El Joker es muchísimo más que un villano de cómic: es el caos, la provocación y la anarquía encarnados. Como personaje ha evolucionado desde su primera aparición en el papel y, además, tiene su propio legado -aparte- tanto en la televisión, el cine y, por supuesto, los videojuegos. Dicho así podría parecer relativamente sencillo para un actor entender y lograr hacerse con el personaje, pero, como verás, la realidad es mucho más compleja. Para Heath Ledger, quien lo interpretó en El Caballero Oscuro, fue un proceso que requirió semanas de preparación.
Vaya por delante que todos aquellos actores que han llevado al Joker a la gran pantalla lo han interpretado de un modo diferente y a través de sus propios procesos. Jared Leto atormentaba a sus compañeros de rodaje en su contribución al Escuadrón Suicida y para Joaquin Phoenix la transformación fue desde fuera hacia adentro mientras trataba de ofrecer al gran público una radiografía del príncipe payaso del crimen.
El caso de Heath Ledger, sin embargo, es verdaderamente excepcional. Y eso que no vivió para ver su excepcional trabajo. De hecho, merece la pena tener en cuenta que el cineasta y director Chris Nolan rodó Batman Begins dejando intencionadamente el cabo suelto de la carta con el Joker justo al final en referencia al archienemigo del cruzado enmascarado de DC, pero originalmente no tenía previsto hacer ni una secuela y mucho menos una trilogía.
Lo que sí tenía claro desde el principio es que Ledger sería su elección idónea. Hubo más candidatos, que conste, pero el actor supo entender al instante la visión del cineasta. Tomando prestadas influencias específicas, como el propio Alex que protagonizó (¿o antagonizó?) La Naranja Mecánica de Stanley Kubrick.
Sin embargo, había un listón previo que abordar y un punto de referencia ineludible ¿qué pasaría con el Joker de Jack Nicholson que tanto caló en las películas de Tim Burton? Ledger era plenamente consciente de que las comparaciones estarían ahí.
Las seis semanas que moldearon al mejor Joker de la gran pantalla
En una entrevista para Empire, Heath Ledger habló sobre el proceso de creación del Joker empezando por cómo decidió establecer los márgenes entre los universos del Batman de Burton y el que había sido planteado por Nolan. La conclusión a la que no tardó en llegar: la interpretación del Joker debía ser diferente. O, más bien, nueva.
Yo soy un gran fan del Joker de Jack Nicholson, pero, como había visto la primera película de Chris [Batman Begins], sabía que había una gran diferencia entre una película de Chris Nolan y una de Tim Burton. Por lo tanto, había espacio suficiente para una interpretación nueva.
Crear un personaje de tanto calado y relevancia para los fans de Batman y de los cómics en general es un colosal desafío y Nolan siempre fue consciente de las capacidades de Ledger para ir más allá como actor de talento. Sin embargo, para lograr apropiarse del personaje decidió ir más allá y encerrarse hasta convertirse en el Joker.
"Me quedé sentado en una habitación de hotel en Londres durante más de un mes, me encerré allí, escribí un pequeño diario y experimenté con voces. Terminé acercándome más al ámbito de un psicópata, alguien sin empatía, con muy poca o ninguna conciencia de sus actos, lo cual es divertido, porque no hay límites reales en lo que dice o en cómo dices algo o en lo que hace. Y no sé, siempre es un proceso muy personal en cuanto a cómo te pones en la piel del personaje, por así decirlo."
Como se supo después, la estancia en el hotel de Londres de Ledger fue de unas seis semanas. Y pese a que no lo dijo entonces, la voz del Joker la tomó prestada en parte de otro agente del caos que, en este caso, no nació del papel: nada más y nada menos que la leyenda del punk Sid Vicious. Algo que le da matices sensacionales al resultado.
Con todo, Legder se llevó mucho más que un diario al hotel. Pese a descartar las referencias del Joker de Tim Burton, se empapó del material original para moldear a su personaje rodeandose de cómics y asimilando cada parte del guión de Nolan. Logrando que, tras el proceso de maquillaje, la conversión en el personaje fuese total.
"Es una combinación de leer todos los cómics que pude y el guion, y luego cerrar los ojos y meditar sobre ello. Además, hay algo en la metáfora de trabajar detrás de la máscara, y desde dentro de una máscara. Siempre te da la licencia para hacer lo que quieras."
