La realidad virtual ha llegado para quedarse. Creo que cualquiera que haya podido echarle el guante a un kit de Oculus Rift estará de acuerdo conmigo. Estamos lejos de tener una experiencia sólida al nivel que se le exige a un producto de calidad comercial pero sin duda estamos en camino y ese momento acabará llegando más pronto que tarde.
En la misma línea está Brendan Iribe, el CEO de Oculus VR que durante este último E3 ha seguido defendiendo la visión de su compañía acerca de la realidad virtual y el cómo podría encajar un dispositivo como el Rift. En su opinión, ya sea Oculus u otra compañía, alquilen acabará popularizando un sistema de realidad virtual y los usuarios lo acabarán viendo tan normal como un PC, un smartphone o una tableta. Es cuestión de tiempo y de superar un par de retos tecnológicos pendientes.
“Durante el último año hemos avanzado muchísimo y la tecnología y en entender las causas de esa desorientación y malestar que algunos sufren al ponerse un casco VR. Y estoy tremendamente feliz de poder decir que ya no creo que sea un problema tan grande. Está superado, existirán otros problemas que ya afrontaremos pero creo que ese en concreto está superado.”
“No hay marcha atrás. Una vez que alcancemos la calidad que deseamos con el modelo comercial y hayamos superado algunos retos, la VR se va a propagar como el fuego salvaje. En unos años cada hogar tendrá la posibilidad de disfrutar de la VR. Todo el mundo lo habrá probado del mismo modo que han probado los ordenadores o los teléfonos móviles.”
Desde luego confía en su producto pero como él mismo confiesa todavía están un tanto lejos de llegar a ese punto de adopción descontrolada del que habla. Primero hay retos tecnológicos que resolver y luego falta lo más importante una vez que la tecnología no representa un problema: el contenido. Me muero de ganas por ver qué tipo de contenido puede convencer a todos para adoptar una tecnología como esta.
Vía | GamesIndustry
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