2vs2 y otro más de 1vs1.
Personalmente todos estos son mis favoritos, pero también me encanta uno basado en el típico modo del rey de la colina para conquistar una base o incluso otro en el que dos bichos se desplazarán por el escenario, teniendo que machacar al contrario para que se pare en seco, dado que ganará aquel que cruce primero la línea de meta.
Por todo esto queda claro que será difícil que haya dos partidas idénticas en Bombardeo al Nexo por la amplia variedad de minijuegos disponibles. Hasta habrá una muerte súbita en el caso de que transcurran 18 minutos y nadie haya ganado, momento en el que los minions se volverán máquinas de matar y también aparecerá un gólem gigante por cada equipo al que hay que eliminar para conocer la victoria. Asimismo, su vida dependerá de las torres que hayan permanecido en pie hasta ese momento.
Al final, entre lo rápidas, interactivas, frenéticas y divertidas que resultan las partidas, no puedo parar de jugar a Bombardeo al Nexo cada vez que Riot Games decide traerlo de vuelta, que por desgracia es menos veces de las que desearía. Desde luego este es otro de los modos por los que firmaría donde fuera necesario para hacerlo permanente, porque siempre viene bien tener propuestas tan diferentes a las habituales y encima en un mapa que no es el que estamos acostumbrados a ver diariamente.
