Cómo se vivió el fenómeno cinematográfico de El Señor de los Anillos en la época de los 128 bits

Cómo se vivió el fenómeno cinematográfico de El Señor de los Anillos en la época de los 128 bits

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LOTR PS2

Me considero una persona muy habituada a leer. Quizás por eso, cuando se lanzó el primer tráiler de El Señor de los Anillos, aquel chiquillo que una vez devoró con entusiasmo El retorno del Rey (y los tres libros anteriores) con unos diez u once años acabó tomado el control absoluto de mis emociones, obsesionándome durante los días posteriores con lo mostrado. Como el que cae presa de la canción de moda. Menudo gustazo ver a Gandalf, a Aragorn, a los Nazgul al trote… Y menudo broche tenía el adelanto: ¡Frodo poniéndose el Anillo Único!

Aquel potente avance de dos minutos y medio solo apenas era una diminuta muestra de la superproducción de tres películas llamada a revolucionar el cine de fantasía del nuevo milenio. El sueño hecho realidad de cualquiera que imaginó la Tierra Media y, claro, el inicio de un fenómeno que llega hasta nuestros días, arraigando mucho y bien en diferentes medios, incluyendo -cómo no- los videojuegos.

A fin de cuentas, el estreno de cada película fue arropado con merchandising enfocado a un público más adulto que el de otras producciones cinematográficas.

Fans del legado de J. R.R. Tolkien y apasionados cinéfilos se encontraron mirando las mismas estanterías fascinados con todo aquello que procedía de la visión de la Tierra Media de Peter Jackson, el director de los filmes. Figuras, réplicas de espadas, sets de Warhammer... A saber cuántos anillos dorados con inscripciones en lengua negra de Mordor se habrán producido desde entonces.

Lógicamente, la licencia de New Line (filial de Warner) también dio un nuevo impulso a todo aquello que tradicionalmente estaba asociado a El Señor de los Anillos, incluyendo un relanzamiento de los juegos de rol con las reglas actualizadas e imágenes de las películas, una nueva serie de cartas coleccionables y, gracias a un prolífico y ambicioso trato con EA, una serie de videojuegos que no solo adaptaría las películas, sino que iría más allá.

El Senor De Los Anillos La Comunidad Del Anillo

Lo que no tuvieron en cuenta New Line y EA es que no eran los únicos que contaban con la licencia de Tolkien Enterprises: Vivendi Games se había hecho con los derechos y permisos para llevar El Señor de los Anillos a los videojuegos basándose en los libros, y lo cierto es que el estreno de las películas -además- les vendría de perlas para promocionarlos.

De Nueva Zelanda a las pantallas. Y de ahí, con pase VIP, a las consolas

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EA inició la producción de los juegos de El Señor de Los Anillos muy poco después de que arrancase la propia filmación. Y eso le vino de maravilla en todos los aspectos: New Line y el equipo de Jackson les dieron un verdadero trato privilegiado de cara a que se pudiese dar vida a la adaptación definitiva. Aquello se notó en todos los títulos que llegarán después.

Por ponernos en contexto, si bien la grabación simultánea de la trilogía tuvo lugar entre octubre de 1999 y diciembre del año siguiente, el desarrollo del primer título basado en las películas comenzó en febrero de 2000 con la intención de que película y videojuego compartieran fecha de estreno. O, al menos, ese era el plan inicial.

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A diferencia de otras adaptaciones, Electronic Arts no solo recibió una copia del guion completo, sino que tuvo acceso a los storyboards, el arte conceptual de los maestros Alan Lee y John Howe. Y, entre lo más valioso, el asesoramiento y guía de la Weta Workshop, la compañía que -básicamente- creó todo lo que se ve en pantalla.

Entonces, ¿por qué se retrasó el lanzamiento?

Un año y medio después de iniciar la adaptación, y con Jackson grabando más metraje, EA fue consciente de que el proyecto que tenía entre manos no estaría a tiempo para el estreno en la gran pantalla de La Comunidad del Anillo. Por suerte, en Nueva Zelanda seguían dando vida a las películas y les abrieron las puertas de par en par, trasladándose a los sets y escenarios en los que se estaban cociendo las películas durante una semana.

