Rocket League encara su cambio más revolucionario desde que PlayStation Plus catapultase al juego de fútbol con coches a la fama. A mediados de septiembre lo que hasta ahora era un juego de pago pasará a ser free-to-play y, con ello, llegan los cambios.
Más rangos para el competitivo y una nueva experiencia para los jugadores noveles, un completo tutorial con desafíos destinados a que se adapten al juego y ganen algunos de los ítems que venían con la edición básica del juego, se suman a una muy grata noticia para los fans de la saga.
La llegada de Rocket League al formato free-to-play también supone que los usuarios de Switch no necesitarán Nintendo Switch Online para jugar en red, y los de PS4 tampoco tendrán que pagar por PlayStation Plus para jugar online.
En una esquina queda el caso de Xbox One, que al parecer seguirá demandando una cuenta con Xbox Live Gold -o Xbox Game Pass Ultimate- para poder competir en línea. De entre todos los cambios que está realizando Microsoft para acercar sus plataformas al mayor número de usuarios posible, este sin duda alguna debería estar en la lista de nuevas prioridades.
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