Hasta ocho películas componen la línea principal de películas basadas en Harry Potter, por lo que han sido muchos años acompañando a los personajes interpretados por Daniel Radcliffe, Emma Watson y Ruper Grint. Los actores principales crecieron junto al público para mostrar Hogwarts y toda la magia que la rodeaba en las salas de cine.
Uno de los momentos más espectaculares para ver en la gran pantalla sucedía durante los partidos de Quidditch, pues podíamos ver cómo lucía el deporte mágico más popular. Harry subido a la escoba persiguiendo la Snitch dorada era un placer, pero no precisamente para Radcliffe. Fue durante una conferencia de prensa tras el rodaje de Harry Potter y el misterio del príncipe cuando el intérprete confesó que es lo que más odiaba de los rodajes:
"El quidditch es una de las cosas menos divertidas que he hecho en Harry Potter. No es una experiencia agradable, duele bastante y no es algo que me apresuraría a volver a hacer. Tuve que hacerlo para todas las películas, más o menos, así que eso ha sido lo que más me ha gustado de la sexta película. No hay Quidditch"
Para confirmar que no era una sensación que solo sufriese él, Tom Felton apoyo la afirmación. "Me alegro mucho de no haberlo hecho desde la segunda película", reconoce el actor de Draco Malfoy. Ninguno de los dos revela exactamente qué tenían de malo esas grabaciones, pero podemos hacernos una idea.
Y es que es necesario utilizar muchos efectos especiales y horas en las que ambos actores deben estar colocados en posiciones muy concretas para que luego en la sala de posproducción hagan el resto del trabajo. Además, cualquiera querría subirse a una escoba para volar, pero no parece precisamente cómodo tener un palo entre las piernas demasiado rato.
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