Intentar explicar la excitación que latía en la comunidad de jugadores de 'Destiny' durante los días previos al debut de 'La Casa de los Lobos' a quienes han dado este título como un caso perdido resultará con toda probabilidad inútil, eso lo tengo más que claro, pero para los que hemos decidido seguir apostando horas a la obra de Bungie las razones estaban bastante claras. El lanzamiento el pasado martes de este segundo DLC ha venido a demostrar que nuestros motivos para la esperanza estaban más que justificados y que, esta vez sí, los responsables del título cuentan con un buen plan de futuro que nos puede dar muchas más alegrías a lo largo del camino.
A nadie se le escapa que 'La Profunda Oscuridad', el primer paquete de contenido descargable que centró la tarea en las hordas de la Colmena, fue un producto bastante irregular y con muchas menos razones para el optimismo que ahora se respira entre los jugadores. Las misiones no eran gran cosa, los cambios que se introdujeron a sus mecánicas de funcionamiento complicaron de forma muy innecesaria algunas cosas que ya estaban bien y solo la incursión conseguía salvar un poco la situación, aunque a nivel de diseño quedaba muy lejos del mastodonte que fue La Cámara de Cristal. Fue precisamente la ausencia de una incursión lo que más nos hizo temer cuando se anunció el contenido de este segundo DLC, pero afortunadamente parece que no vamos a echar de menos este modo con todo lo que viene en el paquete.
Aunque aún no hemos tenido oportunidad de entrar en Las Pruebas de Osiris, el prometedor torneo por equipos de tres jugadores que dará comienzo este fin de semana con premios muy suculentos a la espera, todo lo que hasta ahora hemos podido probar ha demostrado que desde Bungie han decidido tomar muy buena nota de los errores del pasado para no volver a repetirlos, basando además gran parte de las novedades que han enriquecido la experiencia de juego en las reclamaciones de los usuarios. Más allá de todo lo que se ha añadido en cuanto a contenido con este DLC, es innegable que 'Destiny' es hoy un juego mucho mejor de lo que era hace solo tres días, dándose así el paso evolutivo más importante que ha experimentado este universo desde su arranque el pasado mes de septiembre.
Para veteranos y noveles
El primer DLC cometió un fallo sencillamente de manual: en su búsqueda de facilitar el acceso a nuevos jugadores, penalizó de forma drástica a los veteranos al obligarles a reiniciar la experiencia de sus mejores armas y equipamientos, restringiendo además su capacidad de evolución a un proceso lento y exigente. Como ya comenté hace tiempo, era capital que sus creadores corrigieran esto con el lanzamiento de la nueva hornada de contenido si no querían acabar perdiendo a su base de seguidores más fieles, algo que afortunadamente han logrado, sentando así las bases para un futuro sostenible del juego y de su comunidad de usuarios.
Si llegar al nivel 32 podía ser un auténtico suplicio en la forma en que el juego estaba concebido hasta hace tres días, el proceso requerido para llegar al nuevo nivel máximo que queda establecido en 34 es mucho más divertido, sin apenas dosis de grinding o farmeo innecesario, poniendo además un camino lo más llano y equilibrado posible para todos los jugadores. Quienes contáramos ya con unos personajes bien trabajados tenemos la posibilidad de alcanzar el máximo incluso desde el primer día si nos lo proponemos, y para el que empezara a jugar hace no mucho la obtención de recursos avanzados se ha convertido en una tarea mucho más asumible. No cabe duda de que todos hemos salido ganando con el nuevo planteamiento que nos llega gracias a las múltiples novedades de El Arrecife.
El proceso requerido para llegar al nuevo nivel máximo que queda establecido en 34 es mucho más divertido
En general, la entrega de recompensas a cambio del esfuerzo realizado es ahora mucho más generosa para todos, y lo que es más importante, centrada en que el jugador aplique su esfuerzo a las partes más divertidas del juego. Sí, las dosis de aleatoriedad en el reparto de premios siguen ahí, pero ya no dependemos tanto de la providencia para obtener recompensas y tampoco se va a exigir de nosotros que dediquemos tantas horas a las actividades más repetitivas para poder avanzar de manera productiva. Que había mucho margen de mejora en 'Destiny' era algo que todos teníamos claro, pero ya era más discutible el hecho de que fueran capaces de dar con la tecla apropiada para conseguir hacerlo funcionar como es debido; sin ser perfecto todavía, sin duda hoy está mucho más cerca de ello.
