Sobrevivir al apocalipsis zombi no es nada fácil. A veces se tiende a quitarle hierro al asunto, como si en realidad fuese un paseo en donde nos podemos divertir, incluso, como ha hecho brillantemente la saga 'Dead Rising', pero lo cierto es que si tuviésemos que vivir/sufrir hipotéticamente esto, y sobre todo sin saber cuál es la cura, no nos valdría tan solo lo de "dispara a la cabeza".
Porque habría que preocuparse por los víveres y de buscar un lugar seguro, y tal vez esa zona no vaya a ser de por vida un refugio en el que estar tranquilos. Lo hemos visto en los cómics de 'The Walking Dead', al igual que en la serie de la cadena AMC y, cómo no, en el videojuego oficial de Telltale Games. A veces hay que desplazarse hasta otro sitio, y eso sí que es complicado.
Lo hemos visto, sin ir más lejos, en el segundo episodio de la premiada aventura de Telltale Games, con esa salida temporal del motel hasta una granja aparentemente tranquila y casi idílica.
Ciertos paralelismos con la serie de la AMC
Personalmente soy de los que opinan que la serie de la AMC empezó a arrancar en la segunda contrario, al contrario que la inmensa mayoría. Ahí fue donde me enganché a las aventuras de Rick Grimes y compañía y en donde empecé a empatizar con sus protagonistas. Y en lo personal también opino que el videojuego de 'The Walking Dead' recibe su punto de inflexión en la segunda mitad de este episodio dos, cuando el protagonista, Lee, descubre qué pasa realmente en la granja.
Todo comienza con Andy y Danny St. John yendo hasta el motel de Lee Everett y compañía en busca de gasolina. Como en el motel empezaba a escasear la comida, ambas partes llegaron a un trato y fueron hasta la granja familiar, en donde nos recibió amablemente Brenda, madre y actual dueña de la granja desde que falleció su marido. Salvo por la valla electrificada (para la cuál era necesaria la gasolina), por ese lugar no habían rastros aparentes de apocalipsis zombi.
Pero poco tardamos en descubrir que no era así. No era un lugar tan seguro como creíamos, y no sólo por la valla electrificada para mantener alejados a los zombis, sino por ese pacto de no agresión con los bandidos de la zona al proveerlos de comida. De hecho hubo dos salidas con Lee en donde tuvimos dos percances: uno con Mark herido por una flecha y otro en donde nos cruzamos con una "loca" llamada Jolene que acabó muerta por un disparo (de Lee o Danny, depende).
Algo no olía bien en la granja y no eran los zombis
El encontronazo con Jolene fue, tal vez, el catalizador para tener más claro que nunca que algo pasaba en la granja. Y desde entonces tanto Lee como Kenny empezaron a sospechar que detrás de la puerta donde se alimentaba a la única vaca del lugar, se escondía algo bastante turbio...
Una simple distracción con el generador de la valla y una herramienta multiusos fueron suficientes para desentramar parte del desaguisado: detrás había un taller que parecía una carnicería. Pero faltaba la prueba final, cosa que tampoco tardó en llegar. El pastel se descubriría en la cena.
Lee ya tenía la mosca detrás de la oreja y se preguntaba qué había sido de Mark. Aprovechó para pedir permiso para ir al baño y lavarse las manos antes de comer, pero en su lugar subió al piso de arriba hasta que descubrió una puerta secreta tras un armario. ¡Allí estaba Mark sin piernas! Lo llamativo y aterrador a partes iguales, es que aún estaba vivo, a duras penas, pidiendo ayuda.
Para Lee todo cobró sentido al instante: los St. John era caníbales y la cena que nos habían preparado eran precisamente las piernas de Mark, por lo que bajó raudo y veloz a detener esta barbarie intentando, además, que la pobre Clementine no se comiese esa carne humana.
Lo que vino después rizó el rizo más si cabe, ya que la familia de Brenda apresó al equipo de Lee justo detrás del taller sanguinario, en donde el pesado de Larry, el padre de Lilly, sufrió un infarto y tuvimos que tomar la difícil decisión de ayudarlo o matarlo, porque tarde o temprano se convertiría en zombi. Todo mientras la inocente Clementine vivía esos sucesos en primera persona.
El resto es historia. Como dijo Jolene en su revelación final:
"Es de los vivos de los que hay que tener miedo."
Para mí, sin duda, el primer gran momento inolvidable de 'The Walking Dead' y en donde esta obra tan premiada de Telltale Games empezó a despuntar. Otra historia es que, como juego, siga pareciéndome demasiado sobrevalorado, pero lo que está claro es que, a nivel narrativo, este estudio californiano se ha ganado a pulso su reconocimiento internacional a la hora de contar historias que atrapan al jugador. Y lo ha vuelto a hacer con 'Tales from the Borderlands'.
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