Todo lo que hace mal la portada del nuevo Doom

Cuando Bethesda dio a conocer el regreso de 'Doom', el proyecto se convirtió automáticamente en la gran esperanza de quienes ansían un regreso a los orígenes del shooter en primera persona. Ninguna otra franquicia representa mejor aquellos años dorados que la evolución ha dejado atrás.

'Doom' es, ante todo, pura personalidad, fuerza bruta, violencia sin disculpas, una oda a todo lo que está mal a ojos de quienes demonizan los videojuegos, y por eso nos gusta tanto. Se espera un fuerte golpe de efecto cuando este juego llegue a las tiendas en mayo, y precisamente por eso está causando tanto revuelo la portada que ha sido recientemente desvelada:

¿Qué está mal en ella? Bueno, pues básicamente todo, porque como carta de presentación representa todo lo opuesto a lo que se espera de un juego así. ¿Dónde está aquí la fuerte personalidad, el toque único, la declaración de intenciones? Tristemente, ni están, ni se esperan.

Una oda a lo rándom

Un marine espacial, escopeta en mano, frente a cámara con la pertinente explosión de fondo, todo ello con un tratamiento de color que solo entiende de marrones y amarillos. Más genérico imposible. Una portada que podría ser la de cualquier shooter moderno sin nada especial que contar.

Con solo cambiar el logo, la portada se hace válida para casi cualquier título de acción reciente

De no ser por el logo clásico de la franquicia puesto sobre su pecho, presentado de manera mucho más sencilla, como mandan los cánones estéticos actuales, sería imposible pensar en 'Doom' viendo esta carátula. Este mensaje de NeoGAF con mucha mala baba y buen humor representa perfectamente a lo que me refiero: con solo cambiar ese logo, la portada se hace válida para casi cualquier título de acción reciente.

Está claro que a nivel técnico no es un mal trabajo, eso nadie lo pone en duda, pero no es una cuestión de talento del diseñador lo que estamos tratando aquí. Es más bien una duda razonable ante lo poco que nos dice a nivel artístico, y de lo escasamente motivador que eso resulta de cara a un juego que aspira a ser puro estímulo.

Mirar al pasado siempre ayuda

Todo lo que esta portada hace mal queda perfectamente evidenciado cuando miramos al pasado y vemos lo bien que se hizo con los capítulos clásicos de la saga. Obviamente, eran diseños de otra época, pero han resistido como iconos al paso del tiempo por un motivo: tenían mucha personalidad. Exactamente lo que no tiene esta nueva portada, vamos.

Mirad la portada del primer título, por ejemplo: ahí tenemos al marine espacial aleatorio, sí, pero en torno a él, una horda de demonios que se agarran a sus brazos, le atacan, le amenazan por todas partes, le llevan al borde mismo de la desesperación. Es una representación brutal de lo que luego ofrece el juego. Todo ello con un poderoso uso del logo a sus espaldas.

La ilustración empleada para la segunda entrega retomaba la idea de estar sumido en el mismo centro del infierno, en una batalla donde solo el más salvaje arsenal nos podría ayudar, y para 'Doom 3' se tomó el camino todavía más directo del engendro infernal saludando a cámara. No era tan buena, pero cumplía trasmitiendo un mensaje que ahora parece totalmente olvidado.

Si ya lo tenías, Bethesda

Lo más gracioso de todo es que Bethesda ya había presentado artworks que podrían haber hecho mucho mejor papel como carátulas. Aquella primera ilustración del demonio que disparaba con frenesí contra nosotros hablaba mucho más de ese nivel de infernal brutalidad que este juego debería mostrar, aunque imagino que a costa de asustar a unos cuantos padres por el camino. Quizás algún directivo de Bethesda consideró que ese era un precio demasiado alto a pagar.

Quizás algún directivo de Bethesda consideró que asustar a unos cuantos padres era un precio demasiado alto a pagar

Juzgar un libro por su portada está mal, y también un videojuego. Quiero creer que nada de lo que indica este soldado espacial carente de personalidad es representativo de lo que el juego final nos dará a vivir en mayo, pero tampoco puedo evitar sentir el temor de verlo como una declaración de intenciones.

¿Se habrá rebajado todo el tono del juego tanto como la propia portada? ¿Se convertirá la gran esperanza de regreso a los brutales orígenes de la acción en otro subproducto genérico de aspecto marrón y potencia diluida en agua? Por favor, decidme que no.

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