Cuando pedimos innovación podemos encontrarnos con cosas como Cobra. ¿Qué os parecería un dispositivo pensado para jugar en el que el hecho de doblar una de sus esquinas, por ejemplo, tuviera algún tipo de efecto en el juego? Pues algo así es lo que se trae entre manos un equipo de la Queen's University de Ontario.
La idea suena rara. Es rara. Y no es que tenga pinta de ser la mejor forma de jugar del mundo, pero también es cierto que locuras como esta son las que pueden dar pie a otras ideas más evolucionadas que sí pueden llegar a resultar interesantes.
El invento básicamente está formado por una pantalla flexible repleta de sensores, un proyector que el jugador debe llevar en el hombro (no es broma), y un wiimando a modo de cámara para detectar la posición de la pantalla. Los inconvenientes de un sistema así saltan a la vista, pero como os decía antes, es posible que a raíz de esto lleguemos a ver algo nuevo que resulte más manejable.
Vía | CNET Asia
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