El día exacto varía según la una película, el Apocalípsis de James Cameron es inalterable
"Tres mil millones de vidas humanas se apagaron el 29 de Agosto de 1997. Los supervivientes del fuego nuclear llamaron a aquella guerra el día del juicio final. Sólo vivieron para hacer frente a otra pesadilla". Sarah Connor
Toda gran saga tiene un comienzo, pero en la saga Terminator arranca desde el fin de la humanidad. Más concretamente, desde el día del Juicio Final. O el Día-J. Los ingredientes: la aparición y el auge de una Inteligencia Artificial, algo que está pasando en la vida real, y un ataque a gran escala ejecutado sobre las grandes naciones reduciendo la sociedad a escombros de manera casi instantánea. La fecha: el 29 de agosto.
El concepto del día del Juicio Final no es algo que James Cameron, creador de la saga Terminator, se haya sacado de la chistera para sus películas: la idea de que una gran catástrofe en la que, de manera individual el destino de cada ser vivo será juzgada ante la mismísima eternidad ya existía siglos antes de Cristo.
Una idea compartida por el judaísmo, los cristianos y el Islam, entre otras creencias. Que propagaron figuras como Nostradamus o Baba Vanga y que el cineasta fechó de manera muy precisa y, en el proceso, modernizó como gran detonante de una de sus mejores obras. Terminator 2: El Día del Juicio Final. Aunque, como verás, el día exacto fue cambiando de una película a otra.
¿Cuándo arranca el fin del Mundo en la saga Terminator?
A partir de aquí, un apunte sustancial: pese a que todos estamos de acuerdo en que no toda la saga Terminator brilla con la misma luz (en cierto modo ha estado dando palos de ciego desde su secuela) ocurre algo verdaderamente particular: la fecha del Juicio Final ha variado de una película a otra y esto ocurre debido a otra de las singularidades y temáticas recurrentes de la franquicia: los viajes en el tiempo.
Por ponernos en contexto, en la tercera de Terminator el Dia del Juicio Final entrega estalla el 25 de julio de 2004, mientras que en las crónicas de Sarah Connor, la serie de televisión, se habla del 21 de abril de 2011. Siguiendo esa premisa, la horquilla de días señalados va desde finales de los 80s hasta 2021. Entonces, ¿en qué quedamos? Digamos que pese a que no todas las películas son igual de interesantes, todas las respuestas son correctas.
Como comentamos, Terminator es una saga en la que convergen diferentes pasiones de James Cameron. Su obsesión por la ciencia ficción es una de ellas y aquí no solo se adelanta décadas a los conflictos generados por el uso de la Inteligencia Artificial y se adelanta a los efectos colaterales de las guerras sin control (cuando se hizo la primera película y se rodaba la segunda seguía existiendo la Unión Soviética) sino que exploró el concepto de los viajes en el tiempo de un modo tan interesante que tendrá un impacto enorme en la cultura popular, incluyendo los cómics de los X-Men, el cine de Blockbusters y hasta Dragon Ball.
Y es ahí dónde se abren una de las dinámicas principales de las buenas películas y producciones de Terminator: ¿es posible escapar de un destino inevitable?. Algo que es representado de manera muy visible a través del monstruo mecánico encarnado por Arnold Schwarzenegger, cuya brillante sutileza se ha malinterpretado en varias secuelas y que estalla a lo grande en Terminator 2: El Día del Juicio Final. Lo cual nos lleva de rebote a los acontecimientos y la razón de ser de la primera entrega.
La premisa de Terminator, la película original, cuenta la historia de cómo el superviviente al devastador Juicio Final llamado Kyle Reese retrocede al año 1984. El motivo: tras la caída de la humanidad, un héroe conocido como John Connor liderará la resistencia, de modo que Skynet, la gran Inteligencia Artificial que impulsó la catástrofe, decide cortar la amenaza de raíz mandando al asesino mecánico Terminator para impedir que Connor nazca.
El objetivo de Reese es proteger a Sarah Connor, la madre de un John Connor que no ha nacido, a cualquier precio. Sin embargo, eso provoca una serie de efectos colaterales, incluyendo el hecho de que en 1984 ahora hay gente que sabe exactamente el día exacto en el que tendrá lugar el Día del Juicio Final. En consecuencia, se prepararán y harán lo imposible para impedir que ocurra propiciando los eventos de una secuela que gana matices y mejora cada año.
La importancia del 29 de agosto, o por qué la Rebelión de las Máquinas siempre fue inevitable
Según la fecha oficial de acontecimientos, Skynet tomó conciencia de su propia existencia el 4 de agosto de 1997 y, tan solo unos días después, inició una serie de ataques nucleares ante unos humanos tan sorprendidos como desconcertados al toparse con la situación. Intentaron desconectarla, pero fue inútil. Sin embargo, dado que Sarah Connor había podido prepararse y entrenar a su hijo, y con la ayuda de un Terminator modelo T-800 enviado desde el futuro y modificado por la resistencia, se logró evitar la catástrofe. Al menos, de momento.
Como se verá en las siguientes películas, pese a que se trató de impedir el ascenso y la activación de los planes de Skynet, fue imposible impedir el Día del Juicio Final. A lo largo de diferentes videojuegos, producciones para la pequeña y gran pantalla, cómics y toda clase de medios se jugó con el concepto de impedirlo a través de viajes en el tiempo en los que un cambio -pequeño o grande- provoca un efecto mariposa dentro de esa continuidad, pero al final el futuro de la Rebelión de las Máquinas acaba siendo inevitable.
Entonces, ¿cuál es el auténtico Día del Juicio Final de todos los planteados? A lo largo de los 40 años de la saga que revolucionó la escena cultural se han dado muchas fechas, pero el punto de partida universal siempre fue el mismo desde la primera película: el 29 de agosto de 1997. Pero, ¿que pasaría si el Día del juicio Final no ocurriese tal y como estaba programado desde el principio en la saga Terminator?
Lo creas o no, James Cameron estuvo a punto de darle un final feliz a la humanidad y, en el proceso, darle un carpetazo a toda la franquicia: en uno de los finales descartados de Terminator 2 vemos a una anciana Sarah Connor recordando el 30 aniversario del Día-J mientras veía que el resto del mundo seguía su curso sin ser conscientes de haber estado al borde de la extinción. De hecho, pese a que la vemos en un parque infantil con su nieta, ella misma admite que su manera de celebrarlo fue emborracharse.
Un futuro que nunca pasó. Una época de paz que, por una cosa o por otra, no pertenece a la cronología y que evoca un 29 de agosto de 1997 inevitable: la fecha siempre estuvo establecida por Kyle Reese, legitimada por todos los acontecimientos posteriores y, pese a los numerosos aplazamientos de las secuelas, el punto de inflexión original que inició el apocalipsis de James Cameron. Una fecha que los enamorados el cine de ciencia ficción no olvida, y que los actuales investigadores de la Inteligencia Artificial deberían tener muy en cuenta.
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