A estas alturas, todos hemos visto Pokémons en las ferias y parques de atracciones: bien sea como premio al acertar en una atracción o como reclamo -casi imposible- en las típicas máquinas de gancho. Sin embargo, en el país nipón nos llevan años de ventaja: hacerse con Pikachu, Charmander o Eevee es tan sencillo como conseguir una Coca-Cola. Bueno, un poquito más divertido.
Las nuevas máquinas expendedoras de Pokémon que han comenzado a instalarse en Japón son especialmente curiosas: más allá de su característico diseño, ofrecen un display en el que el ratoncito amarillo nos acompaña a la hora de elegir Pokémons de peluche. Aunque claro, si no le hacemos demasiado caso se duerme.
Pero no solo veremos peluches de los Pokémon más queridos, estas Pokémon Stand ofrecen toda clase de merchandising inspirado en los monstruos de bolsillo de Nintendo provenientes de la cadena de tiendas Pokémon Center, lo cual incluye desde pokeballs hasta llaveros.
Aunque quizás el producto estrella sean las variantes de Pikachu, en las que lo veremos ataviado con toda clase de uniformes y vestidos de lo más pintoresco: desde piloto de avión a guardia hasta Guardia Granadero, pasando por la mismísima Estatua de la Libertad.
La idea es ofrecer los artículos más curiosos de Pokémon Center en puntos estratégicos a través de puestos de venta más informales, estratégicamente escogidos y con gran demanda de souvenirs. Algo que se complementa con otro nuevo servicio digital: el Pokémon Center Online.
Pero ahí no acaba la cosa: estas máquinas expendedoras están diseñadas para convertirse en puntos de peregrinaje entre los fans, ya que con cada adquisición se incluye un código de regalo canjeable en 'Pokemon Ultrasol y Ultraluna'. Además, a partir del 15 de junio se convertirán en gimnasios para 'Pokémon GO'. Toda una genialidad.
Algunas de estas máquinas expendedoras ya están disponibles en el aeropuerto de Narita, el Aqua City de Odaiba, o áreas de servicio de Kanagawa y Shizuoka. En cuanto al rango de precio, éste depende del artículo que deseemos, aunque no son especialmente baratos: un llavero cuesta unos 980 yenes (unos seis euros) mientras que un peluche pequeño se puede pedir por 1730 yenes (algo más de 13 euros).
Mientras tanto, por aquí tocará seguir afinando la puntería con las escopetas de perdigones y depositando nuestra fe y las monedas que llevamos sueltas en las máquinas de gancho. Desde luego, ¡Japan is different!
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