Bajo un titular algo pretencioso a primera vista se esconde algo que muy pocos podéis imaginar. Un simulador que nos llevará varios niveles por delante hacia un mayor realismo. Como si tuviésemos un salón recreativo en casa, con la cabina del piloto, pero a lo bestia. Como si esa cabina formase parte del parque de atracciones de la ciudad a la que váis en vacaciones. Con un mensaje de advertencia por si somos propensos a los mareos y por si hemos comido previamente, ya que la pantalla se puede manchar… mucho. Y ya os lo adelanto, la imagen engaña.
Es que es un simulador de Fórmula 1 bastante bestia, y aún me cuesta digerir lo que acabo de ver. Más que de Fórmula 1 parece un simulador aéreo al que solamente le faltan los giros en barrena. Un cacharro que aunque pueda parecer lo contrario, podemos conseguir por menos de lo que pensamos, aunque hay unidades limitadas.
En cualquier caso, en el espacio del autor no se desvela el precio, simplemente que será, y cito textualmente, increíblemente barato. Aunque no sé dónde metería semejante armatoste en casa, que hasta los muebles lo verían con recelo por temor a alguna acometida. Si es que cada vez que aceleramos nuestro asiento se echa para atrás y la pantalla se sitúa más arriba, y viceversa en cada frenada. El efecto es de lo más sorprendente. Y para las curvas, qué os vamos a contar. El cinturón será indispensable. Pero mejor que lo veáis en movimiento y alucinéis.
¿Qué os ha parecido? ¿Estaríais dispuestos a comprar un cacharro así? ¿Sabéis a qué juego de Fórmula 1 está jugando el autor?
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