Si el diablo está en los detalles, 'Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón' es el juego más diabólico que hemos podido ver. Veinte días han pasado desde su lanzamiento (aunque parezca mucho más, a tenor de todo lo que hemos podido jugar desde entonces), pero sigue quedando mucho que ver y que analizar de esta obra maestra.
Como experiencia de juego, no cabe duda de que la última peripecia de Nathan Drake respira aventura por los cuatro costados; como espectáculo, estamos ante uno de los más vistosos que ha conocido el mundo del videojuego; como demostración de talento, Naughty Dog ha dado su mayor golpe sobre la mesa.
Si el diablo está en los detalles, Uncharted 4 es el juego más diabólico que hemos podido ver
Más allá de los grandes momentos, las explosiones y los fuegos artificiales que todo lo cubren, 'Uncharted 4' consigue brillar especialmente por esos cuidados detalles de los que antes hablaba, muestra del extraordinario cariño que se ha volcado en él. Aunque no estén todos, aquí recojo los que más efecto han causado en mí durante mi recorrido por el juego.
Los gestos
Si por algún momento, mientras transcurre una (de las muchas) cinemáticas que pueblan el juego, sentís que estáis viendo actores de carne y hueso, tranquilos porque no estáis solos. Ya no es solo el brutal modelado de los personajes, sino las animaciones faciales con las que consiguen expresas gestos extraordinariamente realistas.
La luz
La luz es todo en 'Uncharted 4', tanto cuando cubre por completo la imagen, como cuando escasea y se convierte en un juguetón recurso para ambientar. Es perfecta la forma en que ésta interactúa de manera realista con la escena y contra la cámara, provocando en numerosas ocasiones sensaciones como deslumbramientos, sombras chinescas o brillos impecables.
La vegetación
Moverse entre la vegetación en este juego es ya en sí una experiencia asombrosa, y cuanto más espesa resulta, más boquiabiertos nos deja. Observada en la distancia, las plantas que dan verdadera vida a los escenarios son fabulosas, pero cuando nos acercamos y las observamos en detalle, consiguen brillar a la altura de una demo técnica.
Las partículas
El secreto para que unos efectos de partículas resulten realmente creíbles está en su equilibrio: en exceso son completamente irreales, y en escasez son poco menos que invisibles. Un punto medio bien llevado, en cambio, consigue dar el toque definitivo de veracidad a la escena, y ahí también consigue triunfar Naughty Dog a base de motas de polvo, humo o en las burbujas de esa perfecta secuencia submarina.
La ropa
Sed sinceros: ¿habéis visto ropa mejor representada en un videojuego? Mirad por ejemplo la chaqueta de Sam en esta captura, y hasta qué punto parece de verdad. Ocurre lo mismo prácticamente con cualquier prenda que luzcan los protagonistas, tanto cuando van impecables, como cuando se va manchando o estropeando en el fragor de la aventura.
Las chispas
Volviendo a los efectos de partículas, merece la pena destacar la espectacularidad que alcanzan los combates por la forma en que se presentan detalles así. Realmente consiguen hacer sentir que es fuego y plomo lo que está saliendo de nuestra arma, y no solo un objeto poligonal que se limitará a impactar con el escenario.
La interacción con los escenarios
Otro detalle que, por casual y casi despreciable, consigue marcar la diferencia, lo encontramos en la forma en que los personajes interactúan con los propios escenarios. Por ejemplo, al ir con las manos libres, veremos (solo a veces) al protagonista apoyarse contra la pared si nos acercamos mucho a ella, una forma tan sencilla como magistral de dar veracidad a los límites del espacio en que nos encontramos.
Todas las texturas, hasta las más insignificantes
Que las texturas empleadas en el juego son asombrosas no hace falta decirlo, pero quizás lo más meritorio del asunto se da cuando nos fijamos en las aparentemente más insignificantes, como por ejemplo en esta captura de un almacén cualquiera. Cajas que parecen realmente forradas de plástico, el metal de los conductos de aireación, los ladrillos de las paredes... Y todo esto, como digo, en un rincón apartado de un escenario de paso.
El cielo
Si aún no lo habéis hecho, os invito a que, en cualquier momento durante vuestra partida, giréis la cámara hacia el cielo y lo observéis detenidamente. Ya sea de día o de noche, estando despejado o nublado, creeremos estar observando una fotografía y no un fondo cualquiera hecho para salir del paso sabiendo que casi nadie le va a prestar atención, como suele suceder en este caso.
La profundidad de campo
Nitidez y detalle hasta donde alcanza la vista: eso es lo que ofrece cada horizonte en 'Uncharted 4'. Reconozco haber "perdido" minutos enteros dedicándome a ver hasta dónde podía distinguir escenario, siempre tan elaborado y tan cuidado, que la única pena que queda es sentir que muchos de esos espacios lejanos tan bien trabajados no los podremos visitar nunca.
Los ángulos de cámara
Cada cinemática, cada salto imposible, cada huida a la desesperada es un motivo para dar espectáculo, algo que los creadores del juego consiguen en muy buena medida con ángulos de cámara agresivos y siempre vistosos, los cuales ya querrían para sí muchos directores de fotografía reputados. No es solo lo que muestras, también es importante cómo lo muestras, y eso en Naughty Dog lo saben muy bien.
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