Que a las compañías les de por regalar cosas siempre es bueno, más aún si el usuario lleva mucho tiempo confiando sus ahorros a una empresa sin esperar a cambio nada más que un buen servicio. Yo soy de los que cada navidad gasta uno de sus regalos en la suscripción Gold de Xbox Live de ese año y, ojo, podría no hacerlo, ahorrarme ese gasto y utilizar el online de PS3, pero debo reconocer que hasta el momento nunca me ha sabido mal desembolsar ese dinero.
Mucho se habló en los inicios de la actual generación sobre la posibilidad de que los puntos de logros pudiesen convertirse por Microsoft Points, pero en Microsoft no parecen muy por la labor. Donde si han encontrado un posible valor añadido es al regalar dichos puntos como recompensa por nuestra fidelidad al servicio Gold de Xbox Live.
Tampoco empecemos divagar sobre cuantos juegos vamos a comprar porque más de uno se puede llevar un chasco. Y es que como decía al principio regalar cosas siempre es bueno, pero claro, sólo un niño escogería una marca de cereales en vez de otra por el regalo que hay en la caja. Y ahora viene cuando entendéis el símil:
Renovando tu cuenta Gold por otros 12 meses, gastándote casi lo mismo que un juego, y el regalo que te dan son 200 míseros Microsoft Points que además no te llegan ni para comprar un tema premium. Yo no se a vosotros pero a mí me parece una pasada.
Que sí, que a caballo regalado no le mires el diente, pero qué menos que regalar unos pocos puntos más que, al fin y al cabo te los vas a acabar gastando ahí y además haces publicidad del buen hacer de la empresa entre tus amigos: “mira lo que me he comprado con los puntos que me han regalado”. Pues no, 200 y alegra esa cara, que encima que se convierten en el altruismo personificado…
Vía | Xbox
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