Cabe decir que incluso desde las fases iniciales del desarrollo de los juegos EA pudo ver cortes sin editar y recién rodados de las películas, y tuvo acceso a la biblioteca de recursos de Weta. Aquello fue una verdadera oportunidad. A lo que hay que sumar la participación incondicional de los actores (quienes prestaron su voz a sus personajes en el juego).

No solo contaron con Viggo Mortensen para dar vida a Aragorn a través de su voz e imagen, sino también sus capturas de movimiento, así como las del maestro Bob Anderson, con lo que las coreografías y movimientos serían réplicas exactas de lo visto en pantalla.

Tras una muy cálida acogida de la primera película, en febrero de 2002, EA anunció de manera oficial su juego de El Señor de los Anillos poniendo las cartas sobre la mesa durante el resto del año: su despliegue llegaría a todas las plataformas existentes, ofreciendo acción y hack-n slash en entornos tridimensionales en los sistemas de 128 bits y  aventura en escenarios isométricos en GBA.

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Pero lo más importante es que, además de integrar y fundir metraje del filme con el propio juego, se cubrirán los acontecimientos de las dos primeras películas bajo un mismo juego llamado: El Señor de los Anillos: Las dos Torres.

Un movimiento inteligente para ir a rebufo del próximo estreno y desmarcarse del otro juego de El Señor de los Anillos que -por cierto- salía ese mismo año: La Comunidad del Anillo de Vivendi.

La alternativa: la Tierra Media de Vivendi y Sierra

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Volvemos a 2001. En concreto, al mes de mayo. Sierra Entertainment, da el golpe sobre la mesa anunciando que llevará El Señor de los Anillos a los videojuegos, incidiendo en que su visión estará directamente basada en la obra de Tolkien y que no hay ningún tipo de vínculo con las películas que llegarán a finales de ese mismo año.

¿El motivo? Los derechos de adaptación de la obra de Tolkien son propiedad de Vivendi, mientras que el trato de EA es únicamente con New Line y las películas. Y eso es una situación ventajosa:

  • Si algo no aparece en las películas, EA no lo puede incluir en su juego
  • Además, Sierra puede ahondar con libertad en la obra de Tolkien, incluyendo otros trabajos suyos
  • Y, sin embargo, la inversión para promocionar el juego no es tan agresiva: New Line está preocupándose en promocionar la obra de Tolkien a nivel mundial

Lógicamente, aquello era una oportunidad que no podían permitirse dejar pasar.

Así, el uso de los derechos litrarieos en ese momento supone una maniobra maestra que no sólo coincidirá con un fenómeno emergente, sino que -a la vez- sirve de reclamo para los más puristas fans de El Señor de los Anillos. Algo que se preocuparon de dejar claro durante toda la fase de desarrollo y hasta su lanzamiento:

El juego busca cumplir los sueños de los fans acérrimos de Tolkien que exigen fidelidad con los libros. Al final, lo que hará sopesar a los fans qué juego basado en la obra de Tolkien adquirir será el hecho de ofrecer niveles más grandes, una mayor diversidad personajes y la propia  atención al detalle de la historia.

Vivendi creó para la ocasión Black Label Games, un nuevo sello de publicación desde el que partirían los proyectos de este calibre y comenzó a dar forma a la Comunidad del Anillo como un título de acción y aventura cuya jugabilidad dependería de los acontecimientos y cuál de los tres personajes (Frodo, Aragorn y Gandalf) controlamos. A partir de ese punto sólo era necesario hacer las cosas bien.

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Además, el proyecto se puso en manos de WXP Games y presentado inicialmente para Xbox, aunque poco a poco se anunciarán versiones para todos los sistemas, indicando una hoja de ruta realmente ambiciosa:

  • Inicialmente se lanzará en 2002 el videojuego oficial de La Comunidad del Anillo, el cual será continuado por el resto de libros que componen El Señor de los Anillos.
  • Además, al año siguiente se publicará una adaptación de El Hobbit, la aventura que es promovida como una suerte de precuela de El Señor de los Anillos.
  • Y ahí no acaba la cosa: a medio plazo se lanzará un MMORPG ubicado en la Tierra Media. Sierra iba con todo.

