La noticia nos sorprendía esta mañana con el fallecimiento de Masaya Nakamura, fundador de Namco, a los 91 años. Con su pérdida se nos va la figura clave de una de las compañías más prestigiosas de Japón y, por extensión, de todo el mundo.
Hablamos, cómo no, de la mítica Namco, una de las más veteranas de esta industria (se fundó en 1955, aunque no se centró en los videojuegos hasta 1978) y a quien siempre asociaremos irremediablemente al bueno de Pac-man (creado por Toru Iwatani), su mascota más internacional y todo un icono de la cultura pop.
Namco: 62 años de historia gracias a Nakamura
No se puede entender Namco sin la figura de Masaya Nakamura. De hecho, si nos centramos en sus orígenes, en su etapa más primigenia, cuando se dedicaba a los coches eléctricos para niños por la zona de Yokohama, en Tokyo, pasó de llamarse Nakamura Manufacturing a Nakamura Amusement Machine Manufacturing Company (a la postre, las siglas de NAMCO) en tan solo tres años.
Pese a todo, la empresa tardaría bastante en dedicarse de lleno a los videojuegos. Su primer acercamiento serio fue con el prácticamente desconocido 'Racer', de 1970. Una máquina recreativa que simulaba carreras de competición y que contó con volante de rigor e incluso un pedal para acelerar. Salvando las distancias, se podría decir que en cierto modo fue el precursor de 'Ridge Racer' y una muestra de lo ligada que ha estado la compañía de Nakamura con los salones arcade.
Ni Pac-man ni Galaxian, el primero fue Gee Bee
Pero si hablamos de videojuegos como tal, el debut de Namco llegaría en 1978 con 'Gee Bee', otra recreativa bastante desconocida por estos lares. Diseñado por Toru Iwatani, quien se haría popular un par de años después con el citado Pac-man, consistía en una especie de mezcla de pinball con 'Breakout'.
El objetivo era eliminar todos los bloques de la pantalla mientras controlábamos distintas palas (como si de un 'Pong' se tratase, a su vez) y controlábamos los rebotes tan típicos de los pinball. Lo mejor es que lo veamos en movimiento.
En 1979 llega su primer éxito mundial: Galaxian
Si bien 'Gee Bee' fue el primero, pocos se acuerdan de él. Y la culpa la tiene 'Galaxian', que se publicó un año después. No es para menos, puesto que Namco se inspiró claramente en la fiebre por 'Space Invaders', de Taito Corporation (otro icono de peso), que llevaba un año petándolo en los salones recreativos.
'Galaxian' copió sin tapujos su fórmula, pero aportando su propio toque personal: las naves alienígenas tenían distintos roles y se abalanzaban contra nosotros de manera impredecible. Cabe decir, en cualquier caso, que dos años después se vio ampliamente superado por su secuela, 'Galaga', donde los aliens podían capturar nuestra nave (y perder una vida) o recuperarla justo después y contar con dos naves de golpe. El año pasado, sin ir más lejos, Namco volvió a recordar esta saga por medio de la colección Arcade Game Series. Aunque también la recordamos por ser una de las pantallas de carga más divertidas de su etapa en consolas.
1980: nace Pac-man, el comecocos por excelencia
Sobre la figura de Pac-man ya hablamos largo y tendido hace años por medio de nuestro especial de personajes míticos de los videojuegos, pero no podemos pasarlo por alto en este repaso a Namco debido a lo importante que sigue siendo.
Con 'Pac-man', Namco logró diferenciarse del resto de compañías y de la imperante moda por los juegos de naves (algo a lo que sucumbió con el citado 'Galaxian'). Pero además, creó a su vez un videojuego libre de ataduras sociales. Porque Toru Iwatani, su creador (y a quien vimos de invitado estrella en la no muy avenida Pixels), buscó con este título "que las mujeres se acercasen a este mundillo". Que por aquel entonces esto era coto casi exclusivo de hombres.
Sin ir más lejos, debido a ello, se apostaría más por esa idea un año después con 'Ms. Pac-man', en donde la señorita del comecocos por excelencia adquiría total protagonismo. Pero no se limitó a ser un copia-pega, sino que aportó diferencias notables en su mecánica (desde las fases, esta vez con dos portales a cada lado, o el patrón de movimientos de los fantasmas). Y fue otro éxito rotundo.
Al ser su mascota oficial, no es de extrañar que en sus más de 30 años de historia haya protagonizado innumerables títulos (no todos al mismo nivel, que conste), demostrando seguir en plena forma en la época actual al renovar su fórmula original, como bien han demostrado los adictivos 'Pac-man Championship Edition DX' (y eso que su secuela no ha estado tan inspirada) o 'Pac-man 256'.
