Tras una generación en la que sólo en el último tramo se ha salvado de ir a salto de mata, Microsoft tiene vía libre en el E3 2019 para recuperar la hegemonía que demostró poder comandar con Xbox 360. Queremos una marca que vuelva a atreverse a marcar el camino y, visto lo visto durante estos últimos años, parece que los de Redmond llegan dispuestos a intentarlo.
Nuevas máquinas, nuevos servicios, un catálogo first party que realmente tire del carro y, por si todo eso fuera ya poco, la intención de romper el mercado con un Xbox Game Pass al que hace mucho tiempo que es casi imposible resistirse. Microsoft llega armada y preparada para acertar en el blanco, y estas son las balas con las que cuenta Xbox.
Nuevas consolas y servicios
Habiendo salido al paso Sony para enseñar la patita de su nueva generación, sería extraño ver a Microsoft dejar pasar la oportunidad de ganarse al público del E3 con su proyecto Scarlett, el ampliamente rumoreado combo de dos máquinas que apunten a dos públicos muy distintos.
Lockhart, lo que vendría a ser la Xbox One S All Digital del siguiente periodo generacional, y el equivalente al salto de Xbox One X con el aumento de potencia que promete Anaconda. Dos cacharros preparados para llevar la industria a un nuevo nivel de los que, por ahora, sólo sabemos que pretenden poner toda la carne en el asador.
Los rumores más aparentemente certeros son los que apuntan a un nuevo sistema operativo basado en Windows Core y, por descontado, el aprovechamiento de la tecnología xCloud aprovechando un streaming puro o repartiendo el trabajo entre los servidores de Azure y la potencia de la máquina. Todo ello centrado en seguir sacando rendimiento a Xbox Game Pass para que Microsoft siga persiguiendo su estrategia de compañía de servicios.
Sobre si habrá hueco para fechas, precios y muestras de juego más allá de posibles demos técnicas, no pondría la mano en el fuego. Puede que Sony se haya echado a un lado por el momento, pero sería contraproducente para la estrategia de Microsoft mostrar todas las cartas de golpe en vez de guardarse algún as bajo la manga con el que poder pivotar antes del lanzamiento.
Los juegos de Xbox Game Studios
Phil Spencer, cabeza de la división Xbox, ya ha reconocido abiertamente que su compañía pretende ofrecer la conferencia con más juegos propios hasta la fecha. Es una cantinela que viene siendo habitual y más de una vez nos ha dejado más fríos de la cuenta respecto a la diferencia entre cantidad y calidad, pero esta vez la situación es distinta.
De los 14 juegos de Xbox Game Studios cabe esperar Gears 5, su variante Gears Tactics, algo de Halo Infinite, el siempre interesante Ori and the Will of the Wisps y, por descontado, el esperado regreso de Battletoads. ¿El resto? Lo que hayan estado trabajando compañías de reciente adquisición como Ninja Theory, Obsidian, inXile Entertainment, Compulsion Games, Undead Labs y Playground Games.
Como rumores a los que agarrarse sin miedo está, por fin, el retorno de la saga Age of Empires y el salto de los vehículos al RPG de los creadores de Forza Horizon. La saga de coches probablemente no falte a su cita habitual con una nueva entrega de Forza Motorsport, pero con lo bien que se le da a Turn 10 sacar músculo gráfico, no sería de extrañar que reserven esa bala para la nueva generación.
También parece lógico esperar que el hueco dejado por PlayStation lo aprovechen las third para mostrar chicha sobre sus lanzamientos más potentes, pero habiendo otras conferencias y espacios en los que brillar, casi preferiría que ese segmento fuese lo más breve posible y aprovechen el tiempo para destacar lo que realmente sea capaz de vender consolas.
Los pasos que desearíamos ver
En el lado de la carta a los Reyes Magos del E3 2019 está un lanzamiento de la nueva generación relativamente cercano y a un precio asequible, pero puestos a soñar tampoco hace falta que nos quedemos ahí. La idea de un nuevo Fable o recuperar Scalebound va estar siempre en nuestra cabeza, pero hay mayores locuras que incluso nos parecen más probables.
La de un acuerdo con Oculus para impulsar la realidad virtual y plantar cara al crecimiento de PlayStation en ese sentido, bien podría ser un ejemplo. La potencia va a estar ahí y la calidad de las gafas también, así que puestos a meter el hocico en ese mercado con algo que no esté específicamente enfocado a la ingeniería industrial y el diseño, la de buscar aliados no parece en absoluto una mala opción.
Lo de aunar servicios como Gold, Game Pass y xCloud tampoco estaría nada mal, menos aún si es a un precio realmente competitivo, pero si la idea es que los deseos se conviertan en realidad, lo que realmente queremos es que todas esas agradables sorpresas se queden en breves sucesiones de anuncios y aplausos que no resten tiempo a todo lo demás.
La necesidad de rellenar Game Pass con acuerdos cada vez más favorables bien podría empujar que acabemos viendo más compras de servicios, especialmente ahora que hay más compañías con la billetera abierta para adquirir estudios y juegos exclusivos. Ni pueden bajar el pedal con Sony ni tampoco hacerlo con Google, Epic o cualquier otro que aspire a llevarse parte de un pastel que ya hace mucho que lleva prometiendo no quedarse sólo en las consolas.
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