El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillos coincidió en las estanterías con el juego de Las Dos Torres de EA, adelantándose a éste y la película homónima un par de meses. Sin embargo, la acogida que tuvo no fue realmente positiva. Aquella Tierra Media de Vivendi no igualaba el encanto que había insuflado Peter Jackson en la primera parte de la trilogía y la jugabilidad tampoco jugaba a su favor.

Mejor suerte tuvo El Hobbit, aunque no como para tirar cohetes, interpretando el libro de Tolkien como un colorido juego de aventura más o menos en la tónica de los juegos de The Legend of Zelda tridimensionales de la época. Eso sí, sin llegar a sobresalir.

Las dos secuelas anunciadas de El Señor de los Anillos serían canceladas, aunque se llegaron a producir demos de The Lord of the Rings: The Treason of Isengard, el juego que daría la réplica a Las Dos Torres de EA. Por otro lado, los siguientes proyectos, titulados Middle-earth Online y War of the Ring, completaron su desarrollo y fueron lanzados con una acogida mejor que los proyectos anteriores.

Más allá de las películas: el legado conjunto de El Señor de los Anillos y EA

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En 2003, y coincidiendo con el estreno de El Señor de los Anillos: El retorno del Rey, Electronic Arts lanzará el videojuego oficial de la tercera película dando un paso al frente en todo lo que funcionó de maravilla con Las Dos Torres y puliendo aquello que deseábamos ver en los sistemas de 128 bits: más personajes seleccionables y un multijugador local. Aquello era un sueño hecho realidad.

EA supo transferir con maestría la epicidad y la majestuosidad de Peter Jackson a sus dos títulos y hacer las delicias de los fans, permitiéndoles revivir y tomar partido en las mejores escenas del filme mil veces, solos o en compañía. No solo supo aprovechar el momento, sino que convirtió la oportunidad en una cita obligada para los fans de Tolkien. ¿Y después qué?

Pese a que lo acontecido en las películas (y, por extensión, lo que podían llevar a los juegos) se estrenó en los cines en navidades de 2003, para 2004 EA tenía previsto lanzar dos nuevos juegos basados en El Señor de los Anillos.

Nuevos proyectos que extendían y daban interesantes giros al universo creado por Jackson, abordando nuevos géneros como el RPG con  The Lord of the Rings: The Third Age y la estrategia en tiempo real con The Lord of the Rings: The Battle for Middle-earth.

Dos géneros que, todo sea dicho, le sentaban como un guante al universo de Tolkien.

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Al año siguiente llegaría a PSP otra apuesta igual de atractiva y bajo los mismos términos a PSP, la primera portátil de Sony: The Lord of the Rings: Tactics. EA seguía estirando la licencia y lo cierto es que todos los fans (incluso los que venían fascinados directamente desde los libros) salían ganando con ello.

En 2009 se publicaría The Lord of the Rings: Conquest y, más allá de ofrecer nuevas excusas para viajar a la Tierra Media de Peter Jackson, supondría un cambio de manos de la propiedad: EA perdía los derechos cinematográficos en favor de Warner, quien se encargará a partir de ese mismo año de producir y publicar nuevos juegos para consolas, PCs y móviles inspirados en El Señor de los Anillos.

Justo a tiempo, por otro lado, para repetir la jugada de EA con el regreso de Tolkien a las pantallas con la trilogía de El Hobbit.

Y así llegamos hasta hoy, y -visto en perspectiva- el panorama no ha variado demasiado en muchos de los aspectos:

¿La siguiente gran etapa? El nuevo cambio de década viene de la mano de la adaptación de Amazon en forma de serie de El Señor de los Anillos, y también más proyectos relacionados con la Tierra Media como un muy prometedor MMORPG.

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Si bien las películas de Jackson fueron un revulsivo para los apasionados por los libros, el mayor desafío de estas nuevas iniciativas y formatos es -precisamente- estar a la altura de lo vivido hace dos décadas. Y lo vivido fue mucho.

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