Los ochenta, una etapa muy activa para Namco
Desde entonces, en toda la etapa ochentera, Namco no dejó de aportar nuevas franquicias de renombre, como 'Dig Dug' y 'Xevious' (ambos en 1982), 'Rolling Thunder' (1986) o 'Splatterhouse' (1988), entre muchísimos más, como 'Rally-X' (1980) o 'Pole Position' (1982). Sin contar secuelas y demás, sobrepasando el medio centenar de juegos entre 1980 y 1989, ambos años inclusive.
Además, quedaron patentes sus géneros predilectos: la acción y la velocidad. Aunque también es cierto que de aquellas no había la amplia variedad que tenemos hoy en día, principalmente por lo limitadas que eran las placas de esa época y que todo se plantease en dos dimensiones. Pero todo cambiaría luego.
El boom 3D y el pelotazo de las Namco System
Namco experimentó un salto de calidad considerable a comienzos de los noventa. Trasteó con diversas placas, como Namco System 21 ('Air Combat', 1992), Namco System 22 ('Ridge Racer' en 1993, o 'Time Crisis' en 1995) o Namco System 11 ('Tekken' en 1994, o 'Soul Edge' en 1995), entre muchas más. Y en todos los casos, destacando por su solvencia con las 3D, la moda imperante en aquella década.
SEGA fue un duro competidor, y de hecho todo lo que sacaba una tenía su contrapartida en Namco. 'Virtua Racing' fue rival de 'Ridge Racer', 'Virtua Fighter' de 'Tekken', 'Virtua Cop' de 'Time Crisis', y así sucesivamente con otras sagas. Pero al menos en los distintos modelos de la placa Namco System no se veía todo tan cuadriculado, sin tanto detalle y demasiado "virtual" (hasta que SEGA mejoró su placa Model con distintas revisiones a mediados/finales de los 90, claro).
Hoy en día muchas de las sagas que creó Namco siguen teniendo mucho peso en esta industria e incluso siguen en activo. Ahí tenemos los casos, por ejemplo, de 'Tekken 7', que regresará con fuerza el 2 de junio, o 'Ace Combat 7', también previsto para 2017. Aunque demandemos el regreso de 'SoulCalibur' sin éxito.
También destacó con los juegos de rol en consolas
Al expandirse de manera más notoria en las consolas en la época de los noventa, Namco también empezó a experimentar con más énfasis en otros géneros impensables en recreativas. Como el rol. Así surgió en 1995 la saga 'Tales of', de la que casualmente se publicó hace unos días su último capítulo hasta la fecha ('Tales of Berseria'). Sin olvidar su labor de editora con otros trabajos, como los 'Baten Kaitos' de tri-Crescendo (creador del 'Valkyrie Profile' de 1999 por Enix).
En este último también estuvo involucrado Monolith Soft (estudio nipón muy reputado hoy en día, especialmente por 'Xenoblade Chronicles'), que tras sus inicios para Squaresoft ('Xenogears'), siguió exprimiendo el universo "Xeno" con diversos capítulos para 'Xenosaga' editados por Namco. Y pese a no haber salido nunca fuera de Japón, también fue el artífice del 'Namco x Capcom' de PS2.
Si echamos un vistazo al futuro, lo más esperado que nos deparará Bandai Namco es la secuela del preciosista 'Ni no Kuni' de Level-5, prevista para este mismo año.
Año 2005: llega el acuerdo entre Bandai y Namco
Antes mencionamos el binomio Bandai Namco a la hora de hablar de la actualidad. Y es que, como todos sabemos, la empresa del tristemente fallecido Nakamura tuvo su mayor punto de inflexión en 2005 con la fusión entre Namco y Bandai. Los dos gigantes nipones se aliaban para crear una marca mucho más fuerte al aunar distintos departamentos: videojuegos, anime, juguetes y todo tipo de merchandising... Nombres como Dragon Ball o Naruto se potenciaron tras este acuerdo, aunque también propició otro tipo de adquisiciones, como la compra de casi la totalidad de acciones de otros estudios como Banpresto o D3 Publisher.
Al contrario que, por ejemplo, Konami, otra de las veteranas (e irreconocible a día de hoy), la salud de Bandai Namco sigue siendo envidiable, tanto con los productos que salen de su mano como a los que les da cobijo. No olvidemos que 'Dark Souls III' fue uno de los grandes del año pasado y lo trajo precisamente Bandai Namco. Pero es una pena que ya no nos acompañe el maestro Nakamura.
Desde aquí nuestro más sentido pésame a toda su familia.
Imagen | estivador (deviantART)
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