Ya está aquí, ya llegó y todos la estábamos esperando. La sucesora de Nintendo DS Lite ha levantado un montón de suspicacias desde el día en el que se anunció su desarrollo. DSi parecía situarse en un término medio sin llegar a ofrecer novedades interesantes ni convencer a los usuarios de DS a dar el cambio, pero… ¿qué oscura razón podría mover a Nintendo a apoyar un cambio de plataforma así?.
Pues además de la lógica evolución en el hardware, podríamos encontrar motivos en la lucha contra la piratería. Por todos es sabido que Nintendo DS es una consola amigable para los corsarios de la bandera huesuda, pero DSi pasa a ser un enemigo.
Un enemigo al que Nintendo controlará mediante actualizaciones de firmware que, en principio, deberían ir neutralizando los intentos de montar una auténtica fiesta por parte de la armada pirata. Nintendo ya ha mostrado sus armas pero… ¿cómo luchar cuando ya han inventado un sistema para saltarse las nuevas protecciones?.
Imaginad una FlashCart con la capacidad de recibir también actualizaciones de firmware especialmente diseñadas para “torear” las barreras que vaya creando Nintendo y un equipo detrás dispuesto a ir ofreciéndolas de manera gratuíta.
Evidentemente no voy a dar el nombre del sistema (esa no es la VÍA), aquí no queremos fomentar la piratería y es por todos sabido que la plana mayor de nuestros lectores compra de 10 a 15 juegos originales todos los meses, pero sobre lo que sí quiero planear es sobre el poder que actualmente tienen los grupos de homebrew.
Es increíble lo que la scene puede llegar a hacer y, tarde o temprano, las compañías van a tener que darse cuenta y conseguir apoyarlo o integrarlo al sistema de algún modo. ¿Imagináis consolas abiertas para poder recibir homebrew sin romper ninguna garantía?.
Vía | Kotaku
Ver 30 comentarios