El pasado 23 de diciembre, un tal Lance Perkins de Pembroke, Ontario, recibió una factura de una de sus tarjetas de crédito por valor de 7.625,88 dólares. Hasta aquí nada fuera de lo común más allá de la propia cifra en sí. La mala noticia es que el gasto lo había llevado a cabo su hijo de 17 años a través del ‘FIFA’.
Según podemos leer en CBC, el chaval estuvo utilizando la tarjeta de crédito que su padre le había dado para emergencias dentro del juego, llegando a acumular esos más de 7.600 dólares en microtransacciones.
“Pensó que era un único pago por el juego”, asegura Perkins. “Está tan consternado como yo porque nunca fue consciente de que le estaban cobrando por cada transacción o por cada vez que entraba al juego”.
Es posible que el chaval no tuviera ni idea de lo que estaba pasando, por mucho que introdujera la información de la tarjeta de crédito la primera vez, o que todo esto sea una excusa para intentar arreglar el desaguisado, pero la situación es la que es y no tiene fácil solución.
Lo que dicen tanto la compañía tras la tarjeta de crédito como Xbox
Perkins ha contactado tanto con la compañía que hay detrás de la tarjeta de crédito como con Xbox. La primera ha sido muy clara: a menos que acuse a su propio hijo de fraude no hay nada que hacer.
Xbox, por su parte, aseguró en un primer momento que no podía hacer nada y que la factura se quedaba como estaba. En un segundo intercambio de e-mails, Perkins le explicó a la compañía que su hijo es menor de edad y Xbox respondió asegurando que le echarían un ojo al caso, aunque por ahora la cosa sigue igual. La compañía quiere recordar que:
Las compras realidazas a través de una cuenta parental son transacciones legítimas contempladas en el Contrato de Servicios de Microsoft y animamos a los padres a que usen las diversas características de la plataforma y del servicio que ponemos a su disposición para prevenir cargos no aprobados.
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