En Internet se viraliza cualquier cosa en cuestión de poco tiempo, aunque sea algo antiguo que haya pasado desapercibido (hasta ese instante) para los demás. Es cuestión de dar con la tecla correcta y un buen uso de las redes sociales para que acabe llegando a las masas y desatando la locura.
Es lo que lleva sucediendo desde hace unos días en Twitter con el videojuego para iOS 'TrapAdventure 2'. Ahí se muestra un pequeño fragmento del trabajo de Hiroyoshi Oshiba en donde se ve claramente cómo el juego putea al jugador constantemente, con trampas que salen de la nada o se mueven con mala baba.
Dicho plataformas se publicó a mediados de 2016 en la App Store y, pese a ser gratuito de entrada (a modo de demo), para desbloquearlo hay que pagar 1,09 euros. Una minucia sabiendo el rato que nos puede tener enganchados.
Pero antes de nada, veamos a qué se debe tanto revuelo.
TrapAdventure 2, el juego que lo peta en Twitter
あまりにも神ゲー… pic.twitter.com/DnRv5KG6UB
— 中段見てからしゃがむの余裕マン (@P_MEN876) 22 de enero de 2018
Lo que a priori parecía un plataformas simplón y sencillo, se torna enseguida como un juego de ensayo y error hasta memorizar los patrones de las distintas trampas, algo que no nos pilla por sorpresa, pero que gracias a las píldoras tan llamativas de servicios de Twitter, logran un impacto mayor que cualquier tráiler.
Como si del genial '1001 Spikes' de Nicalis se tratase, 'TrapAdventure 2' nos concede un montón (pero una auténtica barbaridad) de vidas de entrada... que se irán consumiendo a medida que nos maten, hasta que no haya ninguna más.
Lo que se mostró en Twitter es tan solo el principio, y es una minucia comparado con el resto de trampas que nos plantea este plataformas tan masoca de Oshiba. Y pese a todo, como es lógico en Internet, hubo gente en su día que logró completarlo. Y como podéis ver a continuación, una vez memorizados todos los patrones (y varias muertes por el camino), resultaba ser una aventura cortísima.
I Wanna be the Guy, la desesperación total
Lo de 'TrapAdventure 2' no nos pilla por sorpresa, insistimos; aparte que tampoco es el primer plataformas que putea de manera deliberada al jugador. Ahí 'I Wanna be the Guy' sigue siendo el rey, también por ser el más famoso en su estilo.
Obra de Michael "Kayin" O'Reilly, se lanzó para PC en octubre de 2007 y supuso toda una revolución en Internet por salirse por completo de lo que nos proponían hasta entonces los plataformas. Todo lo que habíamos aprendido no servía para nada, porque hasta lo más inocente nos podía matar. Todo el juego era una trampa, por lo que necesitábamos una precisión milimétrica con nuestros movimientos, y también una memoria de elefante. Porque el juego nos penalizaba de forma muy severa, siendo hilarante la desesperación de Dross al respecto.
Si bien su legendaria dificultad fue lo que más llamó la atención, jugaron un papel esencial la gran cantidad de homenajes que se veían ahí, como ese Zangief gigante a modo de boss, o el resto de referencias a Mega Man, Ghosts 'n Goblins o The Legend of Zelda, entre tantos otros. Apelaba al jugón de los 80.
Cómo no, 'Super Meat Boy' lo acabó referenciando en 2010.
Syobon Action, el Cat Mario insufrible
Casualmente, dos meses después del éxito total del título de Kayin, nos sorprendía Chiku con 'Syobon Action', un clon descarado del 'Super Mario Bros.' al que muchos llamaron cariñosamente "Cat Mario", pero que cambiaba por completo el comportamiento de los elementos en pantalla, con trampas por doquier.
Su gracia era ver cómo apaleaba al fan que se había aprendido todos los patrones del clásico de NES, sacando un enemigo de donde tendría que salir una seta, moviendo bloques para que nos caigamos al precipicio, y un largo etcétera.
1001 Spikes, un clásico que engaña mucho
Lo mencionamos casi al inicio al ser otro de los títulos por excelencia dentro de lo que aparenta ser algo sencillo y que nos planta trampas invisibles a diestro y siniestro, poniendo al límite nuestra memoria. Surgió como uno de tantos Xbox Live Indie Games para Xbox 360 bajo el nombre de 'Aban Hawkins & the 1000 Spikes', hasta que dio el salto a Steam, donde se acabó bautizando como '1001 Spikes' a secas y se fue publicando en todas las consolas actuales.
Con ligeras reminiscencias al mítico 'Rick Dangerous', la propuesta de 8bits fanatics iba un paso más allá, multiplicando exponencialmente el número de peligros, sobre todo los que no se veían a simple vista. Y de entrada, con ese título tan llamativo que hacía referencia a las mil y una vidas del protagonista.
Nos las prometíamos felices con un margen tan alto de intentos, pero '1001 Spikes' tardaba poco en vapulearnos: pinchos que salían de la nada y sin avisar, cerbatanas venenosas, plataformas que se caían... Poco a poco el número de vidas menguaba, y nuestra desesperación iba a más. Porque no solamente había que escapar de cada habitación por la puerta, sino conseguir primero la llave.
Con la dificultad por bandera... hasta el límite
Y es que juegos difíciles los ha habido siempre, con clásicos de la talla del también citado 'Ghosts'n Goblins' de Capcom, o el 'Battletoads' de RARE, otros infravalorados (en ese sentido) como 'Donkey Kong Country: Tropical Freeze', o los que basan buena parte de su potencial precisamente en proponer retos duros, como el igualmente mencionado 'Super Meat Boy', su sucesor espiritual 'The End is Nigh', o el que intentó ser (sin éxito) el plataformas más difícil de la historia, el 'Cloudberry Kingdom' de pwnee Studios. ¿Cuál es el que putea más al jugador?
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