La película de 'BioShock' tenía todos los números para convertirse en un auténtico pepinazo. La historia es muy potente, una recreación cinematográfica de Rapture podría dar mucho juego y un presupuesto de 200 millones con Gore Verbinski y la Universal detrás amparados por Ken Levine y los suyos lo hacían presagiar.
Pero una serie de catastróficas desdichas ha acabado sepultando al proyecto. Ken Levine, ante el cambio de opinión de la productora y la renuncia del afamado director decidió sacar el hacha a paseo y cargarse el proyecto. Él mismo lo explicaba así en los Bafta.
"Hubo un acuerdo por el que la película se iba a producir con Universal y Gore Verbinski iba a dirigirla. Y lo que ocurrió, esta es sólo mi teoría, es que el director quería darle un tono oscuro y serio a esta gran producción. Entonces se estrenó Watchmen -y mira que me gustó Watchmen- pero por la razón que sea no funcionó en taquilla y el estudio de repente ya no veía con tan buenos ojos lanzar una película tan adulta de 200 millones de dólares."
"Así que dijeron… Gore, ¿qué te parece si la película se recorta a 80 millones? Gore Verbinski dijo que no quería hacer una película de ese presupuesto así que trajeron a otro director y yo realmente no veía que la cosa cuajase. Así que en Take Two, que es una de esas compañías en las que le dan un montón de confianza a sus creativos, me dijeron "si quieres cargarte el proyecto, cárgatelo". Así que me lo cargué".
"¿Sabéis qué? No necesitaba comprometerme. No quería verla (la película de 'BioShock') hecha de un modo que creía que no estaba bien."Ken Levine tiene muy claro que la película de 'BioShock' no se hará a cualquier precio y que para "cargarse" una franquicia lanzando una película cutre o que no respete el concepto original no lo hará. Por cierto, el nuevo director que la compañía propuso para sustituir a Gore Verbinski quizá fuese el español Juan Carlos Fresnadillo como se rumoreó en su momento y que acabó abandonando el barco.
Vía | Edge
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