Mucho ha cambiado esta industria respecto al siglo pasado. Antes era todo más simple (en el buen sentido), más auténtico. Los videojuegos, pese a la mala fama que tenían por parte de los profanos, se habían creado con la intención de jugar y, por lo tanto, de pasarlo bien. Eran una válvula de escape la mar de divertida.
Hoy en día, con la masificación que ha sufrido, ya no es igual. Sí que hay un sector del público que lo sigue disfrutando de la misma manera, pero de un tiempo a esta parte también se ha convertido en una profesión. Y el problema es cuando colisionan ambos mundos, especialmente cuando se hace a través de Internet.
Es una industria demasiado agresiva, fiel reflejo de la sociedad, por otro lado. Peleas entre fanáticos para defender a ultranza su sistema de juego, peleas de sexos en busca de un espacio seguro, o simplemente creerse superior a los demás cuando ven a alguien jugar de manera distinta, menos profesional.
Esta industria ha evolucionado, para bien y para mal.
Los videojuegos ya no son cosa de niños

"Deja de jugar a la Nintendo que te consume el cerebro" fue una de las múltiples frases que nos soltaron nuestros padres de pequeños (aparte de llamar "la Nintendo" a cualquier consola). Nunca llegaron a ver bien del todo que jugásemos a algo "de niños", incluso cuando llegamos a la etapa de la adolescencia.
La sociedad siempre lo ha visto como una pérdida de tiempo, pese a que por el camino, dentro de la madurez de esta industria, se hayan potenciado ciertos géneros para ser algo más que un mero entretenimiento, poniendo a prueba todo nuestro intelecto ('The Witness') o difuminando su parecido con las series ('Life is Strange'). Y es que hay títulos ante los que el más inculto en la materia podría caer rendido fácilmente y sin necesidad de un costoso aprendizaje previo.
Pero si los videojuegos ya no se ven desde el mismo prisma de inocencia, es gracias, en buena parte, a los eSports. Desde hace años son un deporte más, y, como tal, un negocio que genera millones de euros. Equipos como el Valencia C.F., fueron de los primeros de España en apostar fuerte por ellos (tienen hasta su propia sección dentro de la página oficial del club), con juegos como 'League of Legends', 'Hearthstone', 'Rocket League' o, cómo no, 'FIFA 17'. Por tener, los eSports hasta comparten uno de los mayores estigmas del deporte: el dopaje.
Además, como es lógico, compañías como Sony y Microsoft tampoco han querido obviar el impacto que están teniendo los eSports, ayudando a fomentar esas competiciones por medio de la Liga Playstation o la posibilidad de crear Torneos en Xbox Live. Todas estas facilidades de cara al usuario son bienvenidas.
Pero, ¿todos buscamos ser los mejores?

Al ser un mercado cada vez más competitivo, crea, en cierto modo, un efecto dominó en el que todos nos vemos arrastrados de vez en cuando. En mi caso, a pesar de importarme más bien poco el tema de competir, sí que me considero un cazador de logros/trofeos, más por el afán completista y satisfacción personal que siempre me ha caracterizado que por compararme con los demás.
Porque ahí todos saldríamos perdiendo frente a usuarios como Hakoom, a quien entrevistaron en Eurogamer el pasado mes de abril, cuando tenía 1.200 Platinos (ahora mismo tiene la friolera de 1.312 Platinos); o Stallion83, quien en marzo de 2014 fue entrevistado por Xbox Wire al ser el primero en alcanzar 1.000.000G de logros (hoy lleva 1.618.324G). Lo triste es que muchas veces, cuando se consiguen hitos como esos, o el del usuario que completó todos los logros del 'World of Warcraft' en 2014, llegan las faltas de respeto asegurando que les falta vida social... Porque esta industria es, al fin y al cabo, un reflejo de la sociedad.
Si uno se organiza, todo es compatible. Lo que no es de recibo es que todavía haya un sector del público que siga viendo esto una pérdida de tiempo mientras se traga maratones completas de sus series favoritas en Netflix. Qué hipócritas.
Cuando hay pasión, de la sana, el ser humano demuestra que es capaz de cualquier cosa. Desde alcanzar tiempos de récord gracias a los speedruns a cosas mucho más serias y vitales, como superar barreras fisiológicas, como Toby Ott o Terry Garrett, dos auténticos cracks que no han dejado de disfrutar de los videojuegos a pesar de su invidencia, o toda esa gente con tetraplejia que puede jugar gracias a accesorios como el Quadstick, demostrando en muchos casos que pueden jugar perfectamente a los videojuegos. Y eso es fascinante.
Ése es el hermanamiento que se debería conseguir.
Al final cada uno debería jugar a su ritmo