Con todo, además del guión de Nolan y el talento de Heath Ledger hubo un tercer pilar esencial para lograr al personaje icónico: la caracterización. El lograr un aspecto que, incluso habiendo pasado tantos años desde el estreno, es absolutamente distinguible de todos los demás Jokers anteriores y posteriores al Caballero Oscuro. Y eso nos plantea una pregunta lógica: ¿a quién se le ocurrió lo de las cicatrices?
...¿Por qué tan serio?
A diferencia de Bane, Batman o la Catwoman de la trilogía del Caballero Oscuro, el Joker va prácticamente a cara descubierta. Bueno, tiene lo que podemos decir un maquillaje bastante llamativo. La otra realidad es que, según Ledger, se tardaba entre una hora y una hora y media en lograr el resultado. Algo que, en comparación con otras grandes producciones y a juzgar por los resultados, es relativamente rápido.
Lo creas o no, las cicatrices del rostro del Joker no eran prótesis, sino que estaban hechas de silicona. Que estorbasen ayudaban al personaje, todo sea dicho, Por ello, además de las capas de pintura se usaba un protector bucal y, según el actor, todo el labio inferior es falso. ¿La inspiración? Según Lindy Hemming (diseñadora de vestuario), una vez más el culpable fue el canalla de Sid Vicious.
"Lo que buscábamos al principio de cómo hacer este Joker eran imágenes. Buscaba imágenes de personas que podrían haberse vestido así en el mundo del pop y de la moda. Puedes imaginar a Vivienne Westwood con Johnny Rotten, Sid Vicious, Pete Doherty. Piensa en todas esas personas que se disfrazan y están muy interesadas en su apariencia, y luego agregamos la vida de él.
Así que sea lo que sea que esté mal con él, lo que lo hizo ser así, significa que realmente no se preocupa por sí mismo. Es un tipo de persona que suda constantemente y probablemente no tenga viva en cualquier sitio. Tratábamos de hacerlo una especie de... no quiero decir vagabundo... pero una historia de fondo para él, que realmente no se cuida a sí mismo."
El vestuario del Joker redondea su iconografía. Partimos de que su trasfondo siempre ha sido un misterio -en la mayoría de encarnaciones del personaje- y dárselo es tener que renunciar a mucho de lo que simboliza. Lógicamente, a través del vestuario es posible darle ciertos matices y pistas al espectador. Pero eso no resuelve el origen de sus cicatrices.
Y, siendo justos, ni el supervisor de prótesis Conor O'Sullivan tuvo claro cómo habían aparecido.
"Nunca me dieron un concepto o razón para las cicatrices antes de empezar a diseñar las cicatrices del Joker. Una vez que tuve en mente que iban a ser cicatrices, en lugar de una sonrisa fija, inmediatamente pensé en la era punk y skinhead y algunos personajes desagradables con los que me había cruzado durante esa época.
La terminología para este tipo de herida es "la sonrisa de Glasgow" o "sonrisa de Chelsea". Mis referencias tenían que ser reales. Se hizo una entrega de máquinas tragaperras en la finca que estaba cerca de mi taller y el hombre que las entregaba tenía una "sonrisa de Chelsea". Me armé de valor para pedirle una foto y me contó la historia de cómo se había hecho las cicatrices mientras participaba en "una pelea de perros"; no hace falta decir que no insistí con el asunto, pero las fotos resultaron ser una referencia muy útil."
El toque maestro fue, precísamente, la obra del artista Francis Bacon. Si no te suena, te gustará saber que suyo fue el único cuadro que el Joker de Tim Burton salvó en la icónica escena de la galería. De modo que el equipo de maquillaje, de prótesis y hasta el propio nolan encontraron la referencia definitiva con la que terminar de crear a su Joker.
"El día de la prueba, Heath estaba muy involucrado con la pintura y, entre él, John [Caglione, Jr., maquillador] y Chris, se inclinaron por una pintura de Francis Bacon a la que Chris no dejaba de hacer referencia. Las cicatrices marcaban la posición de la "sonrisa" roja y le daban una deformidad física al conjunto, mientras que el maquillaje en blanco y negro le daba el aspecto de payaso desaliñado."
El Caballero Oscuro se estrenó en el año 2008 y desde entonces hemos visto nuevos Jokers en la pequeña y gran pantalla. Y pese a ello, todos de algún modo acaban comparados con el de Heath Ledger y Chris Nolan.
¿El mejor Príncipe payaso que jamás veremos en las salas? El gran chiste aquí es que se incluso para crear a la encarnación del caos, el proceso fue tan metódico como intachable. Los resultados: un icono que traspasa la pantalla y forma parte de nuestro constructo sobre lo que es y lo que debe ser un gran villano de cine.
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