No tengo la Mega Drive enchufada, pero tampoco la pierdo de vista. El motivo de lo segundo es una mezcla de nostalgia y coleccionismo que poco a poco va cobrándose más espacio del recomendable. El del primero, porque casi todos los juegos esenciales los tengo a mano. Literalmente en la palma de mi mano gracias a 'SEGA Forever', pero también repartidos en diferentes consolas desde hace décadas.
SEGA ha vuelto a desarrollar hardware, o más bien consolas. Mini consolas, de hecho. Un nuevo modelo de Mega Drive que no oculta sus semejanzas con el exitoso formato retro de las consolas clásicas de Nintendo, aunque lógicamente no ha ido mucho más allá de su anuncio. A fin de cuentas, tiene un nuevo recopilatorio en el horno.
O más bien dos, y es que la poco razonable ausencia de la 'Mega Drive Classics' en Switch ya tiene su porqué: un recientemente anunciada 'SEGA Ages'. Una nueva oportunidad de disfrutar de sus greatest hits y cuyo nombre ya usó la compañía del erizo azul en dos líneas de juegos -que por entonces ya estaba considerados clásicos- en Saturn y PS2.
Siendo justos, el caso de Saturn estamos ante una selección de juegos reunidos en un mismo disco que no dejaba pasar la oportunidad de incluir sus aclamadas recreativas, mientras que en el segundo caso se apostó por relanzar en la consola de Sony títulos y sagas completas a precio reducido.
La coletilla de 'SEGA Ages 2.500' hacía referencia al precio de venta en japón: 2.500 yenes cada juego o saga.
Pero, tras el anuncio de ayer, quedó patente que SEGA no tiene la intención de esperar a que Nintendo lance la Consola Virtual para publicar ‘Sonic The Hedgehog’ en Switch. Por algo será.
¿La Mega Drive se llegó a ir alguna vez?
Sin alejarnos demasiado de las colecciones y recopilatorios, hay que admitir que nadie, ni siquiera Atari, puede rivalizar con SEGA a la hora de publicar sus licencias. Y ojo, que no es ningún crimen llevar sus series a nuevas plataformas. Menos aún cuando estamos hablando de joyas como aquellos ‘Sonic’ de la era de los 16 bits, la trilogía de ‘Streets of Rage’ (o, al menos, su segunda parte) o un ‘Outrun’ que nunca pasa de moda.
Lo malo es cuando sacas dos, tres o más recopilatorios con demasiados juegos compartidos para la misma consola.
Pero, retomando el tema de la Mega Drive Mini, tenemos que puntualizar en algo que a todos se nos ha pasado por la cabeza con su anuncio: ¿dónde encaja en la ecuación aquellas mini-consolas que llevo viendo décadas en las estanterías de comercios y tiendas online?
Puede que tras la Dreamcast -a la que no le faltaban ni juegos ni exclusivos- SEGA decidiera salirse de la pista a mitad de la generación de los 128 bits, pero aquella decisión le permitiría adoptar tres nuevos roles.
- El de una de las Third Parties más relevantes de cara al resto de sistemas.
- El de una compañía que fuertemente centrada en preservar su legado.
- El de una marca que ha luchado en primera línea en el sector de los videojuegos, con una mascota reconocible a nivel mundial
Y es precisamente en este último punto en el que, al igual que Lucasarts, relega su legado consolero a compañías externas, licenciando sus máquinas más queridas.
En Brasil la Mega Drive y su legado cuajaron muy bien. Tanto que se ha seguido produciendo a día de hoy. De hecho, en el país de la samba vimos consolas únicas como la master System 3, versiones portátiles y sistemas completamente licenciados con juegos preinstalados.
Además, el año pasado se relanzó la producción de la Mega Drive en exclusiva para el mercado carioca. Los mismos chips, las mismas salidas de vídeo y los mismos acabados. Desafortunadamente, el precio de la consola no iba en la misma tónica que el de los componentes.
Por otro lado, la 16 bits fe SEGA ha sido licenciaba en repetidas ocasiones a través de la serie Sega Mega Drive Flashback y sucedáneos. Un sistema licenciado por sega también y con decenas de títulos preinstalados.
Los modelos más recientes de la Mega Drive Flashback ofrecen cable HDMI, mandos inalámbricos de seis botones y la siempre agradecida posibilidad de usar los cartuchos de juego originales. Y pese a que se llegaron a rediseñar para subirse al carro de las consolas clásicas nintenderas, la calidad y el acabado de estas estaba muy por detrás de lo que ofrecía la gran N.
De hecho SEGA no es la única en hacerlo, SNK hizo lo propio con Neo Geo en más de una ocasión y posiblemente la legendaria Atari tenga el récord en esta materia.
