Luces, flashes, velocidad, motores rugiendo, derrapes asesinos en el asfalto, el olor a goma quemada y la sensación de que tras esa última curva puedes encontrarte cara a cara con la gloria o con el olvido, depende de ti y de tu pericia al volante. El colosal viaje que emprendió Yamauchi junto a todo su equipo hace ahora ya seis años debía culminar con el simulador de conducción perfecto, ‘Gran Turismo 5’.
Independientemente de si lo han conseguido o no hay que valorar el esfuerzo, la millonada que se ha perdido por el camino y el tesón y empeño de un hombre (y por extensión de un equipo) que tienen como meta la máxima perfección. Aunque todos sabemos que la perfección no existe y que alcanzarla es una quimera imposible que puede hacernos, incluso, perder la perspectiva de las cosas. ‘Gran Turismo 5’ se presentó internacionalmente en Madrid y llenó a la capital de deportivos, coches antológicos y prototipos espectaculares. Estuvimos allí para compartirlo con vosotros.
En un marco incomparable, la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, se preparó un auténtico festín para los amantes del mundo del motor y, por descontado, de ‘Gran Turismo’. Modelos de automóvil que jamás habían pisado este país, coches de película, un montón de televisores HD para disfrutar del juego, pantallas 3D para probarlo en todo su esplendor, la presencia de corredores de F1 como Alguersuari, el prototipo que se ha desarrollado junto a RedBull y la presencia del director de toda la orquesta, Yamauchi.
Está claro que ‘Gran Turismo 5’ debe de ser una de las piedras angulares sobre las que se cimente toda la campaña navideña de Sony y su PlayStation 3 y por eso cualquier esfuerzo es poco para celebrar la llegada de un título que llevamos esperando más de 6 años.
Por eso queríamos saber lo que Yamauchi tenía que decir al respecto, necesitábamos saber y probar de primera mano si su perfeccionismo absoluto e irredento había servido para algo. Mejor dicho, queríamos saber si ‘Gran Turismo 5’ es el juego definitivo de conducción o no. No lo es, os lo adelanto. Pero sí hará las delicias de los coleccionistas de coches y de los más puristas del mundo del motor.
“Hemos tardado seis años, ya que lo queríamos hacer bien. No servía nada de lo que teníamos hecho en ‘Gran Turismo 4’ y tuvimos que empezar desde cero de nuevo. El objetivo era volver a sentar las bases del género como ya hicimos con ‘Gran Turismo’, el original que salió para PSX hace 13 años.”
Un título construido sobre tecnología puntera, con una fiabilidad para representar el comportamiento de los coches cercana a la que brindan los simuladores F1 más potentes, un motor de física que representa una nueva generación, más de 1000 coches diferentes, modelos antológicos, prototipos, 76 circuitos, cambio climático, efectos de lluvia y nieve, carreras de karts, rallys, fórmula 1, licencias por doquier, juego multiplayer, la representación más realista de Madrid que hayáis podido ver… todo eso es ‘Gran Turismo 5’ y sin embargo da la sensación de que no es bastante. De que esperábamos más.
Y claro, no es culpa del juego o no del todo. El título en sí es excelente aunque es cierto que no innova absolutamente nada a nivel jugable desde las primeras iteraciones de la franquicia. Se sigue acelerando con la X y frenando con el cuadrado, se sigue cambiando de vista con el Select y los gatillos siguen sirviendo para absolutamente nada. Es como volver a 1997, pero es que hay que entender que ‘Gran Turismo 5’ no va de eso.
Va de coleccionar coches, va de disfrutar ajustando los parámetros del auto, va de representar la sensación real de conducir un Mercedes Benz SLS AMG por Londres o Tokyo, va de conseguir esos autos que jamás llegaremos ni a tocar, va de ser un enfermo del mundo del motor y encontrar todas las opciones con las que hemos soñado siempre. Pensar en innovar la mecánica de juego o el control queda en un segundo plano en un título como éste.
Por supuesto que seis años de hype, cuatro años de retrasos (si tenemos en cuenta que cada ‘Gran Turismo’ anterior se lanzaba en períodos de dos años, llevamos cuatro de retraso) y las expectativas generadas por los responsables y la prensa no ayudan a que el producto, sea cual sea, pueda convencer a los usuarios. Y así ha sido. Las expectativas estaban tan altas que es imposible llegar a cumplirlas.
Un apartado gráfico lleno de inconsistencias que muchos no esperaban así. Algunos coches se presentan poligonados y detallados hasta la extenuación más absoluta. Otros, en cambio, parecen mucho menos trabajados y la diferencia es abismal. Algunos escenarios son brillantes, en cuanto a aplicación de luz y construcciones, otros en cambio tienen cosas que no son válidas en un juego actual.
Y mención aparte merecen los efectos climáticos. Aunque aquí habría que separar claramente el problema en dos partes. Estoy convencido de que gracias a la exigencia de Yamauchi y a su perfeccionismo los coches se comportan de una forma totalmente perfecta y ajustada a la realidad sobre suelo mojado o suelo nevado. El problema lo encontramos cuando llegamos a la aplicación visual de esos efectos.
Situarse dentro de la cabina de pilotaje para “disfrutar” de la lluvia empañando el cristal y ver cómo los limpiaparabrisas lo van despejando es un suplicio. Píxels del tamaño de un puño impropios de la generación actual de consolas aparecen en pantalla y estropean todo, absolutamente todo, el resto de la visión. Por mucho que yo os diga que es terrible no lo entenderéis hasta que lo veáis. Unos píxels que tapan la carretera, que hacen que nuestra atención sólo los pueda ver a ellos, que el interior del coche aunque esté detallado hasta el extremo parezca invisible… en resumen, un despropósito que se repite incluso en algunas visiones exteriores con el polvo que levantan los coches y con diversas partículas.
Una verdadera lástima y que extraña ya que los cambios climáticos han sido anunciados como una de las gemas del juego así que era de esperar que estuvieran más trabajados. Esperemos que en sucesivos DLC’s lo arreglen ya que eso no se puede quedar así, no es de recibo.
Eso sí, si el apartado gráfico no os importa en exceso estoy convencido de que disfrutaréis como enanos con ‘Gran Turismo 5’. A mi, que había abandonado la franquicia en ‘Gran Turismo 3’ me ha vuelto a enganchar y es que poder sentarse a los mandos de un Alfa Romeo 8C Competizione no es algo que pase todos los días. Luces y sombras de un título que se convertirá, a la fuerza, en un clásico durante muchos años. En unos días mi compañero Gallego lo desmenuzará para vosotros, mientras tanto sentaos y disfrutad de todo lo que el título ofrece. Como dijo Yamauchi:
“Sólo se puede entender la magnitud de todo lo que ofrece ‘Gran Turismo 5’ después de estar jugando con él 3 o 4 meses.”
Gracias Nacho por las fotos.
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