Me he dado cuenta, con el tiempo, de que soy fan de Uwe Boll. No de sus películas, que conste.
Es cierto que en más ocasiones de las deseadas abre demasiado la boca, llegando a insultar públicamente a alguien, como hizo no hace demasiado con Michael Bay. Es una actitud que no comparto, pero sí que he repetido en varias ocasiones que me parece un tío admirable por la capacidad que tiene de seguir haciendo lo que le da la gana pese a que todo el mundo, o casi, está en su contra.
En una entrevista publicada ayer mismo en el New York Magazine, el señor Boll, entre otras cosas, comenta lo siguiente en respuesta a la pregunta sobre qué haría con 'Grand Theft Auto':
"'Grand Theft Auto' sería super interesante para mí y creo que yo sería el tío perfecto para llevar a cabo la película porque mis films son sangrientos y violentos y no tengo problemas con las escenas de acción."
Ay esa chulería, señor Boll. Que no, que una cosa es que a algunos nos gusten algunas de sus maneras y posturas hacia la industria cinematográfica y otra muy diferente es el resultado final de las adaptaciones que suele llevar a cabo.
Sinceramente no creo que sea el director perfecto para llevar una saga como la de 'Grand Theft Auto' y mucho menos teniendo en cuenta que hay gente por ahí haciendo películas como 'Crank', que, sin ser una adaptación cinematográfica de ningún videojuego, acaba siendo uno de los mejores tributos a este universo.
Si yo tuviera que escoger ahora mismo a un posible director para una adaptación al cine de la saga 'GTA' me quedaría con Michael Mann, Paul Greengrass o Nacho Vigalondo, pero nunca con Boll.
Por cierto, la imagen que acompaña al post es la portada de una película llamada 'Grand Theft Auto' que apareció en 1977 de la mano de Ron Howard, responsable de posteriores películas como 'Cocoon', 'Splash', 'Willow' o la más reciente 'El código Da Vinci'. El videojuego, por supuesto, nació más tarde.
Y fijaos en el detalle de la tipografía usada para el título de la película. Incluso en la disposición de las tres palabras que lo forman.
Vía | Destructoid | New York Magazine