El director Michael Mann contrató a un sargento para conseguir los tiroteos más realistas posibles
Si el objetivo se trata de buscar la mejor película de acción, está claro que Heat debe estar entre las finalistas. La cinta de 1995 de Michael Mann es un excelente trabajo en cuanto a ritmo, coreografías y una gran adaptación de la persecución del Neil McCauley por parte del policía Chuck Adamson.
Robert de Niro y Al Pacino interpretaban a ambos personajes, los cuales no tenían piedad alguna a la hora de conquistar sus metas. Por ello, una de las secuencias más espectaculares de toda la cinta sucede cuando la pandilla de McCauley se decide a robar un banco y llevarse 12 millones de dólares con los que huir de Los Ángeles.
Para preparar la escena, Mann decidió contar con los servicios del sargento del SAS (Servicio Aéreo Especial) Steven Mitchell, más conocido por su seudónimo como Andy McNab. Su participación fue clave en el proyecto, permaneciendo en el equipo durante más tiempo del que tenía previsto.
"Fue extraño. Recibí una llamada diciendo que un director de cine, del que nunca había oído hablar, quería que trabajara en una gran película en Los Ángeles. Yo estaba como 'Sí, sí, por supuesto que sí'. Pero luego me enviaron el guión para que pudiera tomar notas y prepararme. Quince días después, volé allí e hice todo el asunto de Hollywood. Pensé que sería sólo por unas semanas, pero terminé involucrándome tanto en la producción que me quedé siete meses.
Para que las secuencias de acción fueran lo más realistas posible, Mann contrató a McNab como asesor técnico de armas y tácticas. "Quería que me ocupara de tres aspectos principales. El robo del furgón blindado al principio de la película, el asalto al depósito de metales preciosos a la mitad y, sobre todo, el tiroteo callejero del final. Las instrucciones eran que el personaje de De Niro era un exmilitar, así que todo giraba en torno a su proceso: cómo planificaba los trabajos y se dedicaba a sus asuntos. Recuerdo que el guión describía el tiroteo como la Tercera Guerra Mundial".
De esta forma, McNab instruyó a los actores tras diseñar un plan para que pudiesen utilizar armamento real, disparasen balas reales y conociesen tácticas básicas de combate. El entrenamiento duró un total de tres meses e involucró a prisioneros durante las sesiones.
"Michael quería que todo lo que hicieran en la película pudieran hacerlo con munición real. Dios sabe cómo eran las primas de seguro. El objetivo era que aprendieran a manejar las armas y reaccionaran de la forma correcta, en lugar de hacer 'disparos de película'. Los llevaría al campo de tiro del condado de Orange, donde tenían prisioneros recogiendo el metal.
Estos tipos con monos amarillos recogían las balas perdidas y luego hacían que los actores las firmaran. Empezamos con un trabajo básico con pistolas, seguimos con rifles automáticos y luego lo combinamos todo. Hicimos CQB, combate cuerpo a cuerpo, empujando a la gente y desenfundando. Cosas bastante avanzadas y todo con munición real".
Como resultado, la escena cobró una intensidad y un realismo apabullante. Robert DeNiro, Val Kilmer y Tom Sizemore se desenvolvían a la perfección durante la secuencia, cubriendo sus avances entre los coches y gritando entre ellos para asegurarse de que podía continuar. El resultado fue tan bueno que los ejércitos en la vida real lo han utilizado para su propio adiestramiento.
"Desde entonces, tanto el ejército estadounidense como el británico han utilizado la escena en el entrenamiento básico como introducción al fuego y las maniobras. Se lo han reproducido ante reclutas de la Marina estadounidense y cadetes de oficiales en Sandhurst. Me sentí muy feliz por eso.
"Cuando la película se estrenó en Estados Unidos, estaba dando unas charlas en Fayetteville, Carolina del Norte, una gran ciudad guarnición cerca de Fort Bragg, así que me colé en un cine para verla. El público estaba formado en un 90 por ciento por soldados, que gritaban y gritaban en todas las escenas de armamento. Cuando Kilmer cambió su cargador, saltaban sobre los asientos, diciendo '¡Guau!', lo cual fue brillante".
La batalla de Liberty City
"Veo su influencia todo el tiempo. Se ha copiado mucho, pero nunca se ha hecho tan bien, ya sea por el presupuesto o la calidad del equipo de producción", explica McNab y quizás tenga que ver con que no ha jugado a GTA IV. La obra de Rockstar llegó trece años más tarde que Heat y nos ponía en la piel de Niko Bellic, un veterano de las guerras libradas en Europa del Este.
A medida que la trama avanza, podemos ver cómo el protagonista quiere huir de la vida criminal, al mismo tiempo que demuestra que sus dotes para el combate son excelentes. Rockstar se basó en un personaje importante de Tras la línea enemiga para su creación, por lo que esa vena bélica explotó definitivamente durante los acontecimientos de Three Leaf Clover.
En un momento dado, Niko comienza a entablar relación con un grupo de irlandeses bastante alocado que es liderado por Patrick McReary. El plan consiste en robar la sucursal del Banco de Liberty City, pero haciéndolo a plena luz del día y sin ningún tipo de miramiento. Para ello, consiguen máscaras, se visten de forma elegante con un traje, preparan unas bolsas enormes y se dirigen hacia el objetivo.
Entran como Pedro por su casa, retienen a todo el mundo como rehenes, pero todo se tuerce en cuanto Michael Keane es asesinado por un cliente que decide tomarse la justicia por su mano. Con todo, la puerta de la caja fuerte estalla y así el grupo consigue hacerse con tres bolsas de 250.000 dólares cada una. El problema surge debido a que las fuerzas especiales NOOSE están fuera del edificio esperando a abrir fuego en cuanto salgan por la entrada.
Es aquí donde las comparaciones entre GTA IV y Heat comienzan a ser más que evidentes. El tiroteo es frenético y se prolonga por varias calles en las que los cadáveres se acumulan junto a las explosiones de vehículos. No hay tregua, no hay pausa y la intensidad es constante hasta en la línea de metro por la que hay que huir. Finalmente, todos logran salir sanos y salvos, pero la marca que dejó a los jugadores fue inolvidable.
Para muchos, estamos hablando de la mejor misión jamás creada por Rockstar para su franquicia. Tanta impronta dejó que la presencia tan grande de los atracos en GTA V proviene del buen sabor de boca que dejó en la cuarta entrega. La desarrolladora no se ha pronunciado sobre si se basaron en la cinta de Mann, pero está claro que la referencia es cristalina.
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