Xbox no es una consola, sino una manera de jugar. De hecho, a través del Game Pass incluso puedes sumarte a las partidas de tus amigos al instante y sin tener una Xbox Series, una Xbox One o un PC. Directamente desde navegadores o desde la propia televisión y sin intermediarios. Microsoft ha roto la baraja en lo que respecta a nuestra relación con los videojuegos y Phil Spencer, tiene claro cómo será el futuro: más juego cruzado y menos videojuegos exclusivos.
A través de una entrevista para el medio Bloomberg, Spencer abordó uno de los temas más importantes de cara al futuro de la marca: la adquisición de Activision Blizzard progresa a muy buen ritmo y, por extensión, sagas como Call of Duty capaces de condicionar la compra de una consola pasarán a formar parte de la brutal cartera de Xbox Game Studios. PlayStation es perfectamente consciente de ello.
Phil Spencer, el máximo responsable de la marca Xbox, no obstante, no solo tranquilizó una vez más con su respuesta a los usuarios de las consolas de Sony, reteniendo las intenciones de seguir publicando la millonaria saga más allá de los sistemas de Microsoft, eliminando la posibilidad de que pasase a ser una saga exclusiva de Xbox, sino que también compartió con Bloomberg su idea sobre el futuro de las exclusividades en los videojuegos:
Es algo que vamos a ver cada vez menos.
¿A qué se refiere exactamente Spencer? Podría interpretarse como una indirecta muy directa a la imagen proyectada por PlayStation de cara a los exclusivos propios. Que estas declaraciones asomen apenas un día después de que Death Stranding, cuya marca pertenece a Sony Interactive Entertainment, llegase al Game Pass para PC se presta a ello. Pero la visión de Spencer va un poco más allá.
Tal vez en tu casa tenéis una Xbox y yo he comprado una PlayStation y nuestros hijos quieren jugar juntos, pero no pueden porque compramos la caja de plástico equivocada para conectarla a nuestro televisor.
Lo que de verdad queremos es poder traer más jugadores a la partida y reducir las posibles fricciones. Hacer que las personas se sientan seguras cuando juegan, permitiéndoles encontrar a todos sus amigos. Jugar con sus amigos, independientemente del dispositivo. Y creo que a la larga eso es bueno para esta industria.
Y tal vez a corto plazo, haya algunas personas en algunas empresas a las que esa idea no les agrada. Pero creo que a medida que superamos el bache y vemos dónde puede seguir creciendo esta industria, se demuestra que puede ser posible.
No se trata de un plan nuevo, sino de una declaración de intenciones que viene de muy atrás. Y, si bien, la PlayStation actual ha dado un giro total de su estrategia para llevar sus vendeconsolas a PCs (incluyendo God of War, Spider-Man y próximamente Uncharted y The Last of Us), no está de más recordar que la política de Xbox Game Studios es ofrecer todos sus juegos de lanzamiento en el Game Pass en el máximo número de dispositivos posible.
Dicho lo cual, nos encontramos que el futuro de Starfield, Redfall o el próximo Forza Motorsport pasa únicamente por el ecosistema de Xbox. Desde luego. Pero cualquiera que tenga acceso al game Pass tendrá acceso a estos juegos desde un navegador compatible y a través de Xbox Cloud Gaming. Como referencia, PS5 y Nintendo Switch cuentan con su propio navegador, aunque técnicamente no hay un acceso directo al mismo.
En cualquier caso, Call of Duty seguirá publicándose en PlayStation, los jugadores de Xbox Series X / S, PS5 y PC compartirán campo y balón en FIFA 23 y, pese a la decisión inicial de Sony, todo el mundo puede sumarse a una partida de Minecraft. La visión de Spencer se hace cada vez más tangible y será interesante ver quién da el próximo paso de gigante.
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