Poco a poco vamos conociendo más detalles del interior de las consolas de nueva generación y en este caso le toca el turno a Xbox One. En la conferencia Hot Chips que se celebró hace unos días se desvelaron buena parte de los detalles del chip SoC que Microsoft ha diseñado para la heredera de la Xbox 360.
Proceso litográfico de 28 nm, fabricado por TSMC y de un tamaño considerable (363 mm cuadrados) para albergar 5.000 millones de transistores tal y como desvelaron en la presentación de la consola. Eso viene a ser el triple de los procesadores actuales Haswell con una superficie de 177mm cuadrados y 1.400 millones de transistores.
Un novedoso sistema que presentará memoria caché ESRAM de 32MB, una GPU de 12 núcleos que ha visto aumentada su velocidad de reloj desde los 800 MHz iniciales a los 853 MHz finales, una CPU de ocho núcleos a 64 bits y con 4 MB de caché L2 y finalmente 8 GB de memoria DDR3.
Lo interesante de la conferencia es que se aclaró que además de los ocho núcleos de la CPU principal y los doce de la GPU se encuentran disponibles otros dos núcleos más que previsiblemente servirán para la gestión del audio y la interacción con Kinect.
Según los expertos en hardware y ahora que se conoce la arquitectura de Xbox One una cosa está clara: hay potencia para rato. Más allá de que PS4 pueda presentar números brutos más salvajes queda claro que Xbox One va bien servida y presentará batalla. Al final los que inclinarán la balanza para un sistema u otro serán los juegos.
Vía | Xataka
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