La bonanza económica de Nintendo en los últimos tiempos ha tenido múltiples efectos colaterales, debido en gran parte a la conquista de un nuevo mercado y a la creación de nuevas formas de jugar.
Pero el factor fundamental es que esto confirma que la empresa de Kyoto todavía tiene muchas cosas que decir en un mercado que le pertenece por derecho propio.
Desde que en 1983 lanzara la Famicom, Nintendo ha permanecido como una de las empresas más representativas y rentables del país nipón, pero nada en comparación con el éxito de los últimos años, que ha disparado el precio de las acciones de la compañía hasta cifras que habrían sido impensables hasta para los más optimistas hace tan solo unos años.
Como consecuencia de este ascenso en bolsa de la empresa, uno de los principales beneficiarios es Hiroshi Yamauchi, descendiente de Fusajiro Yamauchi, fundador de la empresa, que ha pasado a convertirse en el hombre más rico de Japón, con un incremento de su fortuna de tres mil millones de dólares en el último año.
Hiroshi estuvo al frente de Nintendo desde 1949, cuando la empresa todavía se dedicaba a fabricar barajas de cartas, hasta 2002, año en que dejo el cargo.
Nintendo siempre ha sido una empresa familiar, pero ha tenido que ser el el relevo generacional de alguien de fuera de la familia, Satoru Iwata, el que conduzca a la compañía hacia una nueva era de crecimiento y progreso imparable. Mientras tanto, Yamauchi puede consolarse comprobando el balance de su cuenta corriente, engordada ahora gracias al gran stock de acciones que todavía conserva de la compañía.
Algún día os contaré la historia de los Yamauchi y sus historias familiares, dignos del mejor culebrón de sobremesa. Pero mientras tanto, ahi queda ese dato como muestra de la recuperación económica de la empresa que todos daban por perdida hace unos años.
Vía | Gamesindustry.biz
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