Algo que no veo mal, que conste, ya que ofrece una oportunidad más para disfrutar de juegos que a día de hoy siguen calando gracias a su encanto atemporal y su generosa rejugabilidad. Pero a fin de cuentas nos toca plantearnos en serio. ¿Cuántas veces he comprado el mismo juego?
¿Cuántas veces me ha propuesto SEGA jugar a Sonic ?
Desde que se estrenará en Mega Drive hasta su inminente aparición en la 'Mega Drive Collection' prevista para julio, el ‘Sonic’ clásico se habrá editado por o bajo consentimiento de SEGA en prácticamente todos los sistemas desde la Dreamcast, apareciendo en plataformas tan distintas como Game Boy Advance o Apple Tv. Aunque la cifra se dispara al sumar los recopilatorios, claro.
Pero ojo, merece la pena considerar excepciones como '3D Sonic the Hedgehog' que llegó a Nintendo 3DS o que en Xbox One está disponible gracias a la retrocompatibilidad. Y no es el único título clásico de la 16 bits de SEGA disponible a través de este sistema.
Pero también es injusto no recordar que en más de una ocasión se nos han regalado Juegos clásicos por nuestra cara bonita. Es más, el evento anual ‘Make War not Love’ ha recompensado a con juegos del calibre de ‘Golden Axe’ o ‘The Revenge of Shinobi’.
Luego está el sello ‘SEGA Forever’, la colección de juegos clásicos gratuitos para dispositivos móviles que incluye joyas y rarezas de la megadrive como ‘Sonic 2’, ‘The Story of Thor’ o ‘Decap Attack’. De hecho el trato que se nos propone es interesante: versiones mejoradas y con extras a cambio de ver anuncios, pudiendo retirar estos últimos por aproximadamente un euro.
El caso está en que, entre promociones, descuentos digitales, recopilatorios y ediciones a las que poco me he podido resistir, he perdido la cuenta de las veces que he adquirido la mayoría de estos juegos. Especialmente de aquel ‘Sonic The Hedgehog’ que me encandiló a toda una generación y, a su modo, sigue haciéndolo.
Y luego está el cartucho que en su día me compraron mis padres y cuya caja, por desgracia, ya no conservo. Un trocito de plástico algo desgastado con una pegatina en las mismas condiciones y cuyo circuito no te negaré que me da miedo poner a prueba.
Las instrucciones están bastante peor a base de releerlas, me temo
Un trocito de mi infancia al que es imposible no tenerle cierto cariño.
Lo que necesita la Mini Megadrive para competir con la Snes Classic mini
La MegaDrive mini ya me tenía ganado antes de se anunciase su existencia. Quizás hubiera preferido una Dreamcast Mini, claro, pero me surgen toda clase de dudas con ella. Empezando por su salida al mercado europeo si tenemos en cuenta que ni la cuenta de twitter oficial de SEGA ni el canal de Youtube han confirmado su llegada a occidente a la hora de escribir estas líneas.
Y quiero creer que ese anuncio ocurrirá tarde o temprano.
Lo principal es que, a diferencia de las Mega Drive Flashback, espero un acabado de calidad. Materiales que den la impresión de tratarse de un artículo creado para fans y, a ser posible, con los colores europeos. Me da igual que le pueda meter los cartuchos originales. También me da igual que, como la que tuve, pueda enchufar unos auriculares en ella.
Pero lo que sí me importa es la selección de juegos y variedad de los mismos. ¿Cuántos son suficientes si en julio se ofrece una colección para consolas con más de 50 títulos y las mini consolas licenciadas ofrecen más de 80? Bueno, realmente me preocupa más que falten algunos esenciales. Como el ‘Sonic 3’ o el ‘Gunstar Heroes’ de Treasure.
Es más, si quiere competir con las mini consolas de Nintendo, al igual que estas tendrá que ofrecer títulos emblemáticos de otras compañías. Nos estamos refiriendo a ‘Earthworm Jim’, al ‘Mega Bomberman’ al ‘Strider’ de Capcom o a un 'Aladdin' que difuminó la línea que separa los juegos y la animación tradicional.
Y ya puestos a hacer las cosas bien, no está de más ofrecer una experiencia de juego que se desmarque de las versiones emuladas y que sume añadidos como los puntos de guardado y algún filtro extra. Siendo consciente, claro, que tendría poco sentido que usara euroconector a estas alturas de la partida.
Pero me conozco, y sin atreverme a fantasear con la idea de que traerá un segundo mando para que mi hermano vuelva a ser Tails por millonésima vez, ha llegado un punto en el que espero que la caja no desentone en tamaño y diseño con las de las versiones mini de la NES y la SNES. Porque mientras te escribía estas líneas ya le pude encontrar el sitio.
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