Lo que no pudo el peso de la innovación, el trabajo artístico de los diseñadores y las emotivas historias, finalmente lo ha conseguido el dinero.
La exorbitante cantidad de beneficios que la industria del videojuego ha movido durante los últimos años ha llevado al congreso a aceptarla como una industria cultural con el mismo valor que el cine, la música o las artes plásticas.
Reconocidos por la masa política, ahora sí, como "protagonistas de nuestra cultura", los desarrolladores de videojuegos de nuestro país podrán optar a las ayudas de promoción y financiación que el gobierno guardaba antes sólo para otros sectores.
Una grandísima noticia que merece celebrarse. Así que, estéis en clase, en el trabajo o en casa, id al bar más cercano y pediros un zumo (sí, también podéis de cebada) a la salud de la industria del videjuego.
Vía | El País
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