Una historia que, para variar, me interesa
De sobra es conocido por todos el hecho de que la parte argumental de la obra de Bungie se cuenta entre sus principales puntos negativos, consiguiendo la imposible hazaña de construir un universo tremendamente rico y atractivo (es alucinante lo que encierran las cartas de grimorio), para luego echarlo todo a perder con una de las narraciones más desastrosas que se han visto en mucho tiempo. El resultado lógico es que, al final, a nadie acabó importándole un pimiento la historia, siendo la experiencia de juego a secas el único motivo para seguir avanzando.
Las pocas misiones y el asalto que dan forma al contenido vertebral de 'La Casa de los Lobos' centran su trama en la caza de Skolas, el Kell que lidera al grupo de los Caídos conocidos como Los Lobos, una narración de nuevo muy simple pero que esta vez se ha enfocado de manera más efectiva, consiguiendo que al final hasta prestara atención a los planes de este temible enemigo y a los motivos para pararle los pies. Los numerosos secundarios que se han añadido a la aventura en torno a él, en parte como sustitutos del ahora silenciado Dinklebot, también ayudan a que ahora el porqué de todo lo que hacemos resulte algo más estimulante, especialmente el genial (y algo irritante) personaje que es Variks.
Hay errores demasiado grandes en la forma en que se construyó todo lo referente al guión en un primer momento que ya no se podrán corregir, al menos no con la misma diligencia que han quedado subsanadas las carencias de juego, pero la forma en que sigue creciendo ese universo que respira con fuerza detrás de la desastrosa narración me invita a conservar un moderado optimismo. Quizás ese gran lanzamiento que está previsto para después del verano consiga por fin hacer que todas las piezas del engranaje lírico funcionen de verdad, aunque eso ya queda por ahora en el terreno de la especulación.
Mira cuántas cosas para hacer
A falta de probar las antes mencionadas Pruebas de Osiris, no cabe duda de que El Presidio de los Ancianos es la nueva joya de la corona jugable de la aventura, resultando mucho más efectivo a largo plazo que una incursión por la sencilla razón de que nunca será dos veces igual gracias al componente aleatorio de los diferentes niveles que podemos ir encontrando a cada momento, así como sus modificadores y las pruebas sorpresa que en ellos irán apareciendo. Reconozco que aún no he conseguido completar esta actividad en los niveles de dificultad más elevados, que prometen ser los más atractivos a pesar de las dosis de frustración, pero por ahora creo que hay aquí potencial suficiente para afrontar muchas horas de diversión en compañía de nuestros amigos o de los guardianes que el matchmaking elija poner de nuestro lado.
El hecho de que haya mejorado tanto durante los últimos meses demuestra que al proyecto aún le faltaba una vuelta de horno cuando se lanzó
Pero lo verdaderamente excitante es que las cosas por hacer entre un reinicio semanal y otro no acaban aquí, pues nuevas actividades como los contratos de búsqueda que nos ofrece Petra Venj, la tarea de subir niveles en las nuevas facciones disponibles y los diversos eventos aleatorios que se suman a las patrullas por los planetas aportan aún más de esa ansiada variedad que desde el primer día se ha reclamado al juego. Con los nuevos mapas que se suman al Crisol y la esperada renovación (aunque aún no confirmada oficialmente) en la tabla de recompensas de El Estandarte de Hierro, son muchas las horas de cuerda que aún le quedan a este juego.
Sin duda, la película podría haber sido muy diferente si Bungie y Activision hubieran planteado el proceso de desarrollo de este título con algo más de calma, pues el hecho de que 'Destiny' haya cambiado y mejorado tanto durante los últimos meses demuestra que al proyecto aún le faltaba una vuelta de horno cuando se lanzó originalmente al mercado. Por descontado, haber tenido que pasar por dos DLC de pago para conseguir llegar a este punto de mejora podrá considerarse con todo el derecho del mundo como un punto bastante negativo en toda esta historia, pero eso no debería impedir que aceptáramos el hecho de que, a día de hoy, nos encontramos ante un juego de bastante nivel, en el que muchas promesas se han cumplido por fin y para el que se presentan muchas oportunidades de cara al futuro.
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