Imponente. Se eleva ante ti lo único que separa el mundo civilizado del salvaje. Un muro gigante de roca y hielo que ha sido protegido durante siglos por la Guardia de la Noche. Ellos, hijos bastardos, maleantes convertidos y caballeros venidos a menos o castigados por el rey son lo que defenderá a las gentes de Poniente cuando los caminantes o los salvajes decidan atacar.
Imaginad estar plantados ahí, delante del muro y del resquebrajado ascensor que nos sube hasta su parte más alta. Una zona desde la que se puede ver todo poniente, desde la que el frío helado que llega desde más allá del muro puede congelar tus huesos. Esa es la experiencia que podemos vivir en ‘Game of Thrones: Exhibiton’ gracias a Oculus Rift.
HBO montó una especie de exposición itinerante llena de armas, trajes y demás parafernalia procedente de la exitosa serie Juego de Tronos. En esa exposición se puede subir a una especie de atracción de realidad virtual que nos propone subir en ascensor hasta lo alto del muro. Pero para engañarnos no sólo utilizan las bondades del Oculus Rift, han preparado además una serie de efectos especiales que refuerzan la ilusión.
Temblores, ráfagas de aire helado, viento… los que lo han probado aseguran que consigue engañar al cerebro totalmente y que crees estar allí, contemplando el imponente paisaje inspirado por George R. Martin. Da una idea de lo que podríamos llegar a experimentar dentro de unos años con la realidad virtual. Dicen sus creadores que el secreto está en engañar a tu cerebro más allá de lo que se consigue con unas gafas de VR.
“Esencialmente lo que intentamos es engañar a tu cerebro. De repente tienes a tres de tus sentidos principales diciéndote que no estás en Texas, en un auditorio, y que sí estás en lo alto del Muro en Poniente. Y de repente, empiezas a creerlo.”
Dentro de unos años, cuando se consigan superar las piedras en el camino que todavía quedan en la realidad virtual, ¿qué tipo de experiencias podremos disfrutar?
Vía | The Verge
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