Hay que dejar de criticar, y foll jugar más. ¿Qué más da si alguien prefiere jugar a un FPS con mando en vez del clásico combo del ratón y teclado? No todos se sienten igual de cómodos con esos accesorios del PC y hay que respetarlo.
Sin olvidar, por otro lado, que se puede ser bueno en ambos casos. Alcancé buenas marcas en 'Battlefield 4' probándolo de las dos maneras, por mera curiosidad. Y aunque no hubiese alcanzado el resultado óptimo, mi único objetivo era divertirme. Porque uno también se lo puede pasar bien aunque su nombre no salga en el primer puesto. Otro tema es cuando te topas con gente que hace trampas o que es mal perdedor y te hace un ragequit. Pero son casos extremos.
Así que el mejor consejo que podemos dar, parafraseando (o más bien, metamorfoseando) cierta frase de cultura popular, es juega y deja jugar.
Lo demás, no importa.
En VidaExtra | Jugar ya no es lo que era (y eso está bien)
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19 comentarios
sr_hyde
Juego para relajarme incluso en juegos competitivos, me da igual perder o ganar si me divierto (mientras no me machaquen con cero frags). Lo que me da rabia de verdad es que siempre hay alguien de fondo que le gusta restregar sus victorias y suelen ser niñosrata a grito pelado.
Esto me hace entrar en modo berserker y arraso con todo en la partida (a mí me pasa en Doom). Entonces ganas pero para no rebajarme a su nivel, no digo ni mú a nadie. Lo malo es que me genera un estrés por ganar y "callar bocas", ergo... acabo jugando online menos de lo que me gustaría por estas situaciones de gente que juega para reirse de otros.
Nudillos
Todos queremos divertirnos el problema es que no todos lo conseguimos del mismo modo. De todas maneras el Hakoom ese que ha logrado tantos logros, o el del millón de G o el del WOW, sinceramente están más cerca de la obsesión que de la diversoión, y de eso Jarken, no haces mención. Si todo tu tiempo lo inviertes en jugar, como con culaquier actividad, no creo que sea muy sano. Lo malo de los videojuegos, es que no son productivos, son entretenimiento, a no ser que seas un profesional y vivas de ello, jugando o creándolos, invertir todo tu tiempo en ellos no me parece que sea sano.
len03
Divertirme, si me pongo competitivo no me aguanto ni yo...
MrTenguman
Cuando juego siempre lo hago para divertime y pasar el rato. Especialmente en juegos como Overwatch y TF2. No suelo tocar los modos competitivos debido a la toxicidad que suele tener la peña, que ademas yo duraria poco en este tipo de modos de juego. Reconozco que he ido alguna que otra vez en modo "pro", pero generalmente, suelo jugar con tranquilidad y echarme unas risas.
konosoke
A mí me gusta divertirme y me gusta ser bueno jugando. No me importa no ser el mejor, que siempre gusta, pero lo que no me gusta es ser el peor. De hecho, últimamente juego fatal al Gears 4 y me paso el día en el suelo cuando en el Gears 2 estaba en el ranking de la horda, por ejemplo.
Eso sí, cuando juego a pantalla (com)partida, me gusta el pique de quitarle los objetos al otro, hacer más puntos y burlarnos de las cagadas mientras nos tomamos unas cervezas.
belanner
Pues cuando se trata de juegos competitivos: SI. Ya sea un Mario Kart, Mortal Kombat, Halo, Hearthstone o lo que sea... como en cualquier competición
kanete
La competitividad es inherente al individuo, a todos nos gusta subir de nivel, los logros, ganar en el on-line, todos comparamos los logros que hemos sacado con otras personas... Otra cosa sería cómo se tome eso, que deja de ser sano cuando la meta es superar a otra persona solo por el simple hecho de superarla.
Luego entra el tema de la gente que te toma como enfermo solo por seguir haciendo esas cosas y usando tu tiempo libre jugando en vez de viendo cualquier basura que echen por la TV. Aquí lo que falta es respeto a los intereses del prójimo, y gente que se cree mejor que otra por hacer esas cosas, que es lo que se supone que hace la "gente normal".
sugarterrorist
Divertirse y juegos online son conceptos opuestos. No debería pero lo son.
Cualquiera que haya jugado al League of Legends o similares sabe que jugar sin tener trolls y niñatos insultando es totalmente imposible.
Hay gente que se "divierte" molestando a los demás y arruinando su experiencia de juego.
Mi teoría es que todos esos niñatos trolls no sabe jugar ni quieren aprender, al empezar a jugar pensaron que eran unos campeones mundiales pero se llevaron la sorpresa de ser unos mancos de cuidado. Pero lejos de hacer autocritica, se dedican a destruir el juego en lo que pueden.
zap0078
"Lo triste es que muchas veces, cuando se consiguen hitos como esos, o el del usuario que completó todos los logros del 'World of Warcraft' en 2014, llegan las faltas de respeto asegurando que les falta vida social... Porque esta industria es, al fin y al cabo, un reflejo de la sociedad.
Si uno se organiza, todo es compatible."
Todo en esta vida es compatible, pero haciendo uso responsable de ello. Ya te digo yo que la persona que completó los logros en el wow, o no tiene mucho con qué llenar su vida detrás del monitor o te dedicas a jugar exclusivamente para hacer los logros y ya. Y siendo ese juego, ya te digo que es lo primero. Así que, todo es compatible pero con sentido común. Esos logros no se completan solos con "todo es compatible"
vortexwong
Los e-sports y el juego online se han cargado la experiencia que ofrece un videojuego. Quizas no se la han "cargado" sino que ha cambiado.
Hemos perdido cosas como el "cable-link" o Los juegos de 2 o 4 jugadores y todo lo que conlleva.
palamar
Ya he tenido más de una vez esta conversación con un Gamer. Creo que hay que puntualizar una tema claro, una cosa es jugar y otra competir. Hay gente que se siente cómoda y se divierte simplemente con lo primero pero no compite nunca, incluso en un juego competitivo, y si gana, mejor, pero si pierde, al menos tiene la satisfacción de haber pasado un rato distraído.
Distinto es si realmente hay un torneo, un premio y un título de competencia, ese tipo de persona seguramente no se anote o no entre dentro de la competencia ya que ganar no es algo opcional sino importante.