Recuerdo perfectamente cuándo vi 'Acorralado' (1982) por primera vez. Al salir los créditos finales solté exultante "¡Es la película con más acción que he visto en mi vida!". En mi corta vida, que por entonces era muy jovencito. Quién me iba a decir que lo que disfruté con aquella cinta betamax se convertiría en mil experiencias de primera mano muchos años después gracias a los videojuegos.
En aquel estreno cinematográfico de John Rambo (basado en la novela 'Primera sangre') había supervivencia, frente a la naturaleza y frente a una cacería humana. Uno contra el mundo cuchillo/pistola/rifle en mano, en moto, creando trampas, asesinando desde las sombras... Sí, en 'Acorralado' hay mucho de lo que hemos visto en los videojuegos de acción (de la pura y de la que mezcla sigilo e infiltración. El personaje del coronel/mentor es puro Metal Gear, por ejemplo) en las últimas décadas.
Precisamente por eso 'Rambo The Video Game' no sorprende en absoluto (y su desfasado aspecto gráfico no ayuda precisamente). La máquina de matar al servicio de la era Reagan en la que se convirtió el personaje es el héroe hinchado de esteroides que hemos encarnado en múltiples ocasiones. Para cuando, en un tardío 2008, Rambo volvió a las pantallas presumiendo de traer bajo el brazo centenares de muertes enemigas, cada uno de nosotros multiplicaba por cien esas cifras en su curriculum gamer. Pobre John, todo un veterano de guerra superado ampliamente por niños de 12 años que ni siquiera sabían de su existencia. Solo apto para nostálgicos.
Ver 32 comentarios