A finales de 2018 y tras sufrir considerables recortes de personal, Capcom Vancouver cerraba la persiana tras casi 10 años dedicados a una misma franquicia. Por el camino, una larga lista de proyectos cancelados.
El equipo de DidYouKnowGaming? da a conocer ahora qué llevó al estudio anteriormente conocido como Blue Castle Games a convertirse en una fábrica de Dead Rising y a cerrar con un lanzamiento tan inferior como el de Puzzle Fighter.
Al parecer, las relaciones entre Vancouver y Japón no fueron las ideales y los cambios de líderes y equipo se fueron sucediendo entrega tras entrega hasta provocar el cierre del estudio durante el desarrollo de Dead Rising 5. Problemas que, en gran medida, también frenaron el desarrollo de otros siete juegos como Dino Crisis.
Tras no pocas propuestas basadas en franquicias de Capcom, desde Onimusha a Resident Evil pasando por Mega Man o un juego de acción basado en los monstruos de Ghosts 'n' Goblins, Capcom Vancouver acabó recurriendo a nuevas IP.
Un shooter de ciencia ficción y supervivencia, otro juego que sus creadores citan como "un Destiny antes de Destiny"... Proyectos que por una razón u otra acababan cancelados durante el desarrollo o incluso antes de que se llegase a una fase de preproducción.
Sin embargo parece que fueron los cambios de enfoque del cancelado Dead Rising 5, que pasó de ser algo en la línea de los mundos abiertos de Ubisoft a algo estilo Dark Souls, lo que acabó provocando que Capcom diese carpetazo al estudio para centrarse en el desarrollo